El consumo comenzó a crecer con más fuerza en el interior del país como consecuencia del auge del turismo fronterizo, por la ventaja en el tipo de cambio que tienen los extranjeros, y por la recuperación del sector agropecuario, que se prepara para tener una muy buena cosecha en el 2024, según detalla un estudio de la consultora especializada Scentia.
La tendencia se empezó a notar en la primera mitad del año, pero se terminó de consolidar en los últimos meses, cuando la cotización del dólar blue se fue muy arriba, y hasta llegó a superar los 1.000 pesos. Como a los turistas los comercios les reconocen el dólar a valor del mercado marginal, la ventaja comparativa para los visitantes del exterior, como chilenos, brasileños, paraguayos, bolivianos y uruguayos, es muy notoria.
De esta forma, el consumo masivo muestra más dinamismo en supermercados y comercios de cercanía del interior del país, comparados con aquellos ubicados en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El último informe del Indec sobre el comportamiento de los autoservicios mayoristas, que es de agosto, arrojó que las ventas a precios corrientes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registraron una variación porcentual de 147,1 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, por encima de la inflación anualizada. En los 24 partidos del Gran Buenos Aires, la variación fue de 134,1 por ciento; y en el resto del país, el alza fue mucho mayor: del 158 por ciento.
En lo que va del 2023, las ventas totales del mercado registraron hasta septiembre un aumento promedio del 1,1 por ciento, según datos de Scentia. Pero mientras subieron 3,8 por ciento en el interior del país, cayeron 2,9 por ciento en los puntos de venta del AMBA.
Osvaldo del Río, director de Scentia, explica que algunas causas de este comportamiento hay que buscarlas “entre la mejora del campo desde hace unos meses, la mejor posición competitiva de los negocios de barrio (por menor presencia de cadenas en ciudades menos pobladas), las bases de comparación respecto del año pasado y la situación en las fronteras que es muy fuerte”.
Del Río destaca el rol clave que desempeñan las poblaciones de países limítrofes que viven en zonas fronterizas y consumen en la Argentina, porque les resulta mucho más barato por el tipo de cambio. El caso más notorio es la venta de naftas en Misiones, donde abrevan numerosos automovilistas paraguayos y brasileños. También el de Mendoza, donde los supermercados son visitados por cuantiosos clientes chilenos.
De acuerdo con datos del Indec, las ventas en supermercados también indican un mayor volumen vendido en las góndolas de las provincias: la suba promedio en el periodo acumulado a septiembre es del 8,7 por ciento en ese canal, que se explica por un aumento del 7,9 por ciento en el AMBA y del 9,4 por ciento en los supermercados del interior del país. Otro aspecto que incide en el fenómeno es el movimiento turístico que se da durante los fines de semana largo, básicamente frente al encarecimiento de los viajes al exterior. Otros analistas señalan, además, que en el área metropolitana el consumo se resintió con más fuerza por la quita de subsidios y aumento de transporte, de peajes y de los servicios. Otro fenómeno que detectaron los supermercadistas es que antes de las elecciones los consumidores se apresuraron a comprar, concretando ventas anticipadas, que luego se amesetaron.