Para los amantes de los números, la elección nacional dejó mucha tela para cortar. Pero más allá de los números “grandes” -por caso, el total de votantes a una fuerza o la nueva composición del Congreso por el sistema D’Hondt- hay también algunos detalles particulares que, pese a no tener un peso significativo, son dignos de contar. Ese es el caso, por ejemplo, de las localidades en las que los candidatos cosecharon mayor cantidad de votos en términos porcentuales. Se trata de destinos variopintos, que van desde la Antártida hasta el norte jujeño.
Sergio Massa festejó los resultados de la elección en el barrio porteño de Chacarita. Pero sí hubiera elegido el lugar que más respaldo consiguió tendría que haber viajado más de 1034 kilómetros, hasta la localidad santiagueña de Figueroa. El dato lo publicó el economista Daniel Schteingart, quien reflejó que en esa región con menos de dos mil habitantes, la fórmula peronista cosechó el 81 por ciento de los votos.
Pero no sólo: esa misma localidad fue el lugar donde Javier Milei y Patricia Bullrich recogieron los peores porcentajes en toda la elección. El candidato de extrema derecha tuvo, apenas, el 8,11 por ciento, mientras que la candidata que quedó afuera del balotaje tuvo, solo, el 2,5 por ciento.
Otra de las particularidades fue que Milei logró el mayor porcentaje en un lugar del que se estudia algo que en el que él mismo no cree: el cambio climático. Es que en la Base Marambio, La Libertad Avanza alcanzó el 69 por ciento, más del doble que a nivel nacional. Cuando en agosto había sacado un porcentaje similar, el comodoro Federico Vassallo, comandante de la Base Marambio, fue consultado sobre el tema y terminó enredándose en afirmaciones que relativizaban el terrorismo de Estado.
En tanto, la zona más austral del país fue el destino en el que Massa recogió el peor porcentaje: apenas un 4 por ciento del total de votos en la única mesa electoral disponible.
Jujuy, los “pituquitos de Recoleta” y Córdoba
Schteingart también publicó los lugares en los que Bregman, Bullrich y Schiaretti consiguieron sus mejores performance. Jujuy fue una de las provincias que más respaldó las propuestas del FIT, al conseguir el doble de votos porcentuales que a nivel nacional. Pero en particular se distingue la localidad de Cochinoca, con menos de 100 habitantes, en donde la izquierda alcanzó el 10% de los votos totales. En tanto, en Limay Mahuida, La Pampa, Bregman no consiguió voto alguno.
La estadística parece haber dado la razón al gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, quien en su momento apuntó contra Juntos por el Cambio al destinarle el apodo “los pituquitos de Recoleta” por la intromisión del partido en los asuntos locales. Es que ese barrio porteño, Bullrich alcanzó su mejor porcentaje, con el 58 por ciento de los votos.
Schiaretti, por caso, hizo mella en Córdoba: fue la provincia en la que consiguió más votos totales, porcentuales y hasta le permitió ubicar nuevos diputados nacionales. Minas fue la localidad que más se ató a la propuesta del exgobernador, al conseguir el 45% de los sufragios que se destinaron en esas mesas electorales. Ullum, en San Juan, fue el caso opuesto: el candidato consiguió, en ese pueblo, un total de cero votos.