El papa Francisco expresó su preocupación ante la crisis climática y pidió hoy a los participantes de la COP28 en Dubai que logren sentar las bases para “una aceleración decisiva hacia la transición ecológica”, en medio de una situación meteorológica crítica advertida por autoridades de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“Que esta COP28 sea un punto de inflexión, que manifieste una voluntad política clara y tangible, que conduzca a una aceleración decisiva hacia la transición ecológica”, estableció el papa en un mensaje leído por el número dos del Vaticano, el cardenal y secretario de Estado Pietro Parolin. Bergoglio, quien iba a estar presente en la cumbre climática en Emiratos Árabes Unidos, tuvo que desistir momentos antes debido a una bronquitis.
El sumo pontífice explicó que el proceso debe darse a través de mecanismos “eficientes, obligatorios y que se puedan monitorear fácilmente” en cuatro áreas claves que puntualizó como “la eficiencia energética, las fuentes renovables, la eliminación de los combustibles fósiles y la educación en estilos de vida menos dependientes de estos últimos”.
“Por favor, vayamos hacia adelante, no para atrás”, pidió Francisco, que ha tomado como estandarte el cuidado del medio ambiente durante todo su papado, habiendo dedicado a la cuestión su encíclica Laudato Si, en 2015 –un manifiesto de 200 páginas por una “ecología integral”–, y el pasado 4 de octubre una exhortación apostólica Laudate Deum, que pide a las grandes potencias abandonar las energías fósiles.
Su mensaje se da en un contexto crítico, en el que el secretario general de la OMM, el finlandés Petteri Taalas, dio a conocer las últimas estadísticas del cambio climático en 2023 y advirtió que ya no está al alcance de la humanidad regresar al clima del siglo pasado, y que hay que seguir trabajando para evitar que éste empeore.
“No podemos volver al clima del siglo XX, pero debemos actuar ahora para limitar los riesgos de un clima más inhóspito en este siglo y los venideros”, aseguró el directivo al comentar el informe provisional de la OMM para 2023, presentado hoy en coincidencia con la COP28.
Taalas insistió en la necesidad de crear un sistema de alerta ante fenómenos meteorológicos extremos, que se estima estará en funcionamiento a nivel global en 2027, tras que el corriente año estuviese marcado nuevamente por inundaciones, olas de calor, incendios forestales y ciclones que “destruyen vidas y medios de subsistencia a diario, por lo que es preciso que todo el mundo esté protegido mediante servicios de alerta temprana”.
En consonancia con esto, un documento publicado recientemente por la compañía especializada en medición de riegos climáticos XDI informó que uno de cada doce hospitales del mundo corre riesgo de tener que cerrar parcial o totalmente a finales de siglo debido a este tipo de fenómenos meteorológicos extremos.
Nuestro análisis muestra que sin una eliminación rápida de los combustibles fósiles, los riesgos para la salud global aumentarán aún más, ya que miles de hospitales serán incapaces de prestar servicios durante las crisis”, señaló Karl Mallon, director de Ciencia y Tecnología de XDI.
Según el informe, de no frenarse el calentamiento global, 16.245 hospitales se verán afectados por cierres totales o parciales a finales de siglo.