El Vaticano inició la restauración del Baldaquino de la Basílica de San Pedro, una obra “monumental” de 30 metros de altura y más de 400 años, en un trabajo “hecho como en 1700” que costará cerca de 700.000 euros y que finalizará a fines de noviembre, antes del inicio del Jubileo dedicado a la esperanza por el que la Santa Sede espera recibir “a 32.000.000 de fieles” en 2025.
Con 28,74 metros de altura entre el piso hasta la cruz superior y un peso de 63 toneladas, la restauración del Baldaquino insumirá “un equipo de entre diez y doce personas al día trabajando hasta fines de noviembre”, explicó a Télam el responsable técnico de la obra, Alberto Capitanucci, en en marco de una recorrida por la Basílica de San Pedro.
“Una primera etapa es la del montaje de los andamios y el inicio de los trabajos para comprobar si lo que pensamos que es necesario en la teoría bastará en la práctica”, sumó Capitanucci durante una visita organizada para mostrar a la prensa acreditada el inicio de los trabajos, con los primeros andamios montados en torno a la estructura.
“Hay una parte tecnológica, sí, pero la idea es recrear las técnicas de cuando fue restaurado en 1700, para en una etapa inicial remover las pátinas adheridas debido a sustancias grasosas y partículas atmosféricas”Enzo Fortunato
“En concreto, debemos comprobar si lo que ven los trabajadores en el andamio a casi 30 metros de altura revelan lo mismo que vimos con 6.000 fotografías que tomamos con drones para pensar la restauración“, precisó.
“Hay una parte tecnológica, sí, pero la idea es recrear las técnicas de cuando fue restaurado en 1700, para en una etapa inicial remover las pátinas adheridas debido a sustancias grasosas y partículas atmosféricas”, argumentó el experto..
El ingeniero a cargo de los trabajos destacó que “todas las celebraciones del Papa se podrán hacer, incluida Pascua, a fines de marzo” y aseguró que “haber llegado al punto de la restauración significa que fallamos en el primer punto, que es la conservación. Es como en tu casa, si dejás acumular el polvo por años luego es más difícil de sacar”.
El responsable de comunicación de la obra, el franciscano Enzo Fortunato, planteó a su vez que “el Baldaquino es una obra monumental con un triple valor antropológico, religioso y artístico”, al destacar la importancia de la estructura dorada de bronces, madera y hierro de 63 toneladas que desde el miércoles pasado es restaurada por primera vez en 250 años con un costo “de 700.000 euros”.
“El tránsito medio es de 50.000 personas al día, y para el Jubileo de 2025 esperamos un total de 32.000.000, algo menos de 90.000 diarias”Enzo Fortunato
“El primer valor es el religioso, ya que el Baldaquino está ubicado sobre el Altar Mayor, punto central de la Basílica, y marca la tumba de Pedro, el primer Papa”, planteó Fortunato.
“También hay un valor artístico, dada la complejidad de afrontar una obra que tiene una historia por sí sola, y desde luego la dimensión antropológica, ya que muestra que siempre es posible trabajar juntos”, agregó Fortunato en referencia a la estructura en la que colaboraron los dos grandes rivales de la arquitectura de la Roma de los siglo XVI y XVII, Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.
Fortunato precisó que más allá de los trabajos la Basílica “permanecerá abierta” para todas las celebraciones. “El tránsito medio es de 50.000 personas al día, y para el Jubileo de 2025 esperamos un total de 32.000.000, algo menos de 90.000 diarias”, explicó.
Luego de la primera parte ya iniciada, y tras remover las partículas grasosas, la restauración incluye una fase “totalmente manual” sobre las superficies en bronce y hierro, tras la que luego se pasará a la piedra “con pinceles suaves” para remover el polvo depositado antes de readherir los pequeños fragmentos que se puedan haber desprendido con una malta de cal.
En el trabajo sobre la madera, la última fase, se utilizarán resinas para un tratamiento “biocida preliminar y luego proceder a una consolidación recohesiva y readhesiva”, explicó Capitanucci.