Antes de ser juzgada dentro de unas semanas por “quiebra y blanqueo de dinero” por una empresa de corretaje anterior a Shauna Events, su agencia de influencers, Magali Berdah ha decidido revelar su vida diaria desde que acusó a Booba de acoso. En las últimas semanas, varias de sus estrellas web han abandonado el barco, y no en vano eligió el título “Más allá de las apariencias” para esta serie que se emite en YouTube todos los miércoles. Como ella anuncia en el Primer episodioella “empieza de cero”.
Por tanto, la descubrimos durante las reuniones con su equipo, trabajando en la cocina o con influencers a los que les explica la situación en su cama. El esplendor de Dubai que se muestra en las redes sociales parece muy lejano y las lágrimas sobran.
Acoso constante
Hay que decir que lo que ella describe, como las llamadas anónimas (sólo de hombres) y las amenazas enviadas a su entorno profesional, son suficientes para ponerte nervioso. Además, en el segundo episodio publicado online esta semana, ella confiesa que quería acabar con su vida. Se trata de un engaño a su abogado diciéndole que envíe a su cliente a la comisaría de Neuilly-sur-Seine para que lo detengan. El autor del bulo se había hecho pasar visiblemente por el juez, según la empresaria.
Para Magali Berdah, todos estos ataques tienen el mismo origen: Booba, contra quien presentó una denuncia por ciberacoso y que, a pesar de haber sido acusada el 2 de octubre y de tener prohibida su mención en las redes sociales, no se priva de ello.
Juicio en curso
El sistema de justicia tiene poco aprecio por estas prácticas. Veintiocho personas serán juzgadas ante el tribunal penal de París entre este mes y enero próximo por haber acosado en línea o incluso amenazado de muerte a Magali Berdah. Cualquier persona declarada culpable de ciberacoso se arriesga a recibir hasta dos años de prisión y una multa de 30.000 euros. Por amenaza de muerte, la pena que se incurre puede ser de hasta cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros.