Mientras las tormentas azotaban el Estados Unidos el 8 de abril, las ciudades a lo largo de la trayectoria del eclipse solar de 2024 comenzaron a ponerse ansiosas. Texas: nublado. Pensilvania y Nueva York: lluvia. Arkansas: ¿Habrá tormenta o no? Para muchos que se encontraban a cualquier distancia en automóvil de la totalidad, habían pasado semanas, incluso meses, planificando un fenómeno celestial que ahora podría desaparecer tan rápido como un rayo.
Sin embargo, Hot Springs se encontró con una racha de buena suerte durante todo el fin de semana, y los asistentes al Atlas Obscura Ecliptic Festival se maravillaron una y otra vez de lo fortuito que resultó ser el festival de cuatro días. Desde el viernes hasta el lunes por la noche, los días estuvieron llenos de sol, una brisa fresca, aros de hula, telescopios, arpas etéreas, muchos destellos y cielos increíbles.
El clima parecía recordar a todos su pequeño lugar en la Tierra en el enorme cosmos. El viento se sumó a la actuación de Blonde Redhead, ondeando el cabello de Kazu Makino mientras bailaba junto con la multitud. Los asistentes al festival tomaron el sol sobre mantas extendidas alrededor de un campo mucho antes de que Fred Armisen comenzara su comedia el domingo. Durante las horas más cálidas del día, la gente disfrutaba de la sombra de los altos pinos que rodeaban el escenario donde Adam Savage entretenía a una multitud desbordante que se derramaba desde las gradas hacia cada rincón sombreado del suelo.
Y como culminación final del lunes, Angel Olsen esencialmente convocó una majestuosa tormenta con su voz de hechizo. Las oscuras nubes nimbo crecieron en el lado opuesto de una brillante puesta de sol, formándose silenciosamente detrás de Olsen como si ella misma fuera la calma antes de la tormenta. Aún así, el público aguantó hasta la última nota fascinante, momentos antes de que las gotas de lluvia señalaran el telón final.
Por supuesto, el mayor recordatorio de que los cielos están fuera del control humano llegó antes del último día del festival: el eclipse mismo. Después de gritar y gritar cuando la luna bloqueó completamente el sol alrededor de la 1:50 pm, los asistentes guardaron silencio durante más de tres minutos de oscuridad. Sólo un poco de brillo anaranjado bordeaba el horizonte montañoso en todas direcciones, como una puesta de sol en 360 grados, mientras el cielo y el suelo se oscurecían más que el crepúsculo. En el centro de todo esto, un agujero negro bordeado de luz parecía perforar el cielo.
Tres días antes, los espectadores se habían preguntado en voz alta sobre el alboroto que rodeaba al eclipse, reflexionando si la totalidad marcaba la diferencia. Al ver la conmoción de todos (personas que sabían lo que se avecinaba y todavía no podían creerlo), quedó claro: los eclipses parciales son interesantes, pero la totalidad, la noche a mitad del día, es transformadora. Aquí hay algunas imágenes de ese día para compartir la sensación de la metamorfosis.
