Paula Puebla y Julia Kornberg unidas para compartir su mirada del Mundial Foto Nacho Snchez
Paula Puebla y Julia Kornberg, unidas para compartir su mirada del Mundial. /Foto: Nacho Sánchez.

A días de que se cumpla el primer aniversario del Mundial de Fútbol que llevó al equipo argentino a consagrarse campeón del mundo en Qatar, a Lionel Messi a la cima de su carrera y a la hinchada al éxtasis, las escritoras Paula Puebla y Julia Kornberg publican “Diario de un tiempo mesiánico”, un libro que reúne las crónicas y los textos literarios que escribieron a cuatro manos, partido tras partido, en el blog E-scaloneta y que ahora dan cuenta de una épica pero también de un momento de argentinidad en unión y alegría.

“Los libros vienen cuando los recuerdos se van. Su principio de existencia es el de los monumentos: que vuelva para permanecer aquello que se fue para siempre”, advierte el escritor Juan José Becerra en la contratapa del libro, publicado por 17 Grises editora.

El autor de “Amor”, pero también de textos con registro futbolero como el libro coral de relatos “Con el corazón en la Boca“, sostiene que el monumento esculpido a cuatro manos por Paula Puebla (Buenos Aires, 1984) y Julia Kornberg (Buenos Aires, 1986) es el Mundial de Qatar 2022: “Nunca un nombre oriental le dijo tanto a los argentinos. Es el cuento encantado de la noche 1002. De él se desprenden los frutos de la felicidad colectiva, con una salvedad paradójica: esa felicidad de todos es solamente de uno (de lo más profundo de cada uno)”. Y advierte que “Diario de un tiempo mesiánico” es “un homenaje en tiempo real en el interior de la gloria”.

“¿Quién escribe bien sobre fútbol?”, le preguntó durante una charla en 2021 Kornberg a Puebla y se llevó a Estados Unidos, donde residía mientras terminaba su doctorado en Princeton, una lista para avanzar en la lectura. Aquella charla en Buenos Aires fue la semilla de un proyecto que nació con la idea de dejar testimonio de una época. “No sabíamos si íbamos a ganar. ¿Pero cómo seguir después de una derrota tan inesperada? ¿A dónde íbamos y cómo seguíamos con el proyecto?”, recuerda, en diálogo con Télam, Kornberg -autora de la novela “Atomizado Berlín”- sobre la incertidumbre de esos primeros textos. Decidieron, en una actitud que emparenta a la escritura con la práctica deportiva, seguir.

Antes de los partidos, mantenían un intercambio breve por Whatsapp sobre lo que habían estado pensando o percibiendo del público, del estado de ánimo general, la cuestión geopolítica, determinada rencilla histórica o el perfil del DT, Lionel Scaloni. Después, en un documento online y compartido, avanzaban línea a línea y a cuatro manos con disciplina y orientadas bajo cierta tradición norteamericana del “sportswriting”, que abonaron Gay Talese, John Updike y David Foster Wallace.

“¿Cómo entonces, nos preguntamos, escribir sobre fútbol hoy? ¿Cómo hacerlo sobre la marcha, con el fuego de un campeonato mundial todavía vivo, atravesadas por la experiencia más global e inmersiva de los tiempos? ¿Cómo se deja un testimonio cuando es todo puro presente, con una escritura que aparece cuando todavía no se extinguió el grito de gol?; Es posible acudir a la plasticidad del sportswriting en la cuna de El Matadero?”, se preguntan las autoras en el texto que abre el libro.

Puebla, autora de las novelas “El cuerpo es quien recuerda” y “Una vida en presente” y socia en la escritura, recuerda una primera intención de la escritura: no querían textos quirúrgicos ni periodísticos que estuvieran desapegados del clima pasional. “Buscábamos reflejar algo del folklore de esos. Compartíamos un documento que íbamos llenando con ideas y oraciones y entre las dos consolidábamos un texto que, la gran parte de las veces, no hizo falta modificar mucho. Confiábamos en la prosa y la visión de la otra y esas unidades de sentido después les llegaban por mail a los suscriptores”.

Foto Nacho Snchez
Foto: Nacho Sánchez.

Puebla cree que en la Scaloneta confluye una forma virtuosa de la argentinidad. “Por aquellos días sellamos un pacto. Una gran unidad nacional que no se puede lograr en otras dimensiones. Totalmente. Y eso se vio en los festejos que fueron tan trans clasistas que hubo algunos que trepaban a los semáforos y otros que circulaban con sus cuatro por cuatro con banderas o señoras regias festejando en las esquinas. Una suerte de forma permitida y saludable del patriotismo. El nacionalismo permitido”, reflexiona.

“Hinchar por la Selección es un sentido de pertenencia democrático y muy poco neurótico. El patriotismo puede tomar un montón de maneras que, algunas veces en función del contexto político, puede ser muy complicado. Y me parece que con el Mundial pasó algo que es muy hermoso, simple y jolgorioso. No tiene complicaciones y no hay gente que se queda afuera”, suma Kornberg y cuenta que vivió el partido contra Holanda en un avión de Aerolíneas Argentinas que volvía a Buenos Aires y en el que fue testigo de cómo un funeral puede mutar en fiesta patria.

Y, por supuesto, el libro también recrea el espíritu y deja testimonio del Mundial que llevó a Messi a lo más alto de su carrera. “Todos lo sabemos: Messi sabe más que nosotros. La camiseta le queda holgada como si no tuviera cuerpo y solo mirara, pero más bien evalúa, corre un poco, y define de la manera más creativa, hace colisionar las dimensiones de lo posible con las de lo imposible. El último formalista, acaso el jugador más intelectual de la noche, puso en crisis el magro sustantivo fútbol”.

“La fiesta de lo popular”, el texto que funciona como epílogo, retoma aquel espíritu patriótico que al país le suele resultar un tanto esquivo pero que, hace un año, la scaloneta garantizó para todos: “La victoria de la Scaloneta puso a todos en una frecuencia patria, en un viaje astral y redentor que habilitó cierta forma de nacionalismo. Una forma verdaderamente popular, no fascista, basada en la hermandad y esa sensación de alivio sustentada en haber escapado, al fin, de las redes del fracaso; una forma que trasvasó todo principio especulativo, toda ideología y maniqueísmo, y se fundó en la energía orgásmica colectiva”.





Fuente Telam