Derek Chauvin, el expolicía blanco condenado por el asesinato del afroestadounidense George Floyd, fue apuñalado 22 veces en prisión, revelaron documentos judiciales dados a conocer en las últimas horas que precisaron la magnitud del ataque ocurrido la semana pasada.
El ataque fue perpetrado el 24 de noviembre en la biblioteca de la prisión federal de Tucson, Arizona, donde Chauvin cumple más de 20 años de condena por la muerte de Floyd, a quien mantuvo contra el suelo aplastándole el cuello e impidiéndole respirar durante nueve minutos, en Minneapolis en 2020.
John Turscak, quien ahora deberá responder por intento de homicidio, entre otros cargos, atacó a Chauvin con un “cuchillo improvisado, aproximadamente 22 veces, causando heridas corporales serias”, de acuerdo con la denuncia conocida el viernes a la noche.
El policía fue declarado culpable de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado en 2021, y condenado a 22 años y medio de prisión
Aunque el documento trata a la víctima por sus iniciales por motivos legales, una fuente oficial confirmó a la agencia de noticias AFP que se trata de Chauvin.
“Turscak les dijo a los oficiales de prisiones que habría matado a D.C si no hubiesen reaccionado rápidamente”, agregan los fiscales del caso.
“Turscak dijo que había pensado en atacar a D.C. durante un mes aproximadamente, por tratarse de un reo de alto perfil”, añadieron
El ataque ocurrió el último Black Friday, tradicional día de remates en Estados Unidos luego de la celebración del Día de Acción de Gracias.
“Turscak dijo que el ataque a D.C. durante el Black Friday (viernes negro) era simbólico del movimiento Las vidas negras importan (Black Lives Matter)”, dijeron las fiscales.
Chauvin recibió atención inmediata y fue trasladado a un hospital local. Aunque sobrevivió al ataque, no hay información adicional sobre su condición.
El policía fue declarado culpable de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado en 2021, y condenado a 22 años y medio de prisión.
El asesinato de Floyd
La muerte de Floyd, que quedó grabada en video, desató una ola de protestas y contribuyó a impulsar una importante discusión sobre el racismo y la actuación policial en Estados Unidos y en todo el mundo.
Una investigación posterior del Departamento de Justicia sobre la Policía de Minneapolis, cuyas conclusiones se publicaron en junio de 2023, afirmó que sus agentes recurrían habitualmente a prácticas violentas y racistas, “incluida la fuerza letal injustificada”.
Minneapolis, en el estado de Minnesota, en el Medio Oeste de Estados Unidos, también resolvió una demanda por homicidio culposo interpuesta por la familia Floyd y acordó pagar 27 millones de dólares.
Chauvin apeló su condena por asesinato en segundo grado, pero su recurso fue rechazado por la Corte Suprema a principios de este mes
Chauvin apeló su condena por asesinato en segundo grado, pero su recurso fue rechazado por la Corte Suprema a principios de este mes.
“A fin de cuentas, todo el juicio, incluida la sentencia, fue una farsa”, declaró desde la cárcel en un documental reciente.
En la audiencia de su sentencia habló poco, pero dio el pésame a la familia Floyd.
El abogado de Chauvin, Eric Nelson, había dicho que su cliente “irradiaba un comportamiento tranquilo y profesional” en sus interacciones con Floyd, y trató de convencer al jurado de que el expolicía aplicó una sujeción autorizada y acorde con su formación.
Chauvin apeló su condena por asesinato en segundo grado, pero su recurso fue rechazado por la Corte Suprema a principios de este mes
Pero la Fiscalía argumentó con éxito que Chauvin había hecho un uso excesivo de la fuerza, no solo con Floyd, sino con otras personas a las que detuvo durante sus 19 años de carrera.
Antes del juicio, la Fiscalía halló varios ejemplos de su “modus operandi”, incluido el caso de Zoya Code, una joven negra detenida por Chauvin en 2017.
“A pesar de que la mujer no se resistía físicamente de ninguna manera, Chauvin se arrodilló sobre su cuerpo, usando el peso de su cuerpo para inmovilizarla contra el suelo”, dijo la fiscalía.
Después del asesinato, sus colegas describieron a Chauvin como un adicto al trabajo, silencioso y rígido, que a menudo patrullaba los barrios más difíciles de la ciudad.
Su compromiso con el servicio le valió cuatro medallas a lo largo de su carrera. Pero también acumuló 22 denuncias e investigaciones internas, según un registro público depurado de todos los detalles.