“Más dinámico, con más intercambio, más espacio para la interacción”. Así describió ayer Alberto Ricardo Dalla Via, el presidente de la Cámara Nacional Electoral, las nuevas características del segundo y más esperado debate presidencial: el que enfrentará, el próximo 12 de noviembre y una semana antes del balotaje, a los dos candidatos que según las encuestas al día de hoy tienen chances bastante parejas de resultar electos, Sergio Massa y Javier Milei.
Así de inédita es la foto electoral actual y la expectativa de la previa del debate acompaña este escenario. El sorteo público de ubicaciones y orden de exposiciones, ayer en el antiguo palacio del bajo porteño donde está ubicada la CNE, reunió a los apoderados y equipos de ambos candidatos con jueces de la cámara e integrantes del consejo asesor que tiene el debate por ley, como Ricardo Gil Laavedra.
Por el lado de La Libertad Avanza, estuvieron Karina Milei y Santiago Viola, con Santiago Caputo ausente con aviso (el sobrino de Nicky y Toto Caputo venía participando de las reuniones previas con la CNE). Ambos partieron raudos tras el sorteo y la foto de rigor, evitando hacer declaraciones a la prensa. Por el equipo de Massa, firmaron su vocero Santiago García Vazquez y el vicejefe de Gabinete de la Nación y referente del PJ porteño, Juan Manuel Olmos. Los acompañaron Sofía Vanelli, apoderada del Frente Renovador y Brian Gutiérrez, también parte del equipo de campaña.
Con pompa y protocolo de ocasión, las dos bolillas giraron al estilo Feliz Domingo y dejaron definidas las ubicaciones de los candidatos y el orden de exposiciones: Milei ocupará el lugar de la izquierda (del mismo lado del Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la UBA se sentarán sus invitados), y comenzará a hablar primero en el minuto de presentación. Pero hubo otros temas en los que no llegó tan pronto la definición, y fueron saldados por los jueces de la CNE.
El debate del debate
Como informó ayer Página/12 en la nota de Raúl Kollmann, en las reuniones entre la Cámara Nacional Electoral y los equipos de cada candidato para delinear las reglas básicas del debate, hubo puntos en disputa. El principal, el pedido de La Libertad Avanza de que su candidato se apoye en anotaciones y muestre gráficos. Fue una condición en la que Karina Milei insistió especialmente, un punto álgido de debate antes del debate. Finalmente, en un fallo del martes por la noche, la CNE rechazó.
“Leer le quita legitimidad y autenticidad a las palabras. Un candidato se tiene que expresar en su genuina versión y eso sólo se logra desde la oralidad”, plantearon desde UxP. Fuera de actas, chicanearon: “Llevar el texto escrito es intelectualmente deshonesto. ¿Cómo saber si lo escribe él, Macri, o quién?
Desde La Libertad Avanza, en tanto, aseguraron que “lo que Karina (Milei, en representación de su hermano) planteó no fue que Javier leyera, sino que llevara un punteo para ordenar ideas. Es algo que se estila en todos los debates del mundo”. Aseguran que en los debates anteriores no hubo lectura textual por parte del candidato libertario, un apoyo similar al que solicitaron y finalmente fue negado.
Libertad sin cámaras
El principal cambio en la modalidad del debate será el mayor y más sostenido intercambio entre los candidatos: cada uno tendrá un bloque de 6 minutos para hablar, pero no podrá hacerlo por más de 2 minutos, en el medio hará intervenciones del contrincante. También se amplía la libertad de los candidatos para moverse: ya no estarán quietos detrás de su atril sino que podrán desplazarse por el escenario durante su exposición, “a la brasilera”. Con una diferencia importante: sólo podrá moverse quien está exponiendo, y en ese momento el otro deberá permanecer tras su atril (en el último debate en Brasil, Jair Bolsonaro utilizó este momento para mostrarse casi patotero acercándose a Lula Da Silva cuando hablaba, al punto que un presentador tuvo que llamarle la atención).
En las reuniones previas hubo también desacuerdos sobre la forma en que tomarán las cámaras a los candidatos, y en este caso la CNE falló a favor de la postura de Milei. Es que el equipo de Massa pedía que hubiera mayor libertad para que las cámaras tomen a los candidatos. Se resolvió que mientras se exponga en el atril no habrá cámaras cruzadas: cada candidato será tomado únicamente por la cámara que tiene enfrente de sí.
Al igual que en el debate anterior, en los momentos de exposición las cámaras tomarán únicamente al candidato que hable. Pero cuando haya intercambio y cruces, sí se tomarán las reacciones gestuales del otro candidato. Toda una forma de “decir sin decir” que fue muy resaltada en los debates anteriores.
“Con el nuevo formato, desde el punto de vista de la producción se suman desafíos ahora que hay que seguir a los candidatos en sus movimientos”, dice a Página/12 Claudio Martínez, director de la TV Pública, que tendrá a su cargo la transmisión. En esos movimientos hay, admite, un margen mayor de posibilidad de discrecionalidad de parte del director de cámaras, aunque asegura que están dadas las condiciones “para que ninguno se vea beneficiado o perjudicado por el encuadre”. En un evento que en su edición anterior tuvo picos de 42 puntos de rating, las novedades se esperan con especial atención.
Los temas y el despliegue
Los ejes temáticos del debate fueron acordados hace tiempo. Según el sorteo realizado ayer, Massa comenzará a exponer en Relaciones con el Mundo, Producción y Trabajo y Derechos Humanos. Milei lo hará en Economía, Educación y Salud, y Seguridad.
Los moderadores serán los periodistas Luciana Geuna (Canal 13), Pablo Vigna (TV Pública), Érica Fontana (Telefe) y Antonio Laje (América). Solo intervendrán para recordar que el tiempo de exposición no supere los dos minutos. Tendrán, sin embargo, un rol más activo que los de los últimos debates. Es que deberán ordenar los momentos en que los candidatos tengan intercambio entre sí, pudiendo hacerse preguntas o cuestionar las posiciones del otro.
Como sucedió el 1 y 8 de octubre, la producción y realización de este tercer debate presidencial estará a cargo de la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (Capit), y será televisado en vivo por la Televisión Pública, con la posibilidad de ser retransmitidos por el resto de los canales del país. La TV Pública y RTA son también la unidad ejecutora del debate, con las contrataciones a su cargo. Entre las múltiples dificultades técnicas de la transmisión, que no se realiza desde un estudio sino desde el aula magna de una facultad, hubo que, por ejemplo, apuntalar por debajo todo el escenario, para que pueda sostener el peso de la estructura de luces, pantallas, y escena.