El hasta ahora ministro de Educación de Francia, Gabriel Attal, fue nombrado
este martes por el presidente Emmanuel Macron para sustituir a Elisabeth Borne
al frente del Ejecutivo
, lo que lo convierte en el primer ministro más joven en
la historia del país.

Al momento de jurar el cargo, el flamante premier de 34 años prometió que su gestión estará destinada a apoyar la educación. “Me llevo aquí, a Matignon (la sede del primer ministro), la causa de la escuela. Reafirmo que la escuela es la madre de nuestras batallas, la que debe estar en el centro de nuestras prioridades y a la que, como primer ministro, daré todos los medios de acción necesarios para su éxito. Será una de mis prioridades absolutas en mi actuación al frente del Gobierno. Desde este punto de vista habrá una forma de continuidad”, indicó.

En tanto, Macron aseguró: “Cuento con su energía y su compromiso para llevar a cabo el proyecto de revitalización y regeneración”. El mandatario también destacó la fidelidad, la capacidad de superación y la audacia del nuevo primer ministro. Precisamente Atlas será el cuarto jefe de Gobierno de la etapa de Macron, el segundo desde su reelección en mayo de 2022, a los que se suman dos en el primer mandato, Edouard Philippe, desde 2017 a 2020, y Jean Castex hasta 2022.

Attal tendrá como primer reto relanzar la imagen del Gobierno de cara a la segunda mitad del quinquenio de Macron, en un año clave por la celebración de los Juegos Olímpicos y las elecciones europeas, después de que la estabilidad del Ejecutivo se viese dañada por el constante pulso en el Parlamento, donde se presentaron una treintena de mociones de censura. La reforma de las pensiones y, más recientemente, la ley que modifica una batería de políticas migratorias –pendiente aún de la revisión del Consejo Constitucional– terminaron afectando negativamente al Gobierno y, en particular, a la primera ministra saliente, que formalizó el lunes su dimisión.

Historial político

Attal es un fruto puro del macronismo, que abrazó tras abandonar diez años de militancia socialista en 2016 para convertirse en portavoz de la campaña electoral presidencial del que entonces era un prometedor candidato sin partido, dispuesto a romper la división entre izquierdas y derechas.

De la mano de Macron, el licenciado en Ciencias Políticas accedió a los 28 años al Parlamento, y a los 29 se convirtió en el más joven miembro de un gobierno francés como secretario de Estado de Educación y Juventud. A los 31 fue nombrado portavoz del Gobierno, función que ejerció durante la pandemia, lo que popularizó su rostro entre los franceses y contribuyó a que, dos años más tarde, fuera propulsado a la estratégica cartera de Hacienda, que ocupó hasta julio pasado.

En un nuevo salto hacia adelante, fue nombrado ministro de Educación, donde se enfocó en combatir el acoso escolar, que él mismo confesó haber sufrido de niño, hecho que elevó todavía más su popularidad en los sondeos. A su vez, defendió una escuela de “derechos
y deberes”, prohibió la abaya –prenda usada por las musulmanas– y se
manifestó a favor del uso de uniformes escolares.

Macron le encomendó todos esos cargos a Attal al tener confianza en su capacidad de trabajo, su versatilidad para afrontar diferentes frentes y, sobre todo, la empatía con la sociedad, aunque a veces se le ha reprochado su procedencia de una familia acomodada del medio cinematográfico. Su padre, Yves, de origen judío tunecino y fallecido en 2015 tras un fulminante cáncer, fue productor en Francia de, entre otros, Pedro Almodóvar. Su madre, Marie de Couriss, descendiente de una familia cristiana ortodoxa griega de la ciudad ucraniana de Odesa, también trabajó en una productora de cine.

Además del primer ministro más joven del país, Attal se convertirá en el primero abiertamente homosexual. Su pareja es Stéphane Séjourné, asesor del presidente y uno de los favoritos para encabezar el cartel de su partido para los comicios europeos de junio. “Saludo la nominación de Gabriel Attal. Necesitamos su talento para continuar con nuestros compromisos políticos. Gracias a Elisabeth Borne por todos los trabajos realizados”, expresó Séjourné en redes sociales tras la designación del flamante premier.

Críticas de la oposición

Por su parte, la oposición francesa, tanto de izquierda como de ultraderecha, criticó el nombramiento de Attal como nuevo primer ministro del país, que interpretan como una continuidad de la impopular política de Macron, que consideran que se acerca el fin de su ciclo. “¿Qué pueden esperar los franceses de este cuarto primer ministro y de este quinto año de Gobierno? Nada”, escribió en su cuenta de la red social X la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, al tiempo que calificó de “baile infantil de ambiciones y egos” los sucesivos cambios del Gobierno.

La mano derecha de Le Pen, Jordan Bardella, que encabezará la lista a las elecciones europeas -en las que es el favorito de las encuestas-, aseguró que Macron trata de aferrarse a la popularidad de Attal en los sondeos para atenuar el dolor de un “interminable fin de reino”.

Desde la izquierda, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ninguneó a Attal: “Recupera su puesto de portavoz, la función de primer ministro desaparece (…) Desgracia para los pueblos cuyos príncipes son niños”. En tanto, la portavoz de su partido, Mathilde Panot, calificó al nuevo primer ministro de “Macron júnior” y dijo que comparte con el presidente la arrogancia y el desprecio.





Fuente-Página/12