En línea con el pronunciamiento que realizó días pasados Consejo Nacional de Decanos y Decanas de Ciencias Veterinarias (Conadev), Mariano Garate, decano recientemente electo de la Facultad de Veterinarias de Casilda, Santa Fe, ponderó la decisión del Estado nacional de incluir, por primera vez en la historia, una partida de 1.000 millones de pesos destinada a los 14 hospitales-escuelas para la atención de animales en el Presupuesto 2024, que debe ser debatido y aprobado por el Congreso Nacional.
En una decisión sin precedentes, el proyecto de ley del Presupuesto Nacional para el próximo año incluyó la asignación una partida específica por 1.000 millones de pesos destinada a los 14 hospitales-escuelas para la atención de animales que funcionan en las diversas facultades de veterinaria de Argentina, las cuales reúnen una comunidad educativa de docentes, no docentes y alumnos compuesta por casi 38.000 personas.
El Conadev celebró la decisión política cuando días atrás se reunió en la Facultad de Veterinarias de Casilda, que forma parte de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y destacaron que es una iniciativa que mejora a la salud pública en su conjunto.
En diálogo con Télam, Garate, decano recientemente electo hasta 2027 en la Facultad de Veterinarias de Casilda, ciudad del sur de Santa Fe, ubicada a unos 56 kilómetros de Rosario, cuenta que la novedad causó “fuerte apoyo y lo celebramos como una muy buena noticia porque fortalece la salud no sólo en favor de los animales, sino que se previene y controla enfermedades zoonóticas que contagian a los seres humanos.
Por primera vez el Estado nacional incluyó una partida de 1.000 millones de pesos destinada a los 14 hospitales-escuelas para la atención de animales en el Presupuesto 2024, que debe ser debatido por el Congreso Nacional.
Argentina cuenta con 14 facultades de ciencias veterinarias a lo largo del país, que se encuentran desplegadas con distintos hospitales de salud animal en Buenos Aires, Formosa, Entre Ríos, La Rioja, Santa Fe, La Pampa, Córdoba, Tucumán y Corrientes.
A su vez, se trata de un universo de casi 38.000 personas entre la población nacional de 30.000 estudiantes de grado y posgrado, 5.000 profesoras y profesoras y los 2.500 del personal no docente.
“La veterinaria ya no se enfoca sólo en el concepto animal, sino en una sola salud del medio ambiente, humana y animal. Nuestros estudiantes saben que trabajar la salud del animal implica también mejorar la situación de su propietario o propietaria, de la familia y de la comunidad en general”, sostiene Garate para explicar el impacto que implica contar con un presupuesto propio.
El decano remarca el trabajo del Ministerio de Educación y del secretario de Políticas Universitarias, Oscar Alpa, en estos logros al tiempo que subraya la importancia de que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, haya firmado en febrero pasado una resolución que declaró a la profesión veterinaria como de interés sanitario.
“Este gobierno tuvo la decisión de que seamos parte de los dispositivos de la salud pública cuando Vizzotti nos reconoció como profesionales”, remarca Garate sobre el recorrido que termina con la inclusión en el presupuesto 2024 y cuenta que esas señales fueron un motor para pensar y debatir con vitalidad cómo potenciar el rol de los hospitales de animales que funcionan en las distintas facultades de veterinarias.
“La veterinaria ya no se enfoca sólo en el concepto animal, sino en una sola salud del medio ambiente, humana y animal. Nuestros estudiantes saben que trabajar la salud del animal implica también mejorar a la comunidad en general”Mariano Garate
Los fondos presupuestarios servirán para comprar y mantener equipamientos, insumos, brindar mejores servicios e incluso contratar mejores profesionales para que transmitan su conocimiento a los alumnos y las alumnas de la carrera.
“La inversión permite que estos hospitales-escuelas empiecen a formar parte de un sistema de salud mucho más amplio, porque hoy el 70 por ciento de nuestras enfermedades se transmiten del animal al hombre o la mujer”, detalla Garate, que informa que solo en Casilda hay alrededor de dos mil estudiantes en la Facultad de Ciencias Veterinarias.
Para el decano, esta decisión no sólo marca el valor que tienen los servicios públicos, sino que “estos hospitales no solo atienden la salud del animal, sino que mejoran y previene enfermedades para la prioritaria o el prioritario y su familia, así como el control de enfermedades zoonóticas”.
“Este gobierno tuvo la decisión de que seamos parte de los dispositivos de la salud pública cuando Vizzotti nos reconoció como profesionales”Mariano Garate
A la vez, Garate recuerda que los hospitales-escuelas de veterinaria se pusieron en marcha sin recursos propios: “¿Qué hubiese pasado si teníamos este presupuesto desde el inicio? Seguramente tendrían otro volumen y podrían dar otro soporte”.
Si bien Conadev celebró la decisión por la que se destinan fondos específicos, saben que el presupuesto seguirá su camino en el Congreso y por eso cada decano y decana se comprometió a hablar con los legisladores de sus provincias.
“Cada uno de nosotros estamos conversando con los representantes nacionales de nuestras provincias para que vean la importancia que tienen estos recursos y lo puedan acompañar”, dice Garate y explica que hasta ahora los fondos con los que funcionan los hospitales animales salen de las partidas generales de cada facultad.
A la vez, el decano cuenta que estos centros no solo sirven para la capacitación de los alumnos o las alumnas sino que reciben pacientes de sectores económicos vulnerables que no pueden atender a sus animales en los centros privados. “Por eso un círculo virtuoso tanto para el estudiantado como para la comunidad”, afirma el profesional que, todos los días, viaja desde Rosario hacia Casilda para trabajar en la facultad.
“Hubo señales muy claras de este gobierno hacia la medicina veterinaria, que cobra un rol muy importante a nivel mundial a partir de la pandemia”, señala Garate como punto relevante en el camino que incluyó a los hospitales veterinarios dentro del presupuesto con una partida específica, un pedido que sostenían desde hace tiempo.