Hamas admitió este domingo por primera vez “errores” que provocaron la muerte de civiles durante su ataque en suelo israelí que desencadenó una guerra en Gaza donde ya se cuentan más de 25 mil muertos. En un documento de 16 páginas, el grupo islamista palestino indicó que la operación del 7 de octubre fue una “etapa necesaria” y “una respuesta normal frente a todos los complots israelíes contra el pueblo palestino”. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó “categóricamente” las condiciones exigidas por Hamas para la liberación de los ciudadanos israelíes a los que mantiene como rehenes.
El reconocimiento de Hamas
Dando por primera vez su versión de los hechos, Hamas admitió que “quizás ocurrieron algunos errores durante la operación” debido “al rápido colapso de la seguridad israelí y el sistema militar, y el caos en las zonas fronterizas con Gaza”. Sin embargo negó haber tomado como blanco a civiles y aseguró que si lo hizo fue “accidentalmente y en el transcurso del enfrentamiento con las fuerzas de ocupación”.
El 7 de octubre de 2023 cientos de combatientes del grupo palestino penetraron en el sur de Israel, atacando a puestos militares, kibutz (colonias agrícolas) y un festival de música, dejando más de 1.140 muertos, sobre todo civiles, según datos oficiales israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que un centenar pudieron ser liberadas durante una tregua a finales de noviembre.
Este ataque de Hamas desencadenó una ofensiva aérea y terrestre de Israel contra la Franja de Gaza, que deja hasta ahora 25.105 muertos, la gran mayoría de ellos mujeres y menores según el último balance del ministerio de Salud del estrecho territorio. En el documento dado a conocer este domingo, Hamas reclamó “el cese inmediato de la agresión israelí”. Pero Israel, que prometió “aniquilar” al grupo, rechaza cualquier cese de los combates sin liberación de los rehenes. Israel calcula que aún quedan 132 cautivos en Gaza.
La negativa de Netanyahu
Familiares de los rehenes volvieron a manifestarse el domingo para pedir su liberación cerca de la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén. En un video divulgado tras el informe de Hamas, Netanyahu rechazó “categóricamente” las condiciones que exige el grupo palestino para liberar a los rehenes, que son, según él, “el fin de la guerra, la retirada de nuestras fuerzas de Gaza” y “la liberación de todos los asesinos y violadores”.
“Rechazo de plano las condiciones de rendición de los monstruos de Hamas”, afirmó Netanyahu en una aparente respuesta a las informaciones surgidas sobre una nueva propuesta de acuerdo mediada por Qatar y Egipto. Para Netanyahu, un alto al fuego ahora significaría en el futuro “otro 7 de octubre”, según dijo en su discurso, en referencia al brutal ataque de Hamas en suelo israelí.
El diario estadounidense The Wall Street Journal publicó este domingo en exclusiva que Qatar y Egipto presentaron a Israel y Hamas una propuesta de alto el fuego en tres fases, que durarían unos 90 días, para ponerle fin al conflicto, citando fuentes de seguridad de varias partes implicadas. El plan de 90 días propone un alto el fuego duradero durante el que Hamas liberaría a todos los rehenes civiles, mientras que Israel excarcelaría a cientos de presos palestinos, se retiraría de las ciudades gazatíes, permitiría libertad de movimiento en el enclave y duplicaría la cantidad de ayuda que permite entrar.
En una segunda etapa Hamas liberaría a las mujeres soldados y los cadáveres de cautivos. En la tercera fase Israel retiraría sus tropas a la frontera de Gaza y el grupo islamista pondría en libertad a todos los rehenes soldados y hombres en edad de luchar. “Si aceptamos esto, nuestros guerreros habrán caído en vano y no podremos garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, aseguró Netanyahu en su discurso grabado.
Familiares de los más de 100 cautivos en Gaza a manos de Hamas mantuvieron el acampe por la noche frente a la residencia de Netanyahu. “Nos quedaremos aquí hasta que el primer ministro llegue a un acuerdo para devolver a los rehenes”, aseguró cerca de la residencia de Netanyahu, en el exclusivo barrio de Rehavia en Jerusalén, un vocero del Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos.
Allí se congregaron decenas de personas con carteles que mostraban los nombres de los secuestrados y quienes, al grito de “¡El gabinete es responsable de la vida de los rehenes!” exigieron un acuerdo inmediato. Orrin Gantz, la madre de la joven Eden Zacharia, secuestrada y muerta en cautiverio a los 28 años, pidió a los ministros del gabinete de guerra “renunciar al ego”. “Mi hija no sólo murió, sino que murió bajo la supervisión de ustedes”, reclamó Gantz.
“Poco oxígeno y humedad espantosa”
En el terreno en Gaza el movimiento palestino reportó decenas de bombardeos y disparos de artillería, sobre todo en las zonas cercanas a los hospitales Naser y Al Amal en Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja. El Ejército israelí informó que eliminó a “terroristas” en Jan Yunis y que el sábado descubrió un túnel en el que una veintena de rehenes fueron encerrados “en condiciones difíciles, sin luz del día, poco oxígeno y una humedad espantosa”. Los soldados encontraron dentro dibujos realizados por una rehén de cinco años.
Según informaron testigos, las fuerzas israelíes también realizaron operaciones cerca del campo de refugiados de Jabalia, en el extremo norte de Gaza. Según la ONU un 85 por ciento de los 2,4 millones de habitantes de Gaza se vieron obligados a desplazarse dentro del estrecho territorio de 362 kilómetros cuadrados, bajo un férreo asedio que impide la llegada de comida, agua, medicamentos y combustible.
Decenas de desplazados, con bidones en la mano, esperaron el domingo en Rafah la distribución de agua organizada por Médicos Sin Fronteras. Gran parte de la población se hacina en esa localidad. Según el ministerio de Salud de Hamas, no hubo “ningún avance” para aumentar la ayuda humanitaria a Gaza. El Cogat, órgano del ministerio de Defensa israelí que coordina las “actividades civiles” del ejército en los territorios ocupados, indicó que 260 camiones con ayuda humanitaria ingresaron a Gaza el domingo, “el mayor número desde que inició la guerra”.
Tensiones con el “eje de la resistencia”
Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, también está experimentando un resurgimiento de la violencia a un nivel no visto en casi 20 años. El Ejército israelí llevó a cabo allí operaciones mortíferas en los últimos días, destruyendo las casas de dos combatientes palestinos en Hebrón. Según la Autoridad Palestina, desde el 7 de octubre murieron al menos 364 palestinos a manos de soldados o colonos israelíes.
La guerra exacerba también las tensiones entre Israel y el llamado “eje de la resistencia” liderado por Irán, que agrupa a movimientos armados como Hamas, Hezbollah en Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen. En la frontera entre Israel y Líbano, donde se producen a diario cruces de disparos, un ataque imputado a Israel mató a un combatiente de Hezbollah en el sur de Líbano. La violencia transfronteriza ha dejado más de 195 muertos en el Líbano.
Por otra parte 13 personas, entre ellos cinco consejeros de los Guardianes de la Revolución iraníes, murieron el sábado en Damasco en un bombardeo atribuido a Israel, según un nuevo balance presentado el domingo por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). El ataque destruyó un edificio en el barrio de Mazzeh de la capital siria, donde se estaba celebrando una reunión de “líderes proiraníes”, indicó la ONG radicada en Reino Unido pero que cuenta con una red de informantes en Siria.