El presidente de la conferencia anual sobre el cambio climático de la ONU (COP28), Sultan Al Jaber, advirtió este domingo a los negociadores que era necesario alcanzar un acuerdo, en particular sobre el controvertido tema de los combustibles fósiles.
“Fracasar no es una opción”, sentenció Al Jaber, a dos días del cierre oficial de la COP28 de Dubai, e instó a que las casi 200 naciones presentes en las conversaciones muestren “flexibilidad”, actúen con urgencia y encuentren “puntos en común”
“Lo que buscamos es el bien común. Lo que buscamos es lo mejor para todos, en todas partes”, afirmó ante periodistas Jaber, antes de entrar a una reunión con los ministros y responsables gubernamentales, informó la agencia de noticias AFP.
Tras una decena de días de reuniones y al menos dos borradores, llegó el momento de entrar en una reunión “sin discursos”, y “dispuestos a escuchar al otro”, pidió Jaber.
“Hemos venido aquí para lograr una declaración sobre la salida de los combustibles fósiles”, dijo Ralph Regenvanu, ministro de Medio Ambiente de Vanuatu, un archipiélago de islas en el Pacífico amenazado por la subida del nivel de las aguas.
“Tiene que haber un lenguaje claro sobre la salida de los combustibles fósiles, de acuerdo con (el objetivo de) +1,5 ºC”, añadió la enviada especial alemana para el clima, Jennifer Morgan.
Los combustibles fósiles han sido los grandes responsables de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera y, en consecuencia, del aumento de la temperatura media del planeta, que está a punto aumentar 1,5 ºC respecto a la era preindustrial.
Ese umbral fue definido como un objetivo máximo, idealmente, en la histórica conferencia del cambio climático de París, en 2015.
Ocho años después, llegó el momento de hacer balance, y la COP28 de Dubai quiere endurecer los objetivos, extender la difusión de energías renovables, proporcionar financiación adecuada.
Abandonar los combustibles que desde hace aproximadamente 150 años alimentan el motor del crecimiento hace vacilar a la comunidad internacional.
El bloque más duro de convencer lo lidera, según aseguran las organizaciones ecologistas y algunos países, Arabia Saudita.
En las negociaciones muchos países se alinean con su postura, como India, que produce aún tres cuartas partes de su electricidad con carbón.
Por otro lado, los países que están dispuestos a dar el paso de descarbonizar sus economías quieren dinero para instalar eólicas o placas solares.
Asimismo, hay otras discusiones importantes, como las medidas físicas -barreras marítimas, aislamiento de edificios- o económicas, como el desarrollo de nuevos cultivos para resistir sequías.
Hace dos años, se lanzó en la COP26 de Glasgow, Escocia, una discusión sobre este tema que llegó a la COP28 con mucho atraso.
Es una cuestión seguida muy de cerca por los países en vías de desarrollo, y la única que carecía de un texto cuando empezó la cita de Dubai.
La presidencia emiratí publicó este domingo un borrador de siete páginas sobre esa Meta Global de Adaptación, cuyos trabajos copreside Chile.
“Es un paso adelante”, se limitó a indicar una fuente negociadora latinoamericana a AFP, antes de entrar en una sesión negociadora.
“En términos de objetivos, el texto no es nada claro”, declaró a periodistas la experta argentina María del Pilar Bueno, que pilotó negociaciones sobre adaptación en París hace ocho años. “Hace falta lenguaje sobre indicadores, medios de implementación…” explicó.
El secretario general de la ONU, António Guterres, vuelve este domingo para dar un empujón a las conversaciones.
A pesar de todos los grandes anuncios al inicio de la COP28, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estimó el domingo que los compromisos hasta ahora sólo reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% respecto a la cifra ideal, de aquí a 2030.