El sorpresivo ataque por tierra, mar y aire lanzado este sábado por el movimiento palestino Hamas, que incluyó la captura de civiles, generó “miedo” a los habitantes de las zonas israelíes cercanas a la Franja de Gaza, entre ellos varios argentinos, que en diálogo con Télam destacaron que se trató de “un hecho de una magnitud poco común” y “una brutal acción terrorista”.
“Estábamos ante una tragedia solamente comparable a la sorpresa de Yom Kipur, de la guerra de 1973, en la cual Israel fue atacada al mismo tiempo por Egipto y por Siria, con la diferencia de que esta vez el frente fue la casa de los civiles”, aseguró Darío Teitelbaum, secretario de la Unión Mundial del partido Meretz, en una llamada telefónica desde su residencia en el kibutz Gvulot, ubicado a siete kilómetros de la Franja de Gaza.
El educador e historiador (62), que vive hace 45 años en Israel con su esposa e hija, detalló que las fuerzas de Hamas irrumpieron con “alrededor de 40 coches de asalto” y se esparcieron por la ciudad y kibutz de la zona, e inmediatamente recibieron por medio de mensajes de texto y de WhatsApp instrucciones de seguridad.
“En el momento que empezó el ataque estaba en mi casa, cómodamente durmiendo. Alrededor de las 6.30 de la mañana comenzó el bombardeo”, contó.
“Pudimos comprender muy rápido que esta era una situación especial porque nos pidieron a todos encerrarnos en casa, con llave, cerrar las persianas. No se trataba solo de misiles, sino que esta incursión tenía el efecto de tomar rehenes o asesinarlos”, continúo Teitelbaum, que habló de una “brutal acción terrorista” de Hamas.
Por eso, consideró que se está “ante un hecho de una magnitud poco común”, en el que manifestó haber sentido miedo ante el avance de grupos que “pasaban casa por casa disparándole a la gente”.
“Mi hija está en este momento sirviendo en el ejército en otra zona del país, que también es zona de riesgo, lamentablemente, pero estamos en contacto frecuente”, manifestó Teitelbaum.
Analizando la situación que vive el país luego del sorpresivo ataque, sostuvo que se está “ante un cambio de paradigma”, es decir, “es el momento en el cual la doctrina de seguridad nacional que lleva el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, desde el 2009 fracasa y colapsa” y “la reacción del ejército israelí fue bastante tardía.
“Los servicios de inteligencia de Israel no lograron interceptar mensajes e información para saber que con unas pocas tropas, muy asesinas y con algunos civiles iban a poder entrar a hacer semejante masacre. Hamas, sin ninguna duda, declaró la guerra a Israel. Esto es una guerra, no es un atentado”, sentenció.
“Me queda claro que los que dispararon no son los ciudadanos de la Franja de Gaza, sino quienes los tiranizan, que es Hamas”, pero “la pregunta es ¿en qué condiciones van a seguir existiendo?”, se inquietó.
Con respecto a lo que se prevé que suceda en los próximos días, detalló que la “represalia de Israel también va a ser poco común”.
“La zona está militarizada, en este momento nadie sale, nadie entra” y teniendo en cuenta la posible represalia del ejército israelí, “que no va a ser corta y no va a ser una sola noche”, puede “ser que haya evacuación de las ciudades, de los centros de población cercanos”.
Por su parte, reflexionó que “en esta zona del mundo viven dos pueblos, el palestino y el israelí, que tienen ambos todo derecho a la autodeterminación, pero no tienen derecho al terrorismo, al asesinato”.
“Sin duda, a largo plazo, la solución del conflicto tiene que incluir a los palestinos en un pensamiento de dos estados para dos pueblos, de manera que los palestinos en Cisjordania vivan al lado de Israel en condiciones pacíficas mutuas. Respecto a Gaza, me parece un tema mucho más complejo”, aseguró.
Por su parte, Valeria Paula Paramidani, una arquitecta argentina de 46 años que vive en Ashkelon, una ciudad asentada a orillas del mar Mediterráneo y cerca del desierto del Néguev, a unos 20 kilómetros de la Franja de Gaza, contó a esta agencia que sonó una alarma a las seis y media de la mañana y que “después hubo una seguidilla de unas tres horas y media, casi sin intervalos en el que no dejaban de sonar y se escuchaban muchísimas explosiones”.
“Los edificios más nuevos tienen refugios en las viviendas. El dormitorio de mi departamento es un refugio, que está construido de hormigón armado con hierro. Así que al sonar la primera alarma hay un procedimiento: tenés que entrar y nos tenemos que quedar. Luego mandé un Whatsapp en el grupo de la familia, con mi hermana (44) y mi mamá (69), para saber que estamos todos bien”, narró.
A su hermana le estallaron algunos vidrios del living de la casa tras la caída de un misil a unos 20 metros del edificio que habita, y sufrieron cortes de luz, por eso tratan de mantener los celulares cargados.
“Es una situación bastante estresante y tensa, porque hubo infiltrados de Gaza en toda la zona del sur del país, tomaron civiles de rehenes y se está diciendo que los sacaron del país y los entraron a Gaza. Recibía videos de camionetas con terroristas que iban por la calle a 50 metros de la ventana de una casa”, detalló.
La mujer, que vive hace 13 años en Israel, mencionó que jamás había pasado por una situación similar donde circularan fotos por redes sociales de personas buscadas por sus familiares que no aparecen o perdieron comunicación y no se sabe su paradero.
“Esto no tiene precedentes. La familia de mi cuñado vive en un kibutz y estuvieron todo el día dentro del refugio de la casa con tres chicos y el papá de la familia sosteniendo la puerta y escuchando afuera los tiroteos. Había terroristas dentro del kibutz. Imaginate vivir en un barrio cerrado y que vos sepas que por fuera de tu casa hay terroristas, la situación es surreal”, precisó.
A lo largo de los años, la mujer ha vivido en el país en “sensación de alerta”, pero con “la seguridad de que la defensa israelí funciona bien”, aunque reconoce que en los dos últimos años han escalado la cantidad de misiles, sin embargo esta vez es la que “más miedo” sintió.