Para algunas personas, un rastreador de actividad física (como Whoop, FitBit, Apple Watch, Oura Ring o Garmin smartwatch) puede proporcionar información útil y procesable sobre sus comportamientos diarios. Algunos podrían usarlo para optimizar el entrenamiento de maratón o los patrones de sueño. Para otros, sin embargo, podría ser cuestión de llevar consigo una especie de recordatorio -un poco caro- que les ayude a vivir más sanos. Ahora estos dispositivos también podrán contar con inteligencia artificial. Para algunos esto es una característica positiva y para otros un defecto.
Las nuevas funciones de Whoop, reunidas en la aplicación Whoop Coach, utilizan el modelo GPT-4 de OpenAI. Este entrenador virtual, gracias a su interfaz de chat, intentará responder a las preguntas abiertas de sus usuarios, a partir de la enorme cantidad de datos de salud que recoge el dispositivo conectado, como el oxígeno en sangre, la temperatura de la piel, así como el corazón y las vías respiratorias. tasa. Los usuarios ahora pueden preguntar “¿por qué estoy cansado?” o “¿qué debo hacer hoy en el gimnasio?”. Si realmente no puedes dejar de pensar en el Imperio Romano y quieres que también te inspire para entrenar, Whoop Coach te dará excelentes sugerencias. Whoop ya parece haber comprendido que no todos los usuarios estarán entusiasmados con la inteligencia artificial. De hecho, ya tras el anuncio del producto, también explicaron cómo desactivar la nueva función, si se desea. Emily M. Bender, profesora de la Universidad de Washington -y una de las 100 personas más influyentes según Revista Tiempo En el campo de la IA, tuiteó su escepticismo: “Esto tiene arquitectura GPT4. Entonces, ¿cuántos minutos, cuántas horas y cuántos días faltan para el primer anuncio de que estas herramientas también pueden dañar el cuerpo?”
También es cierto que varias personas parecen ya convencidas. El tono de las críticas positivas va desde “no hay nada malo que reportar” hasta “por fin han llegado algunos dispositivos verdaderamente inteligentes”. Dado que menos del 25% de los adultos estadounidenses hacen ejercicio, incluso descuidando las formas y horarios óptimos, un empujón de la IA no es algo malo.
Por otro lado, muchos entusiastas del running ya han pedido (y siguen pidiendo) a ChatGPT que cree programas de entrenamiento adaptados a sus situaciones específicas. Esto causó una gran impresión en uno de los investigadores principales de Polar, quien lo calificó como “un gran comienzo para muchos corredores”. Esta es ya una de las razones del éxito de la Inteligencia Artificial en el mundo del ejercicio físico: a veces la forma en que se reciben las instrucciones resulta ser más importante que las instrucciones en sí. Probablemente, la sensación de recibir un programa de formación hecho a medida empuja a sus usuarios a respetarlo más, aunque quizás se trate de un TrainerBot con sólo tres modelos para ofrecer a todos los usuarios.