Un sargento de la policía bonaerense fue condenado a cuatro años y dos meses de prisión por la muerte de un joven de 23 años en noviembre de 2020 durante un choque de motos en la localidad bonaerense de Lincoln en el que el agente conducía su vehículo en estado de ebriedad, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Juan Manuel Odermatt (31), quien fue condenado por el Juzgado en lo Correccional 2 de Junín al ser hallado penalmente responsable del “homicidio culposo agravado por ser funcionario policial” de Eduardo Guerrero (23) y de causarle “lesiones culposas” a la pareja de éste, Priscila Amado.
Es que la noche del 15 de noviembre del 2020 dos motos colisionaron en la intersección de calles Belgrano y Laprida, en la vecina localidad de Lincoln: una de ellas era manejada por Guerrero, quien estaba acompañado por Amado, y por el impacto recibió heridas de consideración, agonizó 60 días y falleció en el Hospital de Junín.
Mientras que el otro vehículo era conducido por el entonces cabo de la Policía montada Odermatt, quien no estaba en funciones al momento del siniestro y que, según está acreditado en la causa, se desplazaba alcoholizado y en contramano.
“En esta línea de interpretación de los hechos y de la prueba producida que dimana de la normativa procesal, surge, en forma indubitada, que el imputado conducía la motocicleta descripta previamente con un índice de alcohol en sangre de 1,02 gr/l, es decir, más del doble del límite que permitía, a la fecha del hecho”, señaló en el veredicto, al cual tuvo acceso Télam, el juez que estuvo a cargo del debate, Jorge Ariel Coppola.
Por otra parte, el magistrado consideró como atenuantes que “el imputado no registraba antecedentes penales y que las víctimas se desplazaban en un motovehículo sin utilizar el casco reglamentario”, mientras que ordenó imponerle al agente una inhabilitación especial por diez años para conducir automotores y motos.
A su vez, el juez dispuso que Odermatt se mantenga en libertad hasta que la sentencia sea confirmada en segunda instancia.
Para mantener tal beneficio, el policía deberá mantener su domicilio actual, del cual no podrá ausentarse por más de 48 horas, mientras que se le prohibió la salida del territorio argentino, indicaron los voceros.
Por su parte, fuentes judiciales señalaron a Télam que Odermatt pidió declarar durante el debate, donde aseguró no haber visto el vehículo de las víctimas indicando que sólo vio un “bulto negro”, a la vez que admitió haber conducido en estado de ebriedad, aunque refirió tener “reflejos normales” cuando bebe alcohol.
En relación a este punto, el juez Coppola remarcó en el fallo: “De ninguna manera resulta aceptable la referencia que hizo el imputado al declarar, en ejercicio de la garantía de defensa, en el marco del debate respecto a que sentía que podía controlar cualquier situación que se le presentara en el camino. Considero que el efecto que causa el consumo de alcohol en una persona no es de apreciación subjetiva, sino que responde a principios científicos”.
Al respecto, el magistrado agregó: “Interpreto los dichos del imputado Odermatt como que no tenía el pleno dominio del vehículo, al ni siquiera identificar que lo que dijo que se cruzó fue una moto ocupada por dos personas”.
También se refirió al respecto, la madre de Guerrero, quien catalogó al condenado como un “descarado” por sus declaraciones, mientras que criticó sus “actitudes soberbias” a lo largo de juicio.
“Se reía durante los alegatos. Pidió declarar con total desfachatez”, contó a Télam Itatí.
Sobre la condena que recibió Odermatt, Itatí Domínguez indicó que solo podrá festejar la condena cuando quedé firme, a la vez que afirmó temer que la Cámara de Apelaciones reduzca la pena del policía.
“Tenemos que conformaron muy poco. No vamos a apelar porque corremos riesgo de perder todo lo que logramos. Queremos que la condena sea de cumplimiento efectivo, en la cárcel”, manifestó Domínguez.
Finalmente, la mamá de Guerrero denunció que el agente bonaerense continúa manejando vehículos por las calles de Lincoln y pidió que se lo exonere definitivamente de la fuerza.
“Sigue manejando vehículos con la licencia de conducir vencida. En Lincoln nadie lo para”, reveló Itatí.