Explorar el aire libre cuando éramos niños en un campamento de verano a menudo significaba chapotear en un lago, caminar por un sendero o compartir malvaviscos con otros campistas al caer la noche. Sin embargo, hay una forma diferente de estar presente en la naturaleza, una que puede ser transformadora tanto para ti como para la audiencia con la que compartes tus experiencias. Le preguntamos a la instructora del curso Atlas Obscura, Vanessa Chakour, naturalista, artista visual y autora, entre otras cosas sobre el futuro Cuerpos terrenales: abrazando la naturaleza animalcómo empezar.

Lo salvaje está llamando y La escritura ofrece una poderosa herramienta para la reconexión. Al tomarnos el tiempo para observar y reflexionar sobre nuestras experiencias al aire libre, comenzamos a notar detalles intrincados que de otra manera podríamos haber pasado por alto: las delicadas venas de una flor violeta, el fresco abrazo bajo un tilo en verano o la inquietante melodía de un bosque. tordo. A través de una observación aguda y un lenguaje evocador, podemos traducir esta belleza salvaje en la página y al mismo tiempo fomentar una conexión más profunda con nuestro entorno. La práctica de la escritura sobre la naturaleza puede despertar nuestra sensación de asombro y una nueva apreciación por el mundo vivo que nos rodea. Ya sea poesía o prosa, podemos entrelazar detalles sensoriales y experiencias personales para transportar a los lectores a la naturaleza.

El primer paso es bajar el ritmo, y la buena noticia es que no es necesario escapar a un paisaje bucólico y remoto. La naturaleza está en todas partes, incluso en el corazón de una ciudad bulliciosa. Esto se hizo especialmente evidente durante mis primeras incursiones en el diario de la naturaleza en la ciudad de Nueva York. Sentada en Prospect Park, Brooklyn, me cautivó la abundancia de artemisa, una planta común que había visto innumerables veces antes. Fascinada nuevamente después de aprender sobre los usos medicinales de la planta, escribí sobre la artemisa y, desde la perspectiva de la artemisa, imaginé sus historias y su papel en el ecosistema urbano.

Escribir sobre la naturaleza requiere que bajemos el ritmo, salgamos de nuestras propias cabezas y seamos testigos de la vida que nos rodea, lo que puede ser un ejercicio meditativo.
Escribir sobre la naturaleza requiere que bajemos el ritmo, salgamos de nuestras propias cabezas y seamos testigos de la vida que nos rodea, lo que puede ser un ejercicio meditativo.

Ahora, exploremos algunos consejos prácticos para embarcarnos en su propio viaje de escritura salvaje:

Agudizando tus sentidos: la clave para una conexión más profunda

El primer paso es cultivar una conciencia aguda de lo que te rodea. Si agudizas tus sentidos, captarás la esencia de una planta o un lugar con gran detalle, lo que atraerá al lector hacia la experiencia. Imagina que estás describiendo un bosque después de una lluvia de verano: ¿qué puedes ver (gotas de rocío adheridas a los helechos, la luz del sol filtrándose a través de las hojas), oler (el aroma terroso de la tierra húmeda, la frescura de las agujas de pino), sentir (el aire fresco y húmedo, el musgo suave bajo las yemas de tus dedos), saborear (tal vez la dulzura ácida de una baya silvestre), tocar (la corteza áspera de un árbol, la superficie lisa de una piedra)? Los detalles sensoriales crean una experiencia visceral, que te lleva a ti y al lector al corazón del bosque.

Nature Journal: su puerta de entrada a una intimidad más profunda

Una herramienta simple pero poderosa para agudizar tus sentidos y profundizar tu conexión con la naturaleza es el humilde diario de la naturaleza. Elija un cuaderno exclusivo y comience enumerando lo que ve, oye y siente a su alrededor. Intente realizar al menos cinco observaciones en cada categoría sensorial por día, anotando detalles sobre las vistas (por ejemplo, intrincadas telarañas), los sonidos (el susurro de las hojas) y las sensaciones (el cálido sol en la cara). Incluso las notas más simples pueden entrenar tu atención a los detalles, sintonizar tus sentidos y crear un fuerte sentido de pertenencia. Estas listas pueden servir como trampolín para elaborar descripciones enérgicas en su escritura.

Explorando un solo aspecto: la fuerza en la restricción

Limitar tu atención a un único ser de tu entorno puede llevarte a escribir de forma potente y centrada. Esta limitación fomenta una intimidad más profunda entre tú y tu semejante, ya sea un diente de león resistente que se cuela por una grieta en la acera o un hongo peculiar y sobrenatural. Sumérgete en la observación, utilizando todos tus sentidos para captar sus detalles únicos. Al ahondar en las complejidades de este ser de la naturaleza, obtendrás una comprensión y una apreciación más ricas de su existencia. Esta exploración centrada te permite traducir tu experiencia en una escritura cautivadora e incluso puede inspirarte a convertirte en la voz de esta fascinante criatura.

No es necesario aventurarse en la naturaleza para reconectarse con la naturaleza.  Pasar tiempo en compañía de dientes de león que asoman por una grieta en una acera urbana puede ser igualmente revelador.
No hace falta adentrarse en la naturaleza para reconectarse con ella. Pasar tiempo en compañía de dientes de león que sobresalen de una grieta en una acera urbana puede ser igualmente revelador.

Desenterrando capas: el papel de la investigación

Los escritos sobre la naturaleza suelen combinar observaciones personales con hechos científicos y reflexiones filosóficas. La poesía o la prosa de calidad integran a la perfección la investigación con tu experiencia. Tu investigación puede adoptar muchas formas: leer artículos científicos, consultar guías de campo o hablar con expertos locales, como naturalistas o guardabosques. ¿Encontraste un curioso canto de pájaro que te impulsó a aprender más? Investigar sobre las especies de aves no solo puede ayudarte a identificar su canto, sino que también revela sus fascinantes relaciones ecológicas y sus necesidades específicas para prosperar. Este nuevo conocimiento puede incorporarse a tu escritura, enriqueciendo tu narrativa y tu relación con el ecosistema local. Los datos interesantes pueden mejorar la comprensión y agregar profundidad, pero no dejes que la investigación abrume tu escritura. Asegúrate de que tu voz única resuene en todo tu trabajo.

Perspectiva cambiante: fomentar la empatía

La escritura sobre la naturaleza no se trata solo de que los humanos observen la naturaleza. También puede tratarse de experimentar el mundo natural desde una perspectiva diferente. Aquí hay algunos ejercicios para probar:

Escribe una carta a tus parientes salvajes: elige una planta, un animal o un elemento natural con el que te sientas cercano. Escríbales una carta expresando su gratitud, recordando un recuerdo compartido o tal vez una lección aprendida recientemente. Imagínese cómo podrían responder.

Amplíe su conciencia sensorial: continúe con sus observaciones sensoriales, pero amplíe su alcance. Imagínese cómo podría verse el mundo a través de los ojos y oídos de la criatura elegida, o de otro elemento de la naturaleza. ¿Cómo observa un polinizador su entorno en comparación con usted? Considere las texturas, sonidos y olores que podrían experimentar de manera diferente. También tienen historias que contar.

Escribir sobre la naturaleza es un viaje de descubrimiento continuo. Sigue escribiendo, sigue explorando tu entorno local y sigue recuperándote de la naturaleza profundizando tu intimidad con el mundo natural. Comparte tus experiencias con los demás y recuerda que hasta el patio más pequeño puede ser un refugio de asombro e inspiración.





Fuente atlasobscura.com