En tiempos de fragilidad democrática y circulación de discursos negacionistas, el ejercicio de la memoria se torna más necesario. Por eso, el Centro Cultural Kirchner (CCK) realizó este viernes el Concierto por la Paz, un homenaje especial al Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, con la participación de la murga uruguaya Agarrate Catalina y el músico rosarino Juan Carlos Baglietto. A cuarenta años de la vuelta de la democracia en Argentina, el encuentro musical tuvo como eje reivindicar y poner en valor la lucha por los derechos humanos, la libertad de los pueblos, la diversidad cultural, la convivencia pacífica y la educación pública, entre otros valores humanos y democráticos. “Siempre hemos trabajado para algo: que a los niños no les roben la vida y la sonrisa de vivir”, resaltó Adolfo Pérez Esquivel al comienzo de su disertación.

“El mundo hoy vive en la incertidumbre total. Hay guerras, conflictos, hambre. Yo he recorrido muchos lugares del mundo, Asia, África, Iraq. Muchos lugares de guerra. Pero en los momentos más duros, en los momentos de muerte y sufrimiento, siempre encontré una sonrisa de hombres y mujeres. Porque tienen la esperanza de que otro mundo es posible”, sostuvo el Premio Nobel de la Paz y recordó a amigos del camino como Mario Benedetti, Eduardo Galeano y Perico Pérez Aguirre. “En nombre de todos aquellos que queremos la paz les voy a pedir si hacemos un minuto de silencio por los niños del mundo, por los de Israel y Palestina, por los de Ucrania y Rusia, por los niños que quieren salir de su tierra para encontrar una vida justa y no la alcanzan porque se la arrebataron”, solicitó el homenajeado frente al público del Auditorio Nacional.

En este marco, el Ministerio de Cultura de la Nación lo distinguió por su vida, su ejemplo y su permanente lucha por la paz y la defensa de los derechos humanos en Argentina y el mundo. “Hace 43 años, el 13 de octubre de 1980, nos enterábamos los argentinos, las argentinas y el mundo que se le otorgaba el Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel”, introdujo el ministro de Cultura Tristán Bauer. Ocurría en aquel tiempo atroz de la dictadura cívico-militar. Días de tortura, muerte, desaparición, secuestro y exilio. Y esa noche oscura, también hubo momentos luminosos. Las Madres y las Abuelas nos daban ejemplos de resistencia, el Teatro Abierto y tantas expresiones de resistencia. Y apareció Adolfo en esa noche con su luz y su ejemplo”.

Pérez Esquivel y Tristán Bauer, Ministro de Cultura (Imagen: Verónica Bellomo).

Entre el público se encontraban Dora Barrancos, Piero, Nora Cortiñas, Sergio Maldonado, Esteban Bayer y Juan Grabois, entre otros dirigentes sociales y referentes culturales. “¿Qué es la paz? Todos piensan que la paz es la ausencia de conflicto. Y yo digo que no. La paz es una dinámica permanente de relaciones entre las personas y los pueblos”, reflexionó Pérez Esquivel. “Nadie puede dar aquello que no tiene. He aprendido muchísimo de los campesinos y los indígenas, como los del Malón de la Paz que reclaman por sus derechos. La paz no se regala, la paz se construye, como la democracia. Y para lograr la paz hay que ser rebelde frente a las injusticias, frente a la negación, frente a la miseria, frente al hambre. Queremos tener una semilla fecunda, una semilla que dé vida, no las semillas transgénicas, de muerte”.

“Si se violan los derechos humanos la democracia se debilita y deja de ser democracia. Esto es lo que tenemos que defender”, resaltó. “Y hoy las democracias en América latina y en nuestro país están en peligro. Aquí estamos los sobrevivientes del horror, pero también de la lucha y de la esperanza para construir un mundo más justo y fraterno para todos y todas. Y hoy aparece este tremendo negacionismo que quieren retrotraer y que quieren dolarizar. Nosotros tenemos un peso pluma y tenemos que trabajar para tener un peso pesado, pero nacional, no un dólar. Hay que repatriar todos esos dólares que robaron y sacaron del país. Basta de esto que todos los días sube y sube todo y no baja nada. Porque la miseria y la pobreza es cada vez mayor. Una democracia significa derecho e igualdad para todos y todas, no para algunos que se creen los privilegiados.”

Además, recordó la figura de Evita y contó que de ella aprendió a trabajar para los más humildes y sufrientes. “Dentro de pocos días vamos a votar. ¿Qué vamos a votar? ¿A un candidato? No. Tenemos que votar políticas claras y al servicio del pueblo”, enfatizó. “No que nos quiten la educación pública y gratuita que tenemos. Hay que mejorar los hospitales públicos. Hay que salvar el Conicet, que no es un gasto, es una inversión. Los recursos son del pueblo, no de los gobiernos. Argentina no es una isla, es parte del continente latinoamericano. Y en este continente tenemos que construir juntos y juntas. El desafío es la lucha contra el hambre. Por favor, no voten a sus verdugos. Es necesario votar con conciencia crítica, con valores. La tierra es de quien la trabaja. Espero que después de la votación podemos festejar la libertad y no la dominación. La construcción de nuevos caminos”.

Agarrate Catalina (Imagen: Verónica Bellomo).

El concierto comenzó con la presencia de la murga uruguaya Agarrate Catalina, que trajo al escenario su colorido visual y la potencia de sus voces y versos. “Qué emoción estar celebrando estos años de democracia y el aniversario del premio de Adolfo”, se alegró Yamandú Cardozo, director musical de Agarrate Catalina. Encendieron el carnaval con piezas como “Las telenovelas”, “Vivir” y “Soy”, un cuplé que habla sobre la identidad y que compusieron para el movimiento Teatro x la Identidad. “La canción la escribimos con mi hermano Tabaré para acompañar la lucha de las Abuelas, las Madres, y los familiares de desaparecidos. En Uruguay y Argentina compartimos la misma cicatriz. Yo me llamo Yamandú y lo puedo decir: El derecho a la identidad es un derecho humano”, dijo.

León Gieco era uno de los invitados a la velada, pero no pudo asistir por una afección en las cuerdas vocales y en el oído. “Deseo que disfruten un hermoso concierto y que Adolfo Pérez Esquivel, a quien respeto profundamente, tenga el homenaje que merece rodeado del cariño de todos ustedes”, leyó la presentadora un mensaje del músico santafesino. En la mitad del espectáculo, Yamandú le dedicó unas palabras amorosas. “Te extrañamos. Él sabe que le vamos a transmitir buena energía para que se cure rápido”, dijo el uruguayo y junto a Baglietto en escena regalaron una conmovedora versión a capela de “Cinco siglos igual”. La canción se cantó como un himno. La sala se puso de pie y estallaron los aplausos.

Baglietto fue el encargado de interactuar con la murga y compartir algunas canciones. Así sonaron clásicos como “El témpano” –en una versión súper rockera- y “Manifiesto de la media verdad”, de Agarrate Catalina. Los uruguayos también aprovecharon la ocasión para interpretar lo más contundente de su repertorio: “Montevideo”, “Civilización”, “La violencia” y “Aporofobia” conjugaron esa cuota de reflexión, sensibilidad social, humor y fiesta de carnaval que los caracteriza. Y la canción “Lo que el tiempo me enseñó” cerró la velada con las palabras justas: “El tiempo me enseñó que la memoria/ No es menos poderosa que el olvido/ Es solo que el poder de la victoria/ Se encarga de olvidar a los vencidos”.

Juan Carlos Baglietto y Agarrate Catalina (Imagen: Verónica Bellomo).



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