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Si bien el estado que lideraba esa política de censura era Texas, en 2023 Florida triplicó el número de prohibiciones / Foto: Tw.

Ante la ola de censura de libros en aulas y bibliotecas de Estados Unidos que se incrementó este año con la prohibición de 3.000 títulos en 41 estados, estudiantes, docentes y bibliotecarios decidieron poner en marcha distintas iniciativas y estrategias para revertir esta situación que se ensaña especialmente con autoras mujeres, personas de color y miembros de la comunidad LGBTQ+.

Si bien el estado que lideraba esa política de censura era Texas, en 2023 Florida triplicó el número de prohibiciones, en el marco de una tendencia conservadora que también se tradujo en sentencias que cercenan las libertades civiles como el derecho al aborto.

Autores y títulos censurados

Margaret Atwood, Stephen King y Toni Morrison son algunos de los autores cuyas obras se vieron afectadas.

En cuanto a los libros de género o temática LGBTQ+, encabezan la lista de la censura una autobiografía de Maia Kobabe sobre el significado de ser no binario y asexual, y “Ojos azules”, de la ganadora del premio Pulitzer y el Nobel de literatura, Toni Morrison. La novela de Morrison narra la historia de Pecola, una adolescente afroamericana que vive en Ohio a comienzos de la segunda guerra mundial y siente que la única solución a sus problemas es tener ojos azules, el estereotipo de la belleza blanca. Tanto Morrison como Kobabe, junto a otros autores, han sido marcados con “La letra escarlata”, lo que significa que sus publicaciones son “peligrosas” y las escuelas deberían reconsiderar tenerlas en sus estantes.

Otra de las prohibidas es la estadounidense DeShanna Neal, que además de ser mujer es afroamericana y queer, y fue censurada por un cuento que se refiere al proceso de transición de su hija transgénero.

“Cada vez que intentan prohibir libros es como si intentaran borrar las experiencias vividas”, manifestó la escritora, que abarca los tres aspectos a los que apunta la censura. En esa obra, titulada “My rainbow” cuenta la historia de cómo le cosió una peluca color arcoíris a su hija mayor, Trinity, cuando sentía que su cuerpo de niño no le correspondía y quería tener el pelo largo.

Este año los congresos de los distintos estados introdujeron 110 proyectos de ley considerados “órdenes de mordaza educativa” y diez se convirtieron en leyes que buscan restringir la enseñanza

La mayor cantidad de casos de censura ocurrieron en el estado de Florida, gobernado por Ron DeSantis, precandidato a la presidencia por el Partido Republicano, donde se han empeñado en prohibir los textos de temática racial y LGBTQ+.

Este año los congresos de los distintos estados introdujeron 110 proyectos de ley considerados “órdenes de mordaza educativa” y diez se convirtieron en leyes que buscan restringir la enseñanza sobre temas como raza, género, historia estadounidense e identidades LGBTQ+, según el informe “America’s Censored Classrooms 2023” de Pen América.

En abril, Florida aprobó la ampliación a todos los grados escolares la polémica ley “No digas gay”, que prohíbe hablar en clase sobre orientación sexual e identidad de género.

Club de Libros Prohibidos

Ante este panorama que se agudizó en los últimos dos años, los estudiantes de establecimientos educativos públicos reaccionaron con la creación del Club de Libros Prohibidos, que posibilita llegar a las obras de manera clandestina. Tal es el caso de alumnos de la secundaria Vandegrift en Leander, Texas, que a través de esta iniciativa accedieron a “El último hombre” , una aclamada novela gráfica del guionista Brian K. Vaughan y la dibujante Pia Guerra.

La obra aborda la situación que se desencadena a partir de una misteriosa plaga de origen desconocido que acaba con la vida de todos los seres que tengan cromosoma Y. Las únicas excepciones son el protagonista, Yorick Brown, un joven neoyorquino aprendiz de escapista, y su mascota, un mono capuchino, llamado Ampersand, informa el periódico La Vanguardia.

La exitosa y premiada serie de libros de este autor, que en 2021 fue adaptada a una serie de televisión para Disney, fue prohibida en el estado de Texas, y retirado de los estantes de las escuelas, y la única posibilidad que los estudiantes tienen para leerlo es de manera clandestina, a través del Club de Libros Prohibidos.

“Ahora mismo tenemos unos 30 miembros”, comenta Ella Scott, de 17 años, una de las fundadoras del club, quien señala que hace dos años comenzaron a ver que muchos libros desaparecían de los estantes de las biblioteca de su escuela.

Si bien muchos de las obras que faltaban eran de autores clásico, percibieron una gran ausencia de muchas de las publicaciones nuevas que tratan temas como la identidad de género, discriminación racial, abusos políticos o con personajes del colectivo LGTBIQ+.

Otras obras que ya no se conseguían eran distopías como la de Vaughan o la de Alan Moore en V de vendetta.

“En los últimos dos años ha habido un ataque sin precedentes a la libertad de expresión en la educación pública”, explica Sabrina Baeta, consultora del programa Libertad para leer, de la organización sin fines de lucro PEN América, creada para proteger la libertad de expresión en Estados Unidos.

En su último informe, PEN América detectó 5.894 intentos de censura que provocaron que casi 3.000 títulos fueran retirados de las escuelas públicas en más de 41 estados.





Fuente Telam