“Si no sabemos aguantar un resultado, si no podemos hacer un esfuerzo en los últimos minutos para aguantarlo, es una mierda. Esto es una mierda”. Clarito lo de Gabriel Arias tras el 1 a 1 que animaron su Racing y Central Córdoba este domingo en Avellaneda, empate que dejó a los santiagueños en la cima de la Zona B de esta Copa de la Liga repleta de sorpresas y a los académicos con mucha bronca.

La calentura del arquero se debe a que, cuando pintaba que Racing se llevaba los tres puntos tras un lindo gol de Roger Martínez y le arrebataba la punta a los norteños, una distracción en el fondo local le permitió alcanzar el empate a la visita cuando el reloj marcaba los 90.

Mérito en gran parte de Omar De Felippe, quien cambió a tiempo sus piezas, siendo tres de los ingresados los que se combinaron para el gol del 1-1: Enzo Kalinski, Federico Jourdán y Mateo Sanabria.

“Necesitamos ganar, ganar y ganar. El punto no sirve. Hay que empezar a convencerse que se puede, estamos en un momento en que cualquier jugada que llegan nos convierten. En una jugada de último minuto terminan sacándote dos puntos en tu cancha, que es una mierda. Hay que repensar algunas cosas y estar un poco más al cien por ciento”, cerró Arias, quien acumula diez partidos seguidos sin vallas invictas.

No por casualidad la dupla central de Racing, compuesta por Leo Sigali y Gonzalo Piovi, es de las más apuntadas por el público local a la hora de señalar culpables del momento del equipo, aún cuando está en zona de clasificación a cuartos de final en la Copa (pero arañando un lugar en la Sudamericana 2024 y a cinco puntos de la Libertadores).

Justamente el primer central quedó pagando fuerte en una gran acción del pibe Sanabria -de 19 años y a préstamo desde Lanús-, quien lo dejó pintado con un caño, desparramó también a Mura y habilitó a Kalinski para el gol a eso de los 69 minutos. Arias atoró y salvó a los suyos y de ahí vino el gol de Racing, haciendo justicia al viejo axioma de “los goles que no se hacen en un arco…”.

Hauche le bajó un pelotazo a Roger Martínez casi que de ombligo y el colombiano también echó mano a otro viejo dicho, tomándose todo el tiempo del mundo dentro del área. Tanto amagó con dar el pase a un compañero que los defensores -Goñi y Canto- le liberaron el camino al gol. Y el delantero no lo desaprovechó. Se acomodó para su zurda y sacó el latigazo que se convirtió en apenas su tercer gol en 13 partidos desde que volvió a Racing.

Parecía cosa juzgada, con el equipo dirigido interinamente por Grazzini y Videla (18 puntos) a punto de pedir la cuenta, pero el Ferroviario (19) dio el golpe en la mesa y, aún peleando la permanencia, quiere animarse a soñar en la Copa de la Liga. Y tiene con qué: es puntero, al menos hasta que este lunes jueguen Belgrano (18; vs. Tigre a las 21) y Godoy Cruz (18; vs. Platense a las 18:30).



Fuente-Página/12