Emiliano Martínez (7): tuvo poco trabajo, pero estuvo siempre atento y metido en la jugada. Falló en un rechazo de alto que terminó con “Cuti” Romero salvando sobre la boca del arco un tiro de Gabriel Martinelli. Pero se reivindicó largamente en el segundo, tapando una buena entrada de Rafinha y un remate de Martinelli luego de una corrida de Gabriel Jesus. Cuando lo necesitaron, “Dibu” respondió sin dejar dudas
Nahuel Molina (6): fue poco al ataque. Lo retuvo en el fondo la habilidad de Gabriel Martinelli. Cumplió llevándolo contra la línea de fondo. Se soltó un poco más con el partido en ventaja.
Cristian Romero (7): condujo bien la pelota desde atrás y tuvo claridad para dar buenos pases por línea interna. Marcó con la firmeza de costumbre y respondió salvándole un error a “Dibu” Martínez sobre el cierre del primer tiempo. Fue otra vez uno de los puntales defensivos del equipo.
Nicolás Otamendi (8): su cabezazo certero le abrió paso a la victoria argentina. Ganó en lo alto del área brasileña con potencia y autoridad y puso la pelota muy lejos del vuelo de Allison Becker. En la marca no dio las ventajas que dio contra los uruguayos. No tuvo que alejarse demasiado del área y por lo general le ganó los duelos a Rodrygo y Gabriel Jesus. Pero la estampa de su testazo inesperado lo convirtieron en el símbolo del triunfo argentino.
Marcos Acuña (5): empezó yendo con convicción al ataque, sobre todo cuando enganchó hacia adentro. Después, el ardor del partido y la presencia de Rafinha por su lateral lo obligaron a cuidarse más. En el segundo tiempo, el brasileño lo encaró y lo pasó en algunas jugadas y esas complicaciones determinaron su salida
Rodrigo de Paul (6): un jugador que parece hecho para este tipo de partidos dificilísimos. Fue el blanco predilecto de los brasileños. Lo golpearon bastante y lo obligaron a recibir de espaldas. No pudo darle al equipo la salida clara que demandaba. y hasta pareció incómodo jugando por adentro. Pero su personalidad lo llevó más allá. Una picardía suya exagerando una falta forzó la expulsión de Joelinton.
Enzo Fernández (5): quedó metido en el roce de la mitad de cancha y, por eso, tampoco pudo darle salida limpia al equipo. Aportó lo que menos se esperaba de él (lucha e intensidad) pero no defraudó porque estuvo siempre a la altura de la temperatura caliente de la noche.
Alexis Mac Allister (7): en el segundo tiempo y, sobre todo después del golazo de Otamendi, volvió a aparecer la calidad del jugador que se consagró en Qatar, distribuyendo juego y sabiendo cuando jugar en corto y en largo. Había arrancado abierto por la izquierda y corriendo hacia atrás hacia adelante. Pero sin encontrar por donde avanzar y sin poder tampoco imponer su toque y movilidad.
Giovani Lo Celso (6): la delicada pegada de su zurda le puso a Otamendi la pelota en la cabeza para anotar el golazo argentino. Comenzó tirado sobre la derecha y también la presión brasileña lo forzó a recibir de espaldas. Invirtió sus energías más en la fricción en el medio que en el control del juego y en el segundo tiempo, hasta que lo reemplazó Nicolás González jugó demasiado retrasado y muy alejado de Messi y Julián Alvarez.
Lionel Messi (5): Brasil encontró la manera de desactivarlo. Lo obligaron a recibir de espaldas y lejos del arco y, por eso, no logró conectar con sus compañeros. Jugó más de pasador que de definidor y una lesión en el aductor derecho que acusó en el primer tiempo terminó condicionando su desempeño. Debió reducir sus recorridos y aguantar más que que jugar hasta que pidió el cambio a los 31 minutos del complemento.
Julián Alvarez (5): le tocó jugar un partido ingrato, de espaldas al área brasileña de la que por lo general se movió lejos. Los dos centrales le hicieron sentir el rigor y lo aislaron. Por eso, le llegó poco y nada de juego y debió bajar demasiado para conectar con la pelota. En el segundo tiempo, cuando se arrimó a Messi, levantó su nivel. Corrió mucho más de lo que le permitieron jugar.
Nicolás Tagliafico (-): ingresó por Acuña para contenerlo a Rafinha y lo consiguió.
Nicolás González (-): entró por Lo Celso para equilibrar la media cancha a partir de los cambios brasileños. Volvió a cumplir arriba y abajo del lateral izquierdo.
Leandro Paredes (-): reemplazó a Enzo Fernández para oxigenar la media cancha y controlar la pelota. Cumplió con oficio la misión encomendada.
Angel Di María (-): sustituyó a Messi. Aportó piernas frescas en los minutos finales. Y toda su influencia en el equipo.
Lautaro Martínez (-): entró por Julián para moverse entre los dos centrales brasileños y presionarlos. También aportó nuevas energías en el tramo decisivo de la noche gloriosa del Maracaná.