Hace una semana, el ministro de Economía y candidato a la presidencia por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa publicó una imagen en su cuenta de Instagram por el cumpleaños 21 de su hija en la que se puede ver parte de un cuadro que llamó la atención del hijo de la autora, el cual reveló la emotiva historia detrás de esa obra de arte.

Matía Oberlin es doctor en Historia en la UBA y fue quien contó la historia detrás del cuadro que le regaló su madre -una salvadoreña exiliada durante el Plan Cóndor que azotó América Latina- el día del casamiento de Sergio Massa y Malena Galmarini.

“Cicatrices de la historia de la última mitad del siglo XX de nuestra América”

A través de un hilo de Twitter, Oberlin relató: “Anoche mi hermana me mandó esta foto con un mensaje que decía: ‘Mirá Mati, ¡ese cuadro!’. Lo reconocí enseguida y recordé cómo había llegado ahí”.

En este sentido, Matías siguió su relato contando la historia de su mamá, salvadoreña, y su papá, argentino: “Llevaban en sus cicatrices la historia de la última mitad del siglo XX de nuestra América. Se conocieron en Suiza, exiliados ambos. A mi padre lo perseguían por haber sido dirigente gráfico, salió del país en 1976 hacia Brasil y en el contexto del Plan Cóndor que expandió la persecución de militantes políticos y sociales vecinos, pidió asilo en Suiza”, señaló.

Además, agregó que a pocas horas de la dictadura cívico-militar, en 1976, le allanaron el departamento a su papá y lo echaron del trabajo. “En enero del ’76, mis tíos Héctor y Ángel habían sido secuestrados por el Comando Libertadores de América, todavía están desaparecidos. Mi tío René fue secuestrado en septiembre del ’77, todavía está desaparecido”, sostuvo.

La historia de la madre también tuvo su punto de dolor: la joven viajó a Suiza porque habían cerrado la universidad en El Salvador y su abuelo -el padre de ella- la ayudó para que fuera a estudiar afuera. “Cuando quiso regresar, la ultraderecha salvadoreña había atentado contra mi abuelo disparando a un auto pensando que era él quien manejaba”.

“Cuando volvió la democracia mis viejxs volvieron a la Argentina. A los pocos años mi viejo consiguió laburo en Costa Rica y ahí vivimos entre el ’88 y el ’97”, detalló. Eso permitió a que su mamá estudiara en la universidad pública de Costa Rica y esté cerca “de los suyos”, dijo.

Un regalo de bodas que perdura hasta hoy

Luego, el historiador llegó al momento en el que el cuadro es el protagonista: “Cuando mi viejo pasó a la clandestinidad, entre marzo y octubre del ’76, lo recibó la familia de un gran amigo suyo: Fernando “El Pato” Galmarini, Marcela Durrieu y la pequeña Malena. Entiendo que Malena llegó a querer a mi viejo como un tío. Tanto es así que cuando Malena y Sergio se casaron, en el año 2000, invitaron a mis viejos”, rememoró.

La crisi del 2001 hizo que su familia tuviese que pasar momentos económicos difíciles como la mayoría de los argentinos, por lo que no había “clima” para asistir a la boda de Sergio Massa y Malena Galmarini. Sin embargo, sí para un regalo que hasta hoy atesoran.

“Yo tenía 14 años pero recuerdo la angustia de mi vieja sin saber qué regalarles a Malena y a Sergio en el casorio. Finalmente, entre los dos tomaron una decisión: regalarle uno de los cuadros que ella había pintado“, contó y recordó que a su mamá no le gustaba regalar cuadros porque “creía que ponía en compromiso a quien los recibía de tener que colgarlos en su casa”.

“Hace años podrían haber reemplazado ese cuadro, pintado por una mujer extranjera y exiliada. Sin embargo tiene 23 años en el living de su casa. Un cuadro que lleva la carga de exilios, dolores, angustias y sueños“, concluyó.

La respuesta de Malena Galmarini

La historia se convirtió rápidamente en viral, por lo que la titular de AySA, Malena Galmarini, se hizo eco y le respondió a Matías: “Nunca dejó de estar colgado, cuando la casa creció encontró un nuevo lugar”.

“Estuve hace dos días con tu primo Mariano y le di un abrazo que no debe haber entendido: fue como volver a abrazar a tu viejo. A pesar de todo lo duro que fue aquel entonces, fuimos familia“, agregó.

A su vez, Oberlin le contestó a Melan: “Qué belleza, Male. Gracias por este hermoso mensaje. Me emociona saber que los colores de mi vieja siguen vivos y con ellos sus sueños, dolores y esperanzas. Te abrazo muy fuerte”, respondió Matías. 





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