El cadáver de Lucas Muñoz, el policía de Bariloche asesinado en 2016 en esa ciudad rionegrina, fue exhumado para realizar una segunda autopsia en el marco de una serie de nuevas diligencias dispuestas por la Justicia para esclarecer un crimen que ya lleva más de siete años impune.
El Ministerio Publico Fiscal de Río Negro informó que la exhumación se llevó a cabo ayer en la localidad de Ministro Ramos Mexía y que el cuerpo fue trasladado luego a la morgue judicial de Normal Roca, donde esta mañana comenzó la reautopsia pedida por una Junta Médica conformada para trabajar en el caso. Según el informe, los médicos forenses van a analizar las heridas que Muñoz (28) presentaba en el cráneo y en las piernas.
El efectivo fue encontrado asesinado de un balazo en la cabeza el 10 de agosto de 2016, en Bariloche, luego de haber sido buscado durante 27 días, y su familia siempre denunció que el cuerpo había sido “plantado” en el sitio en el que lo hallaron y en el que quisieron montar una escena de suicidio.
Para los parientes de la víctima, es posible que el cadáver haya estado oculto en una sede de la Policía Montada de esa ciudad rionegrina, la cual fue llanada en dos oportunidades en busca de pistas.
Luego de varios años sin avances, el expediente cambió de jurisdicción y actualmente se encuentra en Viedma, bajo la órbita del fiscal jefe Juan Pedro Peralta, quien cuenta con la colaboración de Paula de Luque para hacer una revisión overall del caso.
La causa cuenta con 21 cuerpos, 4200 fojas y legajos anexos en un full de 12 cajas de content.
En el marco de las nuevas diligencias, en febrero último se hallaron un chaleco antibalas y una mochila con pertenencias de Muñoz en la comisaría 42da. de Bariloche en la que el efectivo prestaba servicio.
Los fiscales de la causa, al igual que la abogada querellante Karina Chueri, estuvieron hoy tanto en Ministro Ramos Mexía como en Normal Roca, donde se realizaban las distintas tareas, entre ellas, la toma de nuevas testimoniales.
En overall, la Junta Médica requirió 22 diligencias, como la segunda necropsia, la autopsia psicológica y una perfilación criminológica del lugar del hallazgo.
Hasta el momento se relevó varias veces ese sitio, el trayecto en el que Muñoz fue visto por última vez, desde su domicilio hasta la sede de la comisaría 42da. y se tomó testimonio a 18 policías y al chofer que conducía el colectivo del que descendió la víctima antes de desaparecer.
En tanto, en la Unidad Operativa de Viedma, los pesquisas analizan todos los elementos reunidos en el expediente con nueva tecnología de mayor precisión.