¿De dónde provienen los integrantes de las listas de La Libertad Avanza? Al menos en Chubut, Página/12 encontró una respuesta: el tercero en la nómina a diputados nacionales por el partido del ultraderechista Javier Milei fue el exjefe de la Prefectura Naval en Bariloche, Leandro Antonio Ruata. A quienes conocen los detalles de la causa por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado les resultará conocido porque fue quien “sugirió” que había que seguir buscando al tatuador anarquista en la misma zona del río Chubut donde él y sus subordinados ya habían rastrillado cuatro veces. Mientras estaba en campaña dijo a los medios locales que decidió “incursionar en política” luego de haberse retirado de la Prefectura. Ruata también declaró hace poco más de un mes en el juicio por el asesinato de Rafael Nahuel y entró en contradicciones.

En aquellos primeros días de la desaparición de Maldonado tras la represión de cuatro escuadrones de Gendarmería en la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen –y mientras el reclamo por su aparición repercutía con marchas en ciudades de Argentina y del exterior– la justicia federal dispuso varios operativos de búsqueda. El 8 de septiembre de 2017 cuatro buzos tácticos de la Prefectura recorrieron un tramo del borde del río Chubut. “Gracias por la amabilidad de dejarnos pasar“, dijo el oficial principal Juan Carlos Mussin al finalizar el segundo de los rastrillajes, el primero por agua. Un mes más tarde habría otro operativo ordenado por el juez federal Guido Otranto, en las márgenes del curso de agua “más arriba y más abajo” del área habitada por familias mapuches de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen. Los buzos de Prefectura que ya habían estado en el sitio señalaron que se trata de un lugar poco profundo, lleno de ramas y con poca correntada. El 18 de septiembre Otranto desplegó 300 efectivos del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF), del Grupo Albatros de la Prefectura Naval y personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, en un procedimiento del que no pudo participar la familia ni la prensa.

Luego de 78 días de estar desaparecido, cuando la causa ya había pasado a manos del juez federal Gustavo Lleral, los buzos de Prefectura hallaron el cuerpo sin vida de Santiago. En la resolución en la que ordenó la nueva búsqueda, el magistrado mencionó que Leandro Ruata, jefe de la Prefectura en Bariloche, le había advertido que era necesario volver a rastrillar por la complejidad del río Chubut. Ruata le había aconsejado volver a inspeccionar este río –que va desde la Cordillera hasta el Atlántico y que en varios tramos es controlado por la empresa de los Benetton–  con el argumento de que “tiene muchas zonas irregulares y ramas en las que un cadáver podría haber pasado inadvertido en las anteriores recorridas”. Aquella resolución fue emitida el 13 de octubre, con pedido de absoluta reserva a las partes. Lleral se disponía a manejar toda la información.

A fojas 3632/3634 consta la declaración testimonial del Ruata, oficial a cargo de los rastrillajes realizados con anterioridad, donde dijo que si bien dichas búsquedas fueron realizadas con buenas condiciones de visibilidad, “sería conveniente efectuar al menos un rastrillaje más, ello debido a las características que presenta el curso de agua”. El prefecto ahora devenido político agregó: “Creo que debería repasarse el río algunas veces más porque tiene muchas zonas irregulares y ramas. Yo haría un repaso completo de todas las zonas”. Ese repaso que encabezó Ruata dió con el cuerpo de Santiago, que supuestamente había estado metido en un “pozo” y por eso no lo vieron en los operativos previos. Al respecto, la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, explica que los forenses que realizaron la autopsia reconocieron que el cuerpo emergió 48 horas antes del hallazgo, y por eso se pregunta cómo supieron Lleral y Ruata con tanta precisión qué día disponer el operativo que finalmente lo encontró.

“Dado que dichas tareas (de búsqueda) implican el ingreso a la Estancia Leleque de la Compañía “Tierras Sud Argentino S.A.”, se procederá al allanamiento para efectuar la diligencia probatoria ordenada”, había escrito en juez Lleral. Sin embargo, tras el hallazgo del cadáver suspendió toda actividad, no solo no fue a la estancia de Benetton sino que tampoco tomó muestras del lugar del hallazgo. La comunidad mapuche estaba consternada. “Fue el día más doloroso de nuestras vidas”, dijo Soraya Maicoño, vocera de la Pu Lof en Resistencia. “Sentíamos el desamparo y la mafia en la que estamos envueltos. Si me dijeras que era el primero o el segundo rastrillaje, quizás puedas decir, bueno, quedó en el río. Era el quinto rastrillaje, en un lugar que estaba mucho más abajo de donde desapareció”. El hermano de Santiago y su compañera pasaron horas custodiando el cuerpo hasta el traslado. No confiaban en nadie.

Tanto Ruata como los otros prefectos que tuvieron que declarar como testigos ante Lleral dijeron que no había pozones y que era factible cruzar el río a pie por la poca profundidad. De hecho, ninguno de los buzos que participó del último rastrillaje llegó a realizar prácticas de buceo ya que la profundidad no lo permitía. 

Disparos en la montaña

Antes de verse tentado por la política, Ruata también participó de los procedimientos en torno al asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel, ocurrido el 25 de noviembre de 2017. Por eso, el pasado 29 de agosto declaró como testigo en la causa que juzga a cinco miembros del grupo Albatros de la Prefectura por el homicidio. Ruata se contradijo en relación a un punto clave de la investigación: señaló inicialmente que al llegar a Villa Mascardi, dos horas después de ser informado sobre el supuesto enfrentamiento, “escuchó disparos que provenían de la montaña”. En ese momento, el abogado de la Secretaría de Derechos Humanos, Mariano Przybylski, le leyó un fragmento de su declaración durante la instrucción de la causa, en la que aseguró no haber escuchado detonaciones de arma de fuego en el lugar. “Es cierto, me debo haber equivocado ahora. Lo que escuché eran voces, no detonaciones. Voces o gritos, no sé precisar de quién”, admitió el testigo.

En las entrevistas que dió ya en su rol de candidato nadie le preguntó cómo supo que a mediados de octubre de 2017 había que volver a buscar a Maldonado para encontrarlo. En una nota en Canal12 Ruata dijo: “Siempre me interesó la política, tengo simpatía con las ideas de la libertad y encontré en este espacio una muy buena guía”. El exjefe de la Prefectura agregó que “la sociedad demanda un cambio real, la gente interpreta que con Plich (Por la Libertad Independiente Chubutense) hicimos una buena amalgama con Milei. Ruata se quedó con las ganas de una banca, pero el primero de la lista sí ingresó, César Hernán Treffinger, quien es presidente del partido Ciudadanos por Chubut, tuvo un paso por Infantería de Marina y trabajó en la empresa La Anónima, entre otras.



Fuente-Página/12