Coleccionistas franceses se llevaron una gran sorpresa semanas atrás, al descubrir que un retrato de Santa María Magdalena que compraron en una galería londinense por internet no era obra de algún discípulo de Leonardo Da Vinci, como se suponía, sino del maestro del Renacimiento Rafael Sanzio (1483-1520).

Los propietarios del cuadro lo compraron sin conocer su historia, pero las dudas y sugerencias de distintos peritos llevaron a que la obra fuera evaluada por expertos franceses e italianos, que acaban de autenticarlo como una obra maestra del pintor y arquitecto italiano del Renacimiento que data de su encuentro con Leonardo Da Vinci hacia 1505.

“Cuando la vi por primera vez en una foto en internet, esta Santa María Magdalena me cautivó inmediatamente”, dijo a AFP uno de los coleccionistas, quien aseguró haber comprado la obra a una galería londinense por 30.000 libras esterlinas.

“Cuando llegó, verla me resultó aún más conmovedor, aunque estaba muy sucia”, recordó el hombre, que pidió por ahora mantener el anonimato. 

Aunque nunca imaginó que estaba ante una obra de Rafael, tenía curiosidad sobre el origen de la misma, por lo que decidió consultar a Annalisa Di Maria, miembro del grupo de expertos de la Unesco en Florencia, Italia, que autenticó la obra el mes pasado.

Esta reasignación “no cambia en nada su belleza espiritual”, añadió el hombre, coleccionista como su padre, que desea compartir el descubrimiento “excepcional” con el gran público llevándolo a un museo.

La investigación

Innumerables análisis, entre ellos la visualización mediante luz infrarroja de las capas de carbono ocultas por los pigmentos de pintura, permitieron atribuir el cuadro a Rafael, nombre afrancesado de Raffaello Sanzio (1483-1520), explicó Di Maria.

Estas pesquisas, basadas en los últimos avances de la ciencia, pusieron en evidencia los ‘arrepentimientos‘; es decir, los reajustes ejecutados por el pintor hasta la versión final de la obra. También su técnica del ‘spolvero‘, la transferencia de un dibujo de un primer soporte al soporte final”, como con ‘La Gioconda’ de Da Vinci, detalló la experta.

Las búsquedas en los archivos de la ciudad de Florencia también permitieron rastrear la procedencia del cuadro que “se consideraba perdido”, añadió la especialista de la Unesco.

La obra plasmada por Rafael sobre un panel de álamo en formato 46 x 33 cm es “de una gran maestría y de una increíble finura de ejecución que, sumada a los elementos científicos, atestiguan que el retrato proviene de este genio”, concluyó Di Maria.



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