Durante la ceremonia el mandatario que visit el lugar por primera vez pronunci un discurso en un gesto de reafirmar el control sobre el enclave
Durante la ceremonia, el mandatario que visitó el lugar por primera vez, pronunció un discurso en un gesto de reafirmar el control sobre el enclave.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, visitó este domingo por primera vez a Stepanakert, la capital de Nagorno Karabaj, e izó la bandera azerbaiyana, en un gesto que reafirmó el control de Azerbaiyán sobre el enclave, antes poblado por mayoría armenia, que fue recuperado en septiembre tras una ofensiva relámpago de las fuerzas azerbaiyanas.

“Ilham Aliev izó la bandera de Azerbaiyán en la ciudad de Khankendi (el nombre azerbaiyano de Stepanakert) y pronunció un discurso”, indicó la Presidencia de Azerbaiyán en un breve comunicado, informó la agencia de noticias AFP.

Es la primera vez que Aliyev, de 61 años, se desplaza a Nagorno Karabaj desde su ascensión al poder en 2003, cuando sucedió a su padre, Heydar Aliyev.

El mandatario, vestido con un traje militar, según las imágenes publicadas por su servicio, también izó la bandera en otras tres localidades de Nagorno Karabaj.

El enclave, de mayoría armenia y cristiana, hizo secesión de Azerbaiyán, de mayoría musulmana, durante la desintegración de la Unión Soviética.

Desde entonces, los armenios de este territorio, que contaron con apoyo de Armenia, estuvieron enfrentados al poder de Azerbaiyán, y libraron dos guerras, una entre 1988 y 1994 y la última a fines de 2020, en la que perdieron varios territorios.

Tanque de guerra de la escalada militar de Azerbaiyn Foto AFP
Tanque de guerra de la escalada militar de Azerbaiyán. Foto: AFP

En septiembre, Azerbaiyán recuperó el control efectivo del enclave, lo que provocó la huida a la vecina Armenia de casi toda su población armenia, más de 100.000 personas.

Los armenios son cristianos, mientras que los azerbaiyanos son musulmanes.

También este domingo, el papa Francisco urgió a preservar el patrimonio religioso de Nagorno Karabaj luego de su reconquista por Azerbaiyán y de la disolución anunciada de la república de facto que los armenios habían creado en la región.

“Más allá de la situación humanitaria de las personas desplazadas, quisiera hacer un llamamiento a favor de la protección de los monasterios y lugares de culto de la región”, declaró el Papa en su tradicional oración del Ángelus, en la plaza de San Pedro.

Los armenios consideran el montañoso territorio y sus cientos de monasterios, iglesias y lápidas de los siglos XI al XIX como su hogar ancestral.

“Mi deseo es que sean respetados, tanto por las autoridades como por todos sus habitantes, y protegidos como parte de la cultura local, como expresión de fe y signo de fraternidad que nos permite vivir juntos en nuestras diferencias”, añadió Francisco.





Fuente Telam