El Gobierno pagará vencimientos por unos 3400 millones de dólares al FMI mediante el uso de yuanes provenientes del swap de monedas acordado con China. De esta forma, Economía evita apelar a las menguantes reservas, castigadas a lo largo del año por la sequía y en el último tiempo por la aceleración de la cobertura de posiciones en medio del proceso electoral. Hacienda lo hace a costo de tomar un nuevo préstamo, cuyos detalles se desconocen. Se profundiza el proceso de integración financiera respecto de la potencia asiática.

Las obligaciones en cuestión contemplan un pago de capital de 2600 millones de dólares, que vence el martes, e intereses por 840 millones de dólares, que expiran el miércoles. Se trata de vencimientos previos que el ministro y candidato presidencial, Sergio Massa, postergó para después de la primera vuelta de las elecciones. 

Los vencimientos originales eran los siguientes: el primer pago estaba agendado para el 6 de octubre, por 1280 millones de dólares, el siguiente para el día 12 por 640 millones de dólares y un tercero por 673 millones de dólares, el 31. Esos pagos se acumularon para el martes y se suman los intereses del miércoles.

Si bien el resultado electoral favorable al oficialismo contuvo las expectativas de devaluación y generó cierto alivio cambiario, las reservas brutas en torno a los 24 mil millones de dólares, ubicadas en los niveles más bajos del gobierno de Alberto Fernández, y reservas netas bien entradas en terreno negativo, obligaron al Palacio de Hacienda a echar mano de los yuanes chinos para suavizar el impacto del pago al Fondo. 

Justo antes de las elecciones del domingo 23, Massa había anunciado la ampliación del segundo tramo del swap con China por 6500 millones de dólares. “Es una enorme noticia para el fortalecimiento de las reservas argentinas”, dijo en ese momento. “Esto permite, además, que nadie dude respecto de la capacidad de pago de los vencimientos de Argentina ante el FMI en los próximos dos meses, pero sobre todas las cosas nos da la tranquilidad de tener una garantía para que no tengamos presión sobre los dólares financieros. También vamos a tener una mayor capacidad de intervención del Banco Central en el mercado frente a aquellos que por ahí en estos meses especularon contra el Banco Central o contra las reservas argentinas”, agregó.

Cómo sigue

En noviembre, el Gobierno deberá enfrentar otro vencimiento con el FMI de 794 millones de dólares, y uno más de 914 millones en diciembre. Además, en noviembre tendrá lugar una nueva auditoría de parte del staff del Fondo, de la cual depende la liberación de 3400 millones de dólares. 

Esta última revisión del año tendrá un componente particular, porque el ministro Massa desplegó, luego de obtener un adelanto de los pagos de parte del FMI posterior a las PASO, una serie de medidas expansivas en términos fiscales para compensar los efectos de la devaluación, impuesta por el propio Fondo.

El impacto fiscal final de las medidas expansivas aplicadas luego de las PASO todavía está por verse, pero seguro que será un componente delicado de la revisión y negociación para que el Fondo libere el próximo desembolso. A su vez, el Gobierno espera poder mostrar algunos resultados por la liquidación de divisas del nuevo “dólar agro”.



Fuente-Página/12