Por qué En ningún lugar, un thriller de supervivencia como muchos otros, ¿tuvo tanto éxito en Netflix? No hay una respuesta única y es necesario formular al menos tres: la primera consiste en La caracterización de Mía., protagonista de la historia, una mujer fuerte, valiente y decidida obligada a luchar en una situación desesperada por su propia supervivencia y la de su hijo recién nacido; el segundo es la destacada actuación de la actriz. Ana Castillo que supo encarnar al personaje principal de forma creíble gracias a una intensidad emocional fuera de lo normal; el tercero está en la inteligencia de guiónobra de un cuarteto formado por Indiana Lista, Ernesto Riera, Sean Winslow, Teresa de Rosendo y en el sabio regia De Albert Pintó.

El resultado es una historia cinematográfica llena de elementos dramáticos y entretenidos que se ofrece en una ambientación distópica siempre fuertemente anclada a la realidad y verosímil.

Desaparecido en combate es una mujer embarazada que intenta escapar de un régimen totalitario imaginario donde no hay lugar para los ancianos, los niños de las clases trabajadoras menos acomodadas y las madres embarazadas. La única salvación es emigrar a un país libre donde el gobierno de turno no haya sucumbido a la locura.
En ningún lugar juega una carta muy pesada desde el principio. La referencia al destino real de millones de migrantes que cruzan el mar para escapar de las guerras, la persecución y la pobreza. Lo hace sin una referencia explícita a nuestra actualidad y Mia es simplemente una joven de clase media baja española perseguida por el solo hecho de ser madre de una niña de unos 7 años y, por si fuera poco , en el noveno mes de embarazo.

Ser madre embarazada es un pecado que se paga caro en la sociedad retratada por la película. Una realidad asfixiada en su crueldad sin sentido que nos lleva inmediatamente a crear una conexión con otro absurdo, lamentablemente histórico: la persecución nazi de los judíos. El espectador se encuentra ante un lenguaje cinematográfico ya conocido y debe identificarse con un personaje completamente similar a nosotros, con adicción al smartphone.

No se trata de una familia judía deportada en un vagón de carga, ni de una unidad familiar de inmigrantes que cruza el mar dependiendo de traficantes sin escrúpulos. En ningún lugar nos adentra en un vórtice de crueldad y violencia despiadada con la intención de poner bajo la lupa la historia de una sola persona y la importancia de sus sentimientos. Cualquier conexión con la historia y la sociedad pasa directamente a un segundo plano. Sólo están Mia y su hija recién nacida.
Así comienza la aventura que es puro entretenimiento y aviso. Entramos en las entrañas de un drama de supervivencia y esperamos todo el tiempo poder lograrlo, salir con vida y tener una segunda oportunidad en alguna parte.

Primero debemos sumergirnos en esta odisea y cuanto más fuerte y creíble sea la experiencia, mayor será la posibilidad de sentir una mayor empatía con aquellos que se ven obligados a arriesgar sus vidas en un camino de esperanza.. Por eso Nowhere es una sucesión de tensión, emoción y giros, que nos mantiene pegados a la pantalla hasta el final.

Durante el viaje, el contenedor en el que se encuentre Desaparecido en combate cae al mar y queda sola y a la deriva para afrontar un nacimiento y la posterior lucha contra un destino que parece inevitablemente sellado. Ud.¿Puede un contenedor flotar en mar abierto? Depende de varios factores, como el tipo de contenedor, el contenido, el estado de conservación, las condiciones del mar y la presencia de posibles daños o aberturas en su estructura. En general, los contenedores de envío están diseñados para ser duraderos e impermeables, pero no son completamente estancos. Si entra agua existe el riesgo de que se reduzca su flotabilidad y aumente el riesgo de hundirse. Lo que más nos interesa para la credibilidad de la situación escenificada en la película Nowhere es que algunos contenedores pueden flotar durante meses o incluso años, mientras que otros pueden hundirse en unas horas o días. yoorganización Marítima Internacional estima que cada año se pierden en las aguas más de 10.000 contenedores, el 64% de los cuales se debe a fenómenos meteorológicos extremos.

La pregunta de cuánto tiempo permanece a flote un contenedor antes de hundirse es, evidentemente, imposible de responder de forma sencilla: hay demasiadas variables. Sin embargo, el factor más determinante es la magnitud de los daños estructurales que sufrirá el contenedor tras impactar contra la superficie del mar. Mía aguanta el primer impacto y la historia puede continuar.

La credibilidad de la historia está segura, pero ¿cómo se puede sobrevivir encerrado en un contenedor en mar abierto? Se necesita mucha fuerza de voluntad y buena preparación. Mia tiene el doble de fuerza de voluntad y cero preparación. Si el recipiente se sumerge o se expone al sol, se corre el riesgo de sufrir hipotermia o insolación. Así aprenderemos que debemos intentar mantener una temperatura corporal estable, cubriéndonos o refrescándonos según convenga. El oxígeno puede agotarse en unas horas y hay que intentar crear aberturas para que entre aire fresco, pero sin comprometer la flotabilidad del recipiente. El agua y la comida son la mayor preocupación: por eso Mía aprenderá tanto a destilar agua de mar con el calor del sol, utilizando sencillos recipientes de plástico, como a pescar utilizando una red que ella misma construyó con materiales improvisados.



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