Un tribunal de Washington determinó este martes que el expresidente de EE.UU. Donald Trump, no tiene inmunidad presidencial ante la imputación en su contra por haber intentado revertir su derrota electoral de 2020 y haber instigado el asalto al Capitolio de 2021. El fallo es un duro golpe para la defensa de Trump, que argumentaba que la conducta que le imputa el fiscal especial Jack Smith formaba parte de sus deberes oficiales como presidente y, por lo tanto, lo eximía de responsabilidad penal.
El “ciudadano Trump”
La Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia apuntó que “a los efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal“. Por ese motivo “cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberlo protegido mientras se desempeñaba como presidente, ya no lo protege contra este procesamiento”.
Trump podría ser condenado por un “asalto sin precedentes a la estructura de gobierno”, según el fallo. “Sería una sorprendente paradoja que el presidente, que es el único investido del deber constitucional de velar por el fiel cumplimiento de las leyes, fuera el único funcionario capaz de desafiar esas leyes con impunidad”, escribieron las juezas que rechazaron de plano la afirmación de Trump de que su acusación penal tendría un “efecto amedrentador” para otros presidentes.
Se presume que la defensa del magnate neoyorquino recurrirá el fallo para elevar el caso al Tribunal Supremo de EE.UU. El argumento de la inmunidad presidencial se convirtió en un arma recurrente para los abogados de Trump, quienes buscan retrasar al máximo el calendario judicial para evitar que coincida con la carrera electoral de las presidenciales de noviembre, en la que parte como el gran favorito para la candidatura republicana.
En el escrito presentado al tribunal de apelaciones, el equipo legal de Trump señaló que la acusación es inconstitucional porque los presidentes no pueden ser procesados por la vía penal, a menos de que antes sean condenados por el Senado. “Bajo nuestro sistema de separación de poderes, el poder judicial no puede juzgar los actos oficiales de un presidente“, señalaron los abogados de Trump, quienes alegaron que el día de los hechos el expresidente cumplía con sus “deberes oficiales” y vigilaba la integridad de las elecciones de 2020.
El 2 de febrero la jueza federal Tanya Chutkan de Washington, que lleva el caso del asalto al Capitolio, pospuso la fecha de inicio del juicio, que debía empezar el 4 de marzo, a la espera de la resolución anunciada este martes.
En su red social Truth Social, Trump sostuvo que “un presidente de EE.UU. debe tener inmunidad completa en orden de funcionar correctamente y hacer lo que tiene que ser hecho por el bien de nuestro país”. Para Trump, esta decisión judicial “se convertirá en un arma política utilizada para interferir en las elecciones, lo sé por experiencia personal porque estoy pasando por ello ahora mismo”.
El expresidente republicano apelará la decisión “para salvaguardar la presidencia y la Constitución”, señaló el vocero del expresidente, Steven Cheung. “Si no se le garantiza la inmunidad a un presidente, todo futuro gobernante que deje el cargo será de inmediato acusado por el partido opositor”, dijo Cheung. El fallo unánime fue dictado por tres juezas, dos de ellas nombradas por el presidente Joe Biden y una por el expresidente George W. Bush.
El abogado de Trump, John Sauer, dijo a las juezas que un presidente sólo puede ser procesado por acciones realizadas mientras estaba en la Casa Blanca, si primero el Congreso lo acusa y condena. “Autorizar el procesamiento de un presidente por sus actos oficiales abriría una caja de Pandora de la que esta nación tal vez nunca se recupere”, señaló Sauer.
James Pearce, abogado del Departamento de Justicia, calificó esa perspectiva como “extraordinariamente aterradora” y dijo que permitiría a un presidente renunciar antes de ser acusado y escapar del castigo.
Lluvia de imputaciones
El magnate republicano se enfrenta a un total de cuatro cargos por presunto fraude electoral y ya había recibido en diciembre un primer rechazo de una corte de Washington. El juez que se pronunció entonces apuntó que ser presidente no concede automáticamente “un pase de por vida para salir de la cárcel”.
Trump está imputado en un tribunal estatal de Georgia por haber encabezado presuntamente una trama mafiosa para alterar los resultados electorales en el estado, donde perdió contra el actual presidente Joe Biden. En Nueva York fue imputado por supuestos pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels con la que tuvo una relación extramatrimonial, para comprar su silencio durante la campaña electoral de 2016. En Florida está acusado de sustraer ilegalmente y mantener en su mansión de Mar-a-Lago, documentos clasificados que sacó de la Casa Blanca tras abandonar el poder.
Esta será una semana clave para Trump ya que el Tribunal Supremo estudiará el próximo 8 de febrero si la Enmienda 14 de la Constitución inhabilita al expresidente para participar en los comicios, dado que diversos estados lo acusan de haber encabezado una insurrección en 2021. Trump fue acusado en la Cámara de Representantes de haber incitado a la insurrección, pero fue absuelto en el juicio del Senado.