La irrupción este martes en la COP28 del tema de la “extinción” de los combustibles fósiles en un documento de la cumbre climática que se desarrolla en Dubái, elevó las ambiciones de la reunión, tanto para políticos como para ambientalistas.
El protagonismo de dicha “extinción” es resultado de la publicación del borrador de la propuesta del Balance Global, sobre la que los países negociarán los próximos días la manera de mejorar sus propuestas contra el calentamiento global, que incluye un lenguaje mucho más duro en las reuniones climáticas de la ONU para pedir el fin de los combustibles fósiles.
Allí se debate –tal como insisten la Unión Europea y los estados insulares– sí es una opción realista extinguir el uso de los combustibles fósiles, así como “eliminar rápidamente” en esta década toda generación de energía con carbón que no cuente con técnicas de mitigación.
“Aún estamos lejos de un resultado garantizado”, comentó el experto en diplomacia climática del ‘think tank’ E3G Tom Evans, quien valoró no obstante que la propuesta de la presidencia de la COP28 tiene “todos los ingredientes” para que el resultado final de esta cumbre sea “ambicioso”.
Advertencias
El jarro de agua fría llegó de la mano de varios informes científicos que se publicaron en la jornada, como el Global Carbon Budget elaborado por 90 instituciones científicas de todo el mundo: señaló que el total de CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse, alcanzará un nuevo récord en 2023, con 40.900 millones de toneladas.
En 2022 se habrían emitido 40.600 millones de toneladas de CO2. “Parece inevitable que superaremos el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París”, advirtió el profesor Pierre Friedlingstein de la entidad Exeter’s Global Systems Institute y director del informe.
Otro informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que la década 2011-20 fue la más cálida de la que se tiene registro, con temperaturas medias 1,1 grados por encima de la era industrial (1850-1900).
De 2011 a 2020 el nivel del mar subió a un ritmo mundial de 4,5 milímetros por año, frente a los 2,9 milímetros de la década anterior, una aceleración que según la OMM se debió principalmente a la fundición del manto de hielo en Groenlandia y en menor medida al deshielo de los glaciares y el calentamiento de los océanos.
Récord de lobistas
Otro informe publicado este martes por la coalición ambientalista Kick Big Polluters Out (Echen a los grandes contaminadores), reveló que la COP28 bate un nuevo récord de ‘lobistas’ de las energías contaminantes registrados en cumbres del clima, con 2.456 representantes de empresas de combustibles fósiles.
Si esta industria fuera una delegación, sería la tercera mayor del encuentro, después de Brasil y Emiratos Árabes Unidos, el país anfitrión.
Los pueblos indígenas dijeron “presente” en la COP con su lucha climática. Por ejemplo, la panameña Sara Omi, la primera abogada indígena del pueblo Emberá, quien ha superado todos los obstáculos de una sociedad patriarcal para llevar su lucha climática a Dubái.
“Encontramos que, de mujer a mujer, ves confianza, que se pueden escuchar las problemáticas, pero frente a un hombre… un hombre siempre va a acusar a las mujeres de que son las culpables de la problemática”, aseveró en una entrevista y señaló que sí ha llegado a tener miedo dado que en “territorios débiles”, la presión y la amenaza pueden afectar a los líderes, sobre todo a las mujeres, que sufren una “campaña de denigración” contra ellas.
Olivia Bisa, otra mujer indígena presidenta del Gobierno territorial autónomo de la nación Chapra en Perú, recordó las “amenazas y extorsión” que ha recibido “de las empresas extractivistas petroleras”.