El pianista y compositor Diego Schissi mentor de un quinteto con 14 años de actividad como una de las propuestas más originales e inspiradas de la escena local, presentará este jueves con una doble función en el porteño Virasoro Bar su reciente séptimo álbum, “Apiazolado”, con versiones propias de obras de Astor Piazzolla en las que la apuesta fue animarse a transformar ese legado “pero sin perder la fuerza, la belleza y la emoción de las originales”, advierte el músico.
“Trabajamos desde el entusiasmo de servir a la causa que sentimos que la música de Piazzolla encarna, que para nosotros son la fuerza, la belleza y la emoción”, señala Schissi durante una entrevista con Télam.
El grupo, habituado a regalar personales miradas sobre otras creaciones e incluso también sobre los géneros y estéticas que abraza desde obra propia, armó este repertorio a partir de una invitación de Daniel “Pipi” Piazzolla que, recuerda el pianista, les “tomen esa música y hagan lo de ustedes”.
Y si bien como subraya Schissi la propia razón de la agrupación es aplicar esa modalidad de trabajo creativo, “la música de Piazzolla es desafiante e intimidante y lo más difícil en este caso fue interpretarla cabalmente y no en el sentido de la ejecución de sus partituras”.
“Apiazolado-La música de Astor Piazzolla” visita “Michelangelo 70”, “Revirado”, “Libertango”, “Prepárense”, “Kicho”, “Adiós Nonino” y tres de los movimientos de “María de Buenos Aires” (“Contramilonga a la funerala”, “Tangata del alba” y “Fuga y misterio”).
Ya sin la presencia del contrabajista Juan Pablo Navarro, que grabó en el disco pero dejó el conjunto y a quien para estos recitales reemplazó Cristian Basto, la formación mantiene a sus demás integrantes: Santiago Segret (bandoneón), Guillermo Rubino (violín) e Ismael Grossman (guitarra).
Y con ese elenco este jueves a las 20.30 y a las 23 ofrecerá las dos primeras de cuatro funciones en Virasoro Bar (Guatemala 4328), en una serie que se completará en los mismos horarios el jueves 16 de noviembre.
Allí en directo, otra experiencia donde destaca su sonoridad y ensamble, el quinteto abordará un repertorio sucesor de “Tongos” (2010); “Tipas y Tipos” (2012); “Hermanos” (2014), junto a Aca Seca Trío; “Timba” (2016); “Tanguera, la música de Mariano Mores” (2018); y “Te” (2021) donde compuso a partir de 19 de las 46 palabras que Luis Alberto Spinetta utilizó para su canción “Por”.
“Siempre tenemos una afinidad enorme con la música de Piazzolla y con su espíritu, que más allá del virtuosismo tiene un nivel de apasionamiento que a nosotros sentimos nos habilitó a meternos con otra escritura y una relectura, como una dramaturgia que se hace sobre un texto que ya existe.”Diego Schissi
Schissi repasa con esta agencia el tipo de procedimiento que despliega la agrupación para construir una propuesta que, entre risas y citando la ironía del artista uruguayo Leo Maslíah, define como “música impopular”.
-Al margen de la humorada, el trabajo de ustedes y el de otras propuestas lleva a preguntarse si la música popular será aquella que llena estados y acumula vistas o es la que va dejando señas en el camino para lo que vendrá…
-Es un pensamiento importante para intentar ubicarnos y entender qué lugar nos toca para poder seguir trabajando y, en ese sentido, todo lo que nos haga perseverar es bueno. Y si bien tenemos la sensación que lo que hacemos es algo que va dejando su pequeño rastro, la huella está para adelante, así que nosotros miramos para adelante y todas estas pequeñas ceremonias de presentar un disco forman parte de algo que ayuda a perseverar. La fuerza de lo que nosotros hacemos radica en el hacer, en seguir registrando, en seguir mostrando, en seguir investigando para que sigamos intentando entender qué es lo que estamos haciendo, qué es lo que queremos hacer y qué es lo que estamos buscando.
-¿Inquieta no encajar en ninguna casilla?
-Sí, ese es un gran dilema que tienen este tipo de músicas y aunque a veces nos falta cierta contención por no entrar dentro de los cánones, eso es algo que nos da mucha libertad aun asumiendo que lo que nosotros hacemos es tango desde una visión de una música que se abre al mundo, que se abre otras músicas y eso es algo que nos apasiona a nosotros como grupo y nos da muchas ganas siempre de hacer cosas nuevas y de explorar un campo que sentimos que es inagotable, y por eso siempre estamos tratando de ver qué vamos a hacer, qué es lo próximo, y eso nos mantiene muy contentos y muy unidos musicalmente.
-¿Esa conexión que hay entre ustedes es estética, procedimental, afectiva o todo eso junto?
DS: Para tratar de sintetizar, yo creo que a nosotros nos gusta la música y nos interesa. Entonces estamos siempre hablando de música y no pensamos en otra cosa porque es la que nos da fuerza y nos guía en un ritual muy hermoso. La verdad es que me siento muy agradecido por haber podido encontrar este espacio para hacer música porque de alguna manera es un lugar que sostiene y nos contiene más allá del material en sí con el que estemos trabajando en ese momento.
-Al respecto, ¿qué implica la salida de Navarro del grupo?
-Que se agranda la familia musical. Juan Pablo estuvo con nosotros desde el principio y es un cambio muy fuerte no tenerlo más, pero estamos contentos por él que está grabando un material increíble para su septeto y orquesta sinfónica, que es un manera de multiplicar este tipo de proyectos.
-Volviendo a “Apiazolado”, ¿cuál es la importancia de Piazzolla en esa ampliación de horizontes para la música?
-Siempre tenemos una afinidad enorme con la música de Piazzolla y con su espíritu, que más allá del virtuosismo tiene un nivel de apasionamiento que a nosotros sentimos nos habilitó a meternos con otra escritura y una relectura, como una dramaturgia que se hace sobre un texto que ya existe. En ese sentido implica poder aplicar otra concepción sobre los arreglos, no en el sentido de reparar lo hecho sino redisponer los materiales de otra manera, algo que yo lo pienso desde las flores que básicamente son bellas y a partir de un arreglo pueden tornarse en otra cosa buena.