Desde 2004, Françoise Hardy padece un linfoma del tejido linfoide asociado a las mucosas, o MALTA. Tras anunciar su remisión diez años después, la cantante reveló en 2019 que tenía un nuevo cáncer en la faringe. Y el estado de salud del icono francés sigue deteriorándose, tanto física como moralmente.
“Desde mi última y reciente radioterapia me va mal porque mi ojo derecho ve todo muy borroso y me duele. Mi fosa nasal del mismo lado está bloqueada todo el tiempo. La boca y la parte posterior de la garganta están aún más secas. Es una pesadilla”, resumió en el último número de Partido de París en los quioscos este jueves.
Graves inconvenientes que dan lugar a privación de libertad, como la imposibilidad de leer o mirar televisión. Y todos estos problemas físicos afectan “la mente”.
Lo más indoloro posible
“La edad ayuda, después de rayos que impactan en la cabeza, como fue el caso de mis 55 radioterapias, perdemos la memoria de demasiadas cosas y la falta de equilibrio reduce al máximo la posibilidad de movernos”, añade la intérprete de Todos los chicos y las chicas.
El artista, que en enero cumplirá 80 años, expresó este terrible deseo para su próximo cumpleaños: “Ir pronto y rápidamente, sin demasiadas dificultades, como la imposibilidad de respirar. […] Pasa a la otra dimensión lo más pronto, más rápido y sin dolor posible. »
En los últimos años, la madre de Thomas Dutronc se ha pronunciado varias veces para declararse a favor del derecho a morir dignamente.