Israel siguió este domingo bombardeando la Franja de Gaza, pese al aumento de la presión para que el gobierno de Benjamin Netanyahu negocie la liberación de los rehenes secuestrados por el movimiento islamista palestino Hamas. El ejército israelí aseguró haber descubierto “el mayor túnel” subterráneo construido por Hamas en el enclave palestino. Tras más de dos meses de guerra, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el servicio de urgencia del hospital Al Shifa, en el norte de Gaza, se ha convertido en “un baño de sangre”.
El gobierno de Netanyahu está cada vez más presionado, sobre todo desde que se supo el viernes que soldados mataron a tres rehenes “por error” tras confundirlos con combatientes palestinos. Los tres formaban parte de las cerca de 250 personas capturadas en el ataque sin precedentes de Hamas el 7 de octubre en suelo israelí, en el que murieron 1.140 personas, según las últimas cifras de las autoridades.
Durante el funeral de Alon Shamriz, uno de los tres rehenes, uno de sus allegados acusó a las fuerzas armadas de haber “abandonado” y “asesinado” a ese joven, de 26 años. El ejército israelí publicó este domingo unas fotografías tomadas en el lugar del incidente en las que se veían banderas blancas con los escritos: “S.O.S”, “Ayuda” o “Tres rehenes”.
Israel se ufanó de haber encontrado el “mayor túnel” bajo tierra construido por Hamas. “Esta red masiva de túneles, que se divide en varias ramas, tiene una extensión de más de cuatro kilómetros y llega hasta 400 metros del punto de paso de Erez”, entre Israel y el norte de Gaza, indicaron las fuerzas armadas en un comunicado.
La destrucción de la red de túneles construida por la organización islamista es uno de los objetivos de la ofensiva militar israelí en ese territorio palestino. Israel bombardea de forma continua el territorio palestino, donde han muerto unas 18.800 personas, de las cuales un 70% son mujeres y menores, según el ministerio de Salud del enclave, gobernado por Hamás desde 2007.
“Mueren demasiados civiles”, dijo la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna, en viaje a Israel, desde donde instó a “una nueva tregua humanitaria inmediata y duradera”.
Su homólogo israelí, Eli Cohen, reiteró la posición de su gobierno, para quien un alto el fuego es “un regalo para Hamas”.
“Baño de sangre”
En el norte de la Franja se podían ver el domingo espesas humaredas tras los bombardeos israelíes. El ministerio de Salud de Hamas dio cuenta de 24 muertos en el campo de refugiados de Jabaliya, muchos de los cuales están todavía “bajo los escombros”.
Otros bombardeos mataron al menos a 12 personas en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave. Testigos también informaron de ataques aéreos en la ciudad meridional de Bani Suheila, y la AFPTV constató intensos combates en la ciudad de Gaza.
El servicio de urgencia del hospital Al Shifa, en el norte de Gaza, se convirtió en “un baño de sangre”, con cientos de pacientes en el interior y nuevos heridos que llegan “cada minuto”, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los ataques israelíes han devastado gran parte del territorio y la ONU estima que 1,9 millones de gazatíes se han visto forzados a dejar sus casas.