El Festival de Cine de Córdoba (FeCC), que se realizará hasta el próximo domingo, organizó en su segunda jornada un foco sobre el trabajo de la actriz local Eva Bianco, que entre otros reconocimientos obtuvo el premio a la Mejor Interpretación de la sección “Un Certain Regard” del Festival de Cannes en 2019.
“Más que el festival ponga el foco en mi trayectoria, es prestarle atención a un grupo de películas de las que he participado”, cuenta la actriz a Télam en un bar lindante con el Teatro Real, en pleno centro de la ciudad de Córdoba. “Lo que siento es que el Festival de Cine de Córdoba le da este espacio a estas películas a través mío”, completa con modestia.
Los filmes que menciona son “Margen de error” (Liliana Paolinelli, 2019), “Sobre las nubes” (Maru Aparicio, 2022), y la producción de 2010 “Los labios”, de Santiago Loza e Iván Fund -que se proyectó ayer en el Cine Arte Córdoba-, tres trabajos en donde Bianco demostró su ductilidad con un abanico de recursos que la ubican, por si hiciera falta, como una inmensa actriz.
Eva Bianco -su nombre real es Eva Duarte y de hecho protagonizó la obra “Mi nombre es Eva Duarte”, de Belén Pistone-, es licenciada en Teatro por la Universidad Nacional de Córdoba y además de las películas mencionadas participó en “Amigas en un camino de campo”, también de Santiago Loza; “Las calles, de María Aparicio; “El limonero real”, de Gustavo Fontán; y “Extranjera, de Inés de Oliveira Cézar, entre otros títulos destacados.
– ¿Qué significa para vos que el Festival de Cine de Córdoba ponga un foco en tu trayectoria?
– Más que el festival ponga el foco en mi trayectoria, es prestarle atención a un grupo de películas de las que he participado a lo largo del tiempo, como ‘Los labios por ejemplo, que es una película que quiero mucho y a la que le estoy muy agradecida por la forma en que trabajamos con Iván (Fund) y Santiago (Loza). Además se va a dar “Margen de error” de Liliana Paolinelli, que es una comedia deliciosa y novedosa por el tipo de personajes y las situaciones que hay ahí, y lo mismo ‘Sobre las nubes”, de María Aparicio, que también me parece formidable, entonces lo que siento es que el Festival le da este espacio a estas películas a través mío.
– ¿Hay un esfuerzo extra para trascender con tu trabajo desde fuera de Buenos Aires?
– Soy muy consciente de que mi situación es muy particular porque no he necesitado irme a vivir a Buenos Aires para que se genere el trabajo. Yo no siento que es un esfuerzo extra, la mayoría del trabajo más fuerte nace desde Buenos Aires, pero a mí me gusta irme de Córdoba y luego me gusta volver a casa. Lo que entendí es que no es muy diferente a Buenos Aires, porque el trabajo llega a través de una cadena de personas que nos vamos recomendando y los que nos necesitan nos van encontrando. Como se armó el país con respecto al trabajo, a este tipo de trabajo, estar en Córdoba y seguir trabajando y pertenecer al circuito, siento que es una posibilidad para otras personas que no tengan ganas de moverse y que puedan acceder al teatro, al cine y a trabajar. En definitiva me di cuenta que hay una rueda que hacemos girar y además, que en este último tiempo las cosas son de otra manera porque se está firmando muchísimo fuera de Buenos Aires y a la vez, Buenos Aires sale a firmar al interior porque encuentra gente con la que es posible hacerlo, así que hay algo de un paradigma que se está modificando, es un orgullo ser parte del cine de una provincia como Córdoba.
– En ese sentido en estos últimos años la provincia se convirtió en uno de los polos audiovisuales más importantes de la Argentina.
– No me sorprende que Córdoba sea lo que es y hayamos llegado en el cine y hay que ver que viene, porque esto no se detiene. Yo soy parte de la generación que cuando hace 40 años entramos en democracia, se reabrieron las escuelas de cine y de teatro y yo ingresé en esas primeras camadas, una época donde no se podía hacer cine en Córdoba ni en otra parte del interior, no había ninguna posibilidad. Se nos decía que había que ir a Buenos Aires y muchos de esa generación se fueron y son los que me llamaron para sus películas, como Liliana Paolinelli, Santiago Loza, Ada Frontini y muchos más. Entonces siento que con la vuelta de democracia todo se empezó a armar de a poco nuevamente y ha sido como una gran bola de nieve, por eso no me sorprende, es un camino que se ha hecho y que nunca se detuvo. Ahora filmo mucho en Córdoba, la gente vive acá y hace cine desde acá y desde acá va a hacer cine a Buenos Aires y a otros lugares del país y del exterior. Antes todo estaba muy sujeto a Buenos Aires pero ahora se está aflojando, pero no porque Buenos Aires no lo permitía, sino que nosotros mismos estamos trabajando y nos agrupamos de otra manera. Es una rueda que está adquiriendo velocidad y nos está transportando a todos.
– ¿Cuál es tu mirada sobre el Festival de Cine de Córdoba, qué expectativa te genera?
– Tengo mucha expectativa porque se ha organizado de un modo distinto, un modo en donde se le da lugar a las películas, que se tenga la opción de que se puedan ver de manera gratuita y se le dé lugar también a los que las hacen, de una manera muy cercana a la gente, con ideas como mostrar un poco el oficio por dentro, eso me parece muy interesante. Yo creo que hay interés, está muy bueno que los que estamos dentro de este oficio podamos hablar de lo que hacemos, expresarnos contar el entusiasmo que tenemos, las dificultades que sorteamos, los hallazgos que encontramos el camino recorrido. Me parece importante eso porque a veces las voces de quienes hacen las películas son las de los directores o los productores o algunos actores emblemáticos, pero las películas se hacen con mucha gente y está bueno darles también un lugar a esas personas.