Dos de los jueces que condenaron e inhabilitaron para el ejercicio de la función pública a Cristina Fernández de Kirchner en la causa sobre la obra pública en la provincia de Santa Cruz volverán a juzgarla. Se trata de Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, que resultaron sorteados para intervenir en el juicio por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán –la investigación que inició tras la denuncia del fiscal Alberto Nisman. Ese expediente, que había sido cerrado por inexistencia de delito, se reactivó después de una decisión de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal.

El abogado de CFK, Carlos Beraldi, pidió estar presente cuando se sortearan los nuevos jueces que integrarán los tribunales que juzgarán a la vicepresidenta. Así sucedió. El sorteo se hizo con un bolillero manual que accionó el secretario general de la Cámara de Casación Penal, Juan Montesano.

El mes pasado, ese tribunal –con los votos de Daniel Petrone y Diego Barroetaveña– decidió reabrir dos causas en las que CFK había sido sobreseída por los tribunales que debían juzgarla: la del Memorándum con Irán y Hotesur-Los Sauces. La decisión de volver a mandar a juicio a CFK se precipitó después de que la Corte Suprema declarara cesante a la camarista Ana Figueroa mientras esperaba que el Senado le diera el aval para permanecer en su cargo después de los 75 años –lo que efectivamente sucedió.

Petrone y Barroetaveña decidieron correr a los tres jueces que habían integrado el Tribunal Oral Federal (TOF) 8 en la causa del Memorándum: María Gabriela López Iñíguez, Daniel Obligado y José Antonio Michilini. Después del sorteo, tomarán sus lugares Basso, Giménez Uriburu y Javier Ríos. Basso y Giménez Uriburu son viejos conocidos de CFK: estuvieron en el proceso que arrancó en 2019 y terminó en diciembre del año pasado con una condena.

Basso fue el único de los tres integrantes de ese TOF que se inclinó por condenar a la vicepresidenta por asociación ilícita, una figura más grave que rechazaron sus colegas Giménez Uriburu y Jorge Gorini. La semana pasada, Basso fue elegido para presidir la Asociación de Magistrados. En esta institución, es uno de los referentes de la Lista Bordó, la más conservadora y antikirchnerista. En una entrevista con el portal Infobae, Basso sostuvo que esperaba tener un diálogo “constructivo” con el nuevo gobierno. Uno de los temas que posiblemente se imponga es el pago de ganancias, después de que el juez Pablo Cayssials declarara inconstitucional la ley que obliga a los magistrados designados a partir de 2017 a tributar.

Giménez Uriburu, por su parte, fue eje de las críticas de la vicepresidenta por sus “inquietudes” deportivas. El juez integra el club Liverpool junto con el fiscal Diego Luciani, que estuvo a cargo de la acusación. Es decir que el juzgador y el acusador de CFK entrenan y juegan juntos al fútbol. Otro de los miembros de ese equipo es el juez Mariano Llorens, integrante de la Cámara Federal porteña y quien le sugirió al juez Sebastián Casanello iniciar un proceso de desafuero para detener a la vicepresidenta. Al igual que Basso, Llorens es uno de los referentes de la Lista Bordó de la Asociación de Magistrados.

Giménez Uriburu protagonizó uno de los momentos más incómodos del juicio de Vialidad cuando se lo vio por el Zoom tomando un mate con el escudo del equipo Liverpool. El incidente –que para muchos fue tomado como una provocación frente a lo que venía denunciando este diario y replicando la defensa de la vicepresidenta– le generó alguna reprimenda por parte de sus pares, según trascendió. Por si faltaban pocas controversias, Liverpool jugaba un torneo en la quinta Los Abrojos que pertenece al expresidente Mauricio Macri.

Macri fue el principal impulsor de la causa que terminó en la condena de CFK a través de Javier Iguacel, entonces a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad. Iguacel es uno de los entusiastas por votar a Javier Milei en el balotaje del 19 de noviembre –al igual que el propio Macri y Patricia Bullrich.

En el caso de Hotesur-Los Sauces, salió sorteado José Michilini para integrarse al TOF 5 a cargo del proceso contra la vicepresidenta y su hijo mayor, el diputado Máximo Kirchner, entre otros imputados. Michilini –que integra el TOF 1 de Comodoro Py– había sido uno de los jueces que se pronunció por sobreseer a CFK en la causa del Memorándum con Irán.

El TOF 5 se completa con Adriana Palliotti, jueza titular de esa instancia y la única que se inclinó por seguir adelante con el proceso contra la vicepresidenta, y con Fernando Canero, que subroga en ese tribunal. Canero es uno de los jueces que tiene a su cargo el juicio de los “cuadernos”. Junto con sus colegas, Canero rechazó que el juez Marcelo Martínez de Giorgi avance con la investigación sobre las irregularidades que rodearon la aparición, desaparición y modificaciones de las anotaciones del chofer Oscar Centeno.

CFK y el resto de las partes tienen tres días para recusar a los jueces después de que se les notifique la integración de los tribunales. Horas después del sorteo, Casación –con las firmas de Petrone, Barroetaveña y Carlos Mahiques– rechazó el recurso que la vicepresidenta había presentado contra la reapertura de la causa del Memorándum. 



Fuente-Página/12