La retórica antiinmigrante de los conservadores estadounidenses se endurece, entre los mítines incendiarios de Donald Trump, los desafíos de gobernadores a Joe Biden y una caravana de supuestos patriotas que avanza hacia ciudades fronterizas con México. En plena campaña electoral los republicanos acusan al presidente Biden de llevar a cabo una política de “fronteras abiertas”, con unos 10.000 migrantes interceptados a diario en diciembre. Los más radicales hablan de “invasión”.
Los demócratas lo desmienten alegando que han deportado a aproximadamente 460.000 personas en poco más de siete meses hasta finales de diciembre porque incumplían las condiciones para entrar. Pero sus explicaciones caen en saco roto entre los conservadores.
Trump
Trump, favorito para la nominación del Partido Republicano de cara a las presidenciales de noviembre, martillea en cada mitin la misma idea: Biden es débil y ha abierto la frontera de par en par. El magnate promete “la deportación interna más grande de la historia de Estados Unidos” si regresa a la Casa Blanca porque los migrantes “envenenan la sangre del país”, unos comentarios que le han valido comparaciones con Adolf Hitler.
Con este mensaje espera convencer al votante republicano, para el que la crisis migratoria prima sobre la economía, según las encuestas. Pero podría espantar a los más moderados y a los independientes. Por lo pronto cuenta con el apoyo de buena parte del partido.
La frontera
Para empezar los republicanos han supeditado la aprobación de una ayuda en el Congreso a Ucrania a un endurecimiento de la política migratoria. Trump también puede contar con otro aliado, el gobernador de Texas Greg Abbott, quien ha colocado alambre de púas en la frontera, ha trasladado a migrantes en autobuses a ciudades dirigidas por demócratas y, según la administración de Biden, ha impedido el acceso de agentes federales a algunos sectores. Es más, ha desafiado un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que permite retirar el alambre de púas. No está solo. Veinticinco gobernadores republicanos se han solidarizado con él.
Mientras, la caravana “Recuperar nuestra frontera” ha previsto manifestaciones este sábado en localidades fronterizas. Los organizadores, que se autodenominan Nosotros el Pueblo, instan a miembros de las fuerzas seguridad retirados o en activo veteranos, funcionarios, propietarios de negocios, ganaderos, camioneros, motoristas, prensa y “cumplidores de la ley” a unirse a ellos para protestar “pacíficamente”.