Mientras miles de personas son evacuadas de la ciudad de Jan Yunis hacia Rafah, el Ejército israelí continuó con los ataques y combates en Gaza y entró de lleno en la tercera fase de su ofensiva terrestre, centrada ahora en el sur del enclave. En el 60º día de guerra, las tropas israelíes extendieron su lucha contra Hamas en la que consideraron la jornada de actividad militar más intensa desde el inicio de su operación terrestre el 27 de octubre.
“Estamos ahora en el corazón de Jabalia, en el corazón de Shejaiya y ahora también en el corazón de Jan Yunis”, indicó el mayor General Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur del Ejército israelí, dando parte del “día más intenso desde el inicio de la operación terrestre en Gaza”. Las fuerzas ya penetraron hace semanas y controlan gran parte del norte de la Franja y la ciudad de Gaza, aunque el martes siguieron actuando con fuerza en dos lugares que considera claves como bastión de Hamas.
Uno de ellos es el campo de refugiados de Jabalia, en el norte, que las tropas rodearon por la mañana en una dinámica de combates que los llevó hasta el corazón del propio lugar de acuerdo al Ejército israelí. Sus soldados también combatían en medio del barrio de Shujaiya, en la ciudad de Gaza, donde efectuaron fuertes bombardeos en los que habrían destrozado decenas de edificios y matado a cientos de personas.
Escenario “infernal”
A pie, en motos o con el equipaje en el techo de sus autos, muchos civiles huyeron el martes de Jan Yunis hacia la vecina ciudad de Rafah, cerca de la frontera cerrada con Egipto. Los bombardeos en la madrugada dejaron decenas de muertos en la Franja de Gaza, indicó el servicio de prensa de Hamas, en el poder en Gaza desde 2007. Uno de esos bombardeos mató a 25 personas en una escuela de Jan Yunis que albergaba a desplazados, indicó el ministerio de Salud de Hamas.
“Al menos 60 mil personas adicionales se vieron obligadas a trasladarse a los ya superpoblados refugios”, informó el lunes el director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini. Según Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, es imposible implementar zonas seguras como las que delimitó Israel. “Un escenario aún más infernal está a punto de hacerse realidad”, advirtió la coordinadora humanitaria de la ONU para los Territorios Palestinos, la canadiense Lynn Hastings.
Jan Yunis, una de las principales ciudades de Gaza, es considerado un bastión de Hamas. También es la ciudad nativa y foco de influencia de su jefe en Gaza, Yahia Sinwar, donde tiene su domicilio, así como del comandante de su brazo armado, Mohamed Deif. Israel cree que ambos podrían estar ahí, bajo la red de túneles de Hamas, donde también sospecha que el grupo islamista podría esconder a alrededor de 138 rehenes que siguen cautivos en Gaza y se llevaron de Israel.
La jefa de Medicina General en el ministerio israelí de Salud sostuvo que Hamas drogó a los rehenes con calmantes antes de liberarlos, para que parecieran “tranquilos y felices”. Los muertos en Gaza por los ataques israelíes superan los 16.200, el 70 por ciento de ellos mujeres y niños. Israel estima que ha matado a unos 5.000 milicianos de Hamas, entre un total calculado de 30 mil personas que forman parte de su brazo armado en la Franja. A su vez más de 80 soldados israelíes murieron desde el inicio de la ofensiva terrestre israelí dentro de Gaza.
Netanyahu insiste en “erradicar a Hamas”
Según la ONU, 1,8 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza fueron desplazados por la guerra y los ataques han destruido o dañado más de la mitad de las viviendas de ese territorio de 362 kilómetros cuadrados. Las necesidades son inmensas en el enclave sometido a un asedio total por parte de Israel desde el 9 de octubre, lo que generó una grave escasez de agua, alimentos, medicamentos, electricidad y combustible. La ayuda humanitaria, a excepción de los siete días de tregua, solo llega con cuentagotas desde Egipto y depende de la autorización de Israel.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, insistió este martes en que no dará acceso a ninguna fuerza de índole internacional para desmilitarizar Gaza. “No hay otra fuerza internacional que pueda ser responsable de esto. Vimos lo que pasó en otros lugares donde se llevó a fuerzas internacionales para desmilitarizar”, remarcó Netanyahu en una rueda de prensa junto al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otro ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz.
Netanyahu reiteró que “la única manera de terminar la guerra y hacerlo rápidamente es ejercer una nueva acción decisiva contra Hamas y erradicarlo”. El primer ministro también criticó a grupos de derechos humanos y feministas por no abordar abiertamente los abusos de milicianos de Hamas en su ataque a Israel del 7 de octubre.
“Les digo a las organizaciones de derechos de las mujeres, a las organizaciones de derechos humanos, ¿han oído hablar de la violación de mujeres israelíes, de atrocidades horribles, de mutilaciones sexuales? ¿Dónde demonios están?”, exclamó Netanyahu, quien agregó que espera que “todos los líderes, gobiernos y naciones civilizadas se pronuncien contra esta atrocidad”.