El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió ayer durante su visita a Israel “pausas humanitarias” para proteger a los civiles palestinos y distribuir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, donde Hamas denunció un bombardeo israelí contra un convoy de ambulancias que dejó “decenas de muertos”, mientras el líder del movimiento chiita libanés Hezbollah advirtió sobre la expansión regional de la guerra.
Facilitar esfuerzos
En una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que las “pausas humanitarias” eran “fundamentales” y que podrían facilitar a su vez la liberación de los rehenes en poder del grupo islamista palestino, que capturó a unas 240 personas durante su incursión del 7 de octubre en territorio israelí, en la que mató a más de 1.400 personas, la mayoría civiles.
“Creemos que todos esos esfuerzos serían facilitados con pausas humanitarias”, dijo el diplomático, que realizó su segundo viaje a la región desde los ataques del 7 de octubre, en el que aseguró que “Israel jamás estará solo”.
Mientras, en Washington, el Pentágono informó que drones estadounidenses “desarmados” sobrevuelan la Franja de Gaza asistiendo a Israel en la búsqueda de los más de 240 rehenes capturados por Hamas, entre los que hay una veintena con nacionalidad argentina.
“Destruir a Hamas”
Por su parte, Netanyahu reveló que rechazaba cualquier cese temporal de la lucha contra Hamas que no incluya la liberación de los rehenes. “No nos detendremos hasta la victoria”, agregó, y aclaró que esto significa “destruir a Hamas, (y lograr) el regreso de los rehenes y el restablecimiento de la seguridad para nuestros ciudadanos y niños”.
La victoria será “nítida y clara” y “resonará durante generaciones”, aseguró Netanyahu en una conferencia de prensa, antes de Shabbat (día de descanso y celebración judío que comienza antes del anochecer del viernes y se extiende hasta la misma hora del sábado), según replicó el medio local Times of Israel. “Israel no permitirá la entrada de combustible a Gaza y se opone a enviar dinero a la Franja”, dijo el premier israelí.
Blinken, por su parte, afirmó que el único medio para garantizar la seguridad de Israel es la creación de un Estado palestino. “La única forma de garantizar una seguridad duradera para Israel es que los palestinos hagan realidad sus legítimas aspiraciones a un Estado propio”, afirmó en una conferencia de prensa tras el encuentro con Netanyahu.
“La mejor manera, quizás la única, es la de dos Estados para dos pueblos“, señaló. El secretario de Estado estadounidense proseguirá viaje mañana hacia Jordania en un contexto de temor mundial por una escalada del conflicto.
Habló el líder de Hezbolá
Por su parte el líder del movimiento chiita libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, este viernes dio su primer discurso desde el estallido del conflicto, en el que advirtió que “hay una posibilidad realista” de que la guerra se amplíe a la región.
Nasrallah consideró que los ataques de Hamas fueron “correctos, sabios y justos”, aunque aseguró que su planificación fue “100% palestina”, y que Hezbollah “se unió a la batalla desde el 8 de octubre”.
Desde la nueva escalada de violencia en la región, la zona fronteriza del sur de Líbano es escenario a diario de intercambios de disparos entre el Ejército israelí y Hezbollah y sus aliados, que apoyan al grupo palestino.
La violencia ya dejó más de 70 muertos en el sur de Líbano, la mayoría combatientes de Hezbollah, aliado de Irán. Del lado israelí murieron ocho soldados y un civil, según las autoridades.
Desde el ataque de Hamas del 7 de octubre, los 2,4 millones de habitantes de Gaza viven asediados y bajo bombardeos constantes de Israel, que provocaron más de 9.000 muertos, entre ellos más de 3.800 niños, según el movimiento islamista.
Bombardeo a un convoy de ambulancias
Hamas afirmó este viernes que Israel bombardeó un convoy de ambulancias que salía del principal hospital del territorio palestino, dejando “decenas de muertos y heridos”.
El convoy debía transportar heridos desde el hospital Al Shifa hacia la frontera con Egipto.
Esto se produce después de que este jueves las tropas israelíes afirmaran que habían cercado completamente Gaza y después de que Egipto abriera esta semana el paso fronterizo con Rafah, en el sur de la Franja, para evacuar a heridos y a extranjeros o palestinos con pasaporte extranjero.
Tras una semana de combates en el norte de la Franja, los soldados israelíes consiguieron “cercar la ciudad de Gaza, centro de la organización terrorista Hamas”, anunció ayer el portavoz militar Daniel Hagari.
Campaña militar
“Estamos en el corazón de la campaña (militar), nuestros éxitos son impresionantes“, celebró Netanyahu ayer en una visita a una base militar cerca de Tel Aviv. El dirigente reconoció que la operación es “difícil” y que incluye “pérdidas dolorosas”.
Hasta ahora, el Ejército ha notificado 332 soldados muertos. Videos compartidos por Hamas muestran a sus combatientes emergiendo de túneles para atacar los tanques israelíes, cuyo avance es difícil por la destrucción causada por los bombardeos.
Además, unas 50 instalaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para refugiados palestinos en Medio Oriente (Unrwa, en inglés) resultaron dañadas en la Franja de Gaza durante la actual espiral del conflicto, informó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). La organización añadió que casi 700.000 personas se han refugiado en 149 instalaciones de la Unrwa, casi cuatro veces su capacidad prevista.
Israel bombardeó el enclave este viernes de madrugada. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Hamas, que gobierna el territorio, siete personas murieron en un ataque en Jabaliya, un campo de refugiados en el norte de la Franja, donde también fallecieron cerca de 200 personas en anteriores bombardeos esta semana. En el barrio de Zaytun, en la ciudad de Gaza, murieron otras 15 personas.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU estimó que los bombardeos contra Jabaliya, el mayor campo de refugiados de Gaza con unos 116.000 residentes, podían constituir “crímenes de guerra”.
En tanto, las Brigadas Ezzedin al Qassam, el brazo armado del movimiento palestino, señalaron que habían atacado a soldados israelíes cerca de Beit Lahia, en el norte del enclave.”Gaza será una maldición en la historia de Israel” y muchos de sus soldados “volverán en bolsas negras”, dijo un portavoz de las Brigadas.
Deportados
En tanto, Israel empezó este viernes a enviar de vuelta a Gaza a todos los trabajadores de ese enclave que se encontraban en su territorio en el momento del ataque de Hamas. “Israel corta todos los vínculos con Gaza; no habrá más trabajadores palestinos de Gaza”, había indicado la víspera el gabinete de seguridad israelí. Unos 18.500 gazatíes tenían un permiso de trabajo cuando estalló la guerra, según las autoridades israelíes. La ONU dijo estar “profundamente preocupada” con esta medida, teniendo en cuenta “la gravedad de la situación” en el enclave palestino.
La guerra incrementó las tensiones en Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967, donde hoy murieron otros seis palestinos en una serie de incursiones del Ejército israelí. La situación en este territorio es “alarmante y urgente”, advirtió la ONU.
A la vez, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) aseguró que esta guerra se convirtió en el suceso más mortal para los corresponsales que cubren conflictos. “Al corte del 2 de noviembre, entre las 10.000 personas muertas desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, al menos 36 fueron periodistas y trabajadores de medios“, indicó el organismo en un comunicado.