La periodista Alelí Alegría Cuba denunció ante la justicia que recibió el miércoles pasado un ataque durante el cacerolazo en el barrio porteño de Villa Ortúzar cuando una mujer quiso presuntamente quitarle a su hija al grito de “mala madre” y “peroncha de mierda”, y por el hecho ya declararon testigos y además se añadió a la causa el parte médico que constata “trauma facial”.
“Me estaba filmando y me decía ‘ahí la tienen a la mala madre’. Me mira y me dice ‘peroncha de mierda. Acto seguido, con su puño me pega una trompada en el pómulo derecho”, dijo Alelí, de 38 años, en un video que difundió en sus redes sociales.
“Lo que hacés es ilegal, me la voy a llevar”, le dijo la mujer, mientras “agarró (a la niña) de la cabeza y la quería sacar del carrito, pero como tenía puesto el cinturón de seguridad no la pudo agarrar”, contó la periodista en diálogo con Télam y aclaró que “no hubo provocación” de parte suya.
El ataque tuvo lugar el miércoles en la intersección de la avenida Triunvirato y la calle Ginebra, en Villa Ortúzar, de parte de una mujer cuyo nombre comienza con la letra L y Alelí la describió como “corpulenta, de pelo negro largo por debajo de la cintura, entre 45 y 50 años”.
Alegría Cuba denunció el hecho en el Ministerio Público Fiscal, que derivó el caso a la Unidad Fiscal Norte, con el expediente N° 1118639, y actualmente “se están sumando testigos a declarar”.
También se dirigió al Hospital Alemán, donde le diagnosticaron “trauma facial”.
Frente a la agresión pidió a la fiscalía medidas de protección para ella y sus hijos, que espera que “se cumplan”, mientras su hija viajó con su padre a un país limítrofe y volverá cuando estén vigentes las medidas.
Durante el ataque, Alelí pidió auxilio por lo que la socorrieron alrededor de seis personas, luego de que otras al ver la situación no se acercaran.
La periodista consideró que existe “una responsabilidad del Estado y de los medios hegemónicos” por difundir “mensajes de odio que calan muy fuerte en algunas personas”.
En este sentido, el Registro de Ataques de Derechas Argentinas Radicalizadas registró 249 desde febrero de 2020 hasta diciembre de este año ataques políticos protagonizados por derechas radicalizadas, similares al que vivió Alelí.
A la denunciante le llegaron mensajes a sus redes de otras mujeres a las que durante el cacerolazo espontáneo -en distintos puntos del país- también las agredieron al grito de “mala madre”.
“Las medidas del DNU me afectan porque soy jefa de hogar. No me parece que mi hija no pueda concurrir a un acto que me parece legítimo. Salí a la calle también a defender sus derechos como niña y como mujer. Quiero hacer lo posible para que ella esté resguardada lo máximo posible”, dijo.
Y concluyó: “No voy a dejar de salir a la calle. Esto busca infundir el terror. Hay que tener mucho cuidado, pero no miedo. Si salimos con nuestros hijos tiene que ser en red, con números a mano de emergencias”.