Estados Unidos lanzó este viernes la ola de sanciones más grande desde el comienzo de la guerra de Ucrania contra medio millar de objetivos, que buscan minar la capacidad financiera del Gobierno de Vladímir Putin y tomar represalias por la muerte del opositor Alexéi Navalni.
Las sanciones, anunciadas la víspera del segundo aniversario de la guerra, tienen el objetivo de minar la infraestructura financiera de Rusia; limitar la producción y las exportaciones de energía; interrumpir la evasión de sanciones; restringir los ingresos procedentes de la minería y los metales; limitar la capacidad defensiva de Rusia y perseguir a los usuarios de programas maliciosos.
Contra 300 personas y entidades
Para ello, el Departamento del Tesoro sanciona a cerca de 300 personas y entidades, mientras que el Departamento de Comercio suma 90 empresas a la batería de sanciones, y el Departamento de Estado señala a más de 250 entidades e individuos.
Entre ellos están tres personas vinculadas con la estancia en prisión del opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido la semana pasada, cuya muerte, de acuerdo a EE.UU., es responsabilidad de Putin.
Los sancionados son el director del sistema de prisiones de la región Yamalo-Nenets, Igor Borisovich Rakitin, y el carcelero Vadim Konstantinovich Kalinin de la Colonia Penal IK-3 de Kharp en la que falleció Navalni, a 2.000 kilómetros de Moscú. También se suma al subdirector del Servicio Penitenciario Federal de Rusia, Valeriy Gennadevich Boyarinev, el funcionario de más alto rango sancionado por su rol de supervisión de la prisión en la que estaba internado el opositor.
Según denuncia EE.UU., Boyarinev dio instrucciones al personal penitenciario para que se le aplicara un trato más severo. Tras la muerte del opositor, fue ascendido a ‘coronel general’ por decreto de Putin.
Los servicios penitenciarios rusos anunciaron el 16 de febrero la repentina muerte de Navalni de 47 años y aseguraron que había fallecido después de dar un paseo en la cárcel del Ártico donde cumplía condena por sus críticas a Putin.
Dañar la red financiera
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UUU. explicó que con las sanciones se busca apuntar a la infraestructura financiera central de Rusia y que para ello se sanciona al Sistema Nacional de Pago Mir de Rusia, y a bancos, empresas de inversión y empresas de tecnología financiera.
El Tesoro advirtió también que EE.UU. intentará endurecer el “límite de precios” al petróleo ruso. Además de empresas financieras y relacionadas con la energía, hay corporaciones de otros sectores que van desde la logística, la tecnología y la exportación de diamantes, además de objetivos relacionados con la defensa, otro de los principales propósitos de esta tanda de sanciones.
La acción apunta a la red a través de la cual Rusia ha adquirido y producido vehículos aéreos no tripulados –los ‘drones kamikaze’– a través de la colaboración con el Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas de Irán (Modafl).
Hay implicadas compañías que van desde la fabricación de máquinas industriales CNC, que se utilizan en el sector de la construcción de maquinaria pesada y de fabricación de armas, hasta la creación de impresoras 3D especiales para la producción de vehículos aéreos no tripulados, piezas de aviones y otros artículos relacionados con el ejército.
Las empresas extranjeras, un objetivo adicional
La ola de sanciones no implica sólo a compañías rusas sino que también afecta a un total de 26 compañías y ciudadanos de terceros países de lugares como China, Serbia, Alemania, Liechtenstein o Emiratos Árabes Unidos, con el objetivo de “negar a Rusia los recursos necesarios para apoyar su brutal guerra contra Ucrania”, señala el Tesoro.
Entre ellas hay transbordadoras de tecnología, equipos y repuestos a Rusia; una persona involucrada en envíos de armas a Rusia y una red transnacional de lavado de dinero que facilita el movimiento ilícito de metales preciosos de origen ruso.
En el frente
Rusia anunció nuevas conquistas territoriales en Ucrania. El Ministerio ruso de Defensa reivindicó la toma de Pobeda, un pequeño pueblo a unos cinco kilómetros al oeste de la ciudad de Donetsk. “En el frente de Donetsk, unidades de la agrupación de fuerzas del Sur liberaron la localidad de Pobeda”, indicó la cartera, además de señalar que sus tropas mejoraron sus posiciones cerca de los pueblos de Novomijailivka y Krasnogorivka, ubicados en la misma zona.
Esta conquista se produjo tras la toma de Avdiivka el fin de semana pasado, una localidad del frente oriental confrontada desde hace meses a una feroz ofensiva de Rusia, que otorgó a Moscú su primer avance territorial importante tras meses de estancamiento. La batalla por Avdiivka fue, junto con la de Bajmut, también en el este, una de las más sangrientas desde el inicio de la ofensiva rusa lanzada en febrero de 2022.
El martes, Moscú reivindicó la toma de la localidad de Krinki, una localidad en la orilla oriental del río Dniéper donde el ejército ucraniano había conseguido establecer una cabeza de puente en octubre. Todo esto se produjo mientras las fuerzas ucranianas sufren la escasez de municiones tras una caída de la ayuda proveniente de sus aliados occidentales, en particular de Estados Unidos, bloqueada por los rivales republicanos del presidente Joe Biden.