La segunda semana de transición presidencial finaliza con un protagonista en términos económicos: las Letras de liquidez (Leliqs), instrumento financiero que utiliza el Banco Central  (BCRA) para regular la cantidad de pesos que circulan en la economía, a través de la toma de deuda con bancos comerciales. Un hecho simbólico y otro fáctico: monopolizaron las charlas del brindis de fin de año de la Asociación de Bancos Internacionales (ABA, por sus siglas en inglés). A la vez, la incertidumbre respecto a su futuro hizo que los bancos desarmaran gran cantidad de las letras y suscribieran a pases, un instrumento similar que rinde menos pero da mayor liquidez ya que se puede rescatar en apenas un día. 

En su obsesión por “sincerar la economía” a través de la liberación del cepo cambiario para unificar el tipo de cambio (y, eventualmente, dolarizar), el presidente electo Javier Milei puso en primera plana su preocupación por lo que él llama la “bomba” de Leliqs, que suman junto a los pases casi 25 billones de pesos de deuda que el BCRA tiene con entidades financieras, y por los que paga 133 y 126 por ciento de interés, respectivamente. El peligro que ve Javier Milei en esa cantidad de pesos contenidos por el BCRA es que, al levantar las regulaciones, se vuelquen a la compra de dólares, provocando una devaluación y su consecuente impacto en precios. 

Qué son las Leliq

Antes de analizar su protagonismo esta semana, conviene explicar de qué se tratan estos instrumentos financieros que solo los bancos (y no las personas) pueden operar. Las Leliq son préstamos a 28 días que el Banco Central le pide a bancos comerciales, a cambio de una tasa de interés.

Cuando los bancos reciben un depósito en pesos, las entidades reinvierten ese dinero y se lo prestan a otras personas y empresas. Cuando hay una baja demanda de préstamos (de acuerdo a un informe de la consultora PxQ, entre 2011-2019 el ratio de préstamos al sector privado sobre activos fue de 45 por ciento, mientras que hoy se ubica en 27 por ciento), se produce un desbalance y “sobran” pesos . 

Entre las opciones que tienen los bancos para colocar ese sobrante y tener un rendimiento que les permita pagar los intereses de los plazos fijos, por ejemplo, se encuentran las Leliqs (el instrumento que mayor rendimiento les genera). La tasa de interés que dispone el Central para las Leliqs sirve entonces de referencia para el resto de las tasas de interés del mercado, como la de los plazos fijos o préstamos. Para el Banco Central son un instrumento para manejar la política monetaria a través del nivel de las tasas de interés, y por lo tanto regular la cantidad de dinero que circula en la economía.

Protagonistas 

“Estoy dejando para el final el tema que insumió durante el año y estas últimas semanas mucho de su trabajo y preguntas”, ponderó el presidente de ABA, Claudio Cesario, en su discurso durante el brindis de fin de año con periodistas, “las Leliqs o Letras de Liquidez del BCRA”. 

El titular de ABA replicó lo que el resto de los banqueros hablaban entre bocaditos de jamón crudo con ciruela, almendras, queso brie y empanadas de copetín: que las Leliqs no son un problema, sino un síntoma de una economía desordenada. “El problema no son las Leliqs,
sino una corrida bancaria o la desconfianza del sistema”, decía en diálogo con PáginaI12 por lo bajo un miembro de ABA.

“Lo debemos convertir en una oportunidad. Para eso, el Gobierno tiene que poner sobre la mesa un plan económico creíble y sustentable para estabilizar la economía y bajar la inflación”, sentenció Cesario.

Los miembros de ABA, tenedores de gran parte de la deuda, insisten en remarcar que, a pesar de que el monto es muy alto, sólo con bajar el déficit fiscal se podrá reducir el stock de estas letras que se usan para esterilizar el excedente de pesos. Junto con Adeba, asociación que representa a la banca nacional, hicieron una propuesta para reencausar esas Leliqs en créditos. “La buena noticia es que existen numerosos proyectos que necesitan financiamiento del sector privado en distintos sectores, energías renovables, telecomunicaciones, transporte e infraestructura en general, agroindustria, minería y petróleo”, aseguró. 

Confianza a medias

A pesar de que el propio Luis Toto Caputo, confirmado por Milei como futuro ministro de Economía, se juntara personalmente con los bancos para presentarles una salida “de mercado” para el desarme de las Leliqs, la obsesión e incertidumbre respecto al abordaje sobre los pasivos remunerados del equipo del presidente electo hizo que, en las últimas ruedas de vencimiento de Leliq, las entidades financieras reemplacen este instrumento por Pases a un día. Los pases son también deuda que el BCRA coloca para sacar pesos de la calle, pero es más liquida y, por lo tanto rinde menos: si las Leliq se colocan a 28 días de plazo a una tasa de interés de 133 por ciento, los pases se pueden retirar a las siguientes 24 horas a una tasa de 126 por ciento.

Este instrumento les permite tener flexibilidad para readecuar la cartera ante algún
movimiento de mercado, como puede ser una devaluación brusca que anticipa el dólar futuro, que ubica la divisa en 800 pesos en diciembre. El crecimiento de los pases agrava la situación para las nuevas autoridades, que ya temían que los bancos no renovaran las letras y vuelquen el dinero a plaza. Con el instrumento de los pases, la “bomba de las Leliq” puede explotar más rápidamente. 



Fuente-Página/12