Las uñas de los pies amarillentas, quebradizas y de aspecto inusual pueden ser un signo de que hay una infección por hongos en las uñas, llamada onicomicosis. Los expertos afirman que estas infecciones no desaparecen por sí solas y pueden propagarse fácilmente de una persona a otra si no se tratan.
“Los hongos tienden a ser codiciosos”, dice Boni Elewski, jefe del departamento de dermatología de la Universidad de Alabama en Birmingham. Explica que si uno se contagia por contacto estrecho con una persona infectada o por caminar descalzo en un vestuario, por ejemplo, puede arrastrarse bajo la uña del pie y extenderse a la propia uña.
El uso de calzado húmedo y sudoroso puede favorecer el crecimiento del hongo.
Se calcula que los hongos en las uñas de los pies afectan a 1 de cada 10 personas en todo el mundo y son más frecuentes con la edad: afectan a más de la mitad de los mayores de 70.
Las personas con diabetes o con el sistema inmunitario debilitado también son propensas, según la dermatóloga Shari Lipner, del Centro Médico Weill Cornell de Nueva York.
¿Se trata realmente de hongos?
Según los expertos, el primer paso para recuperar la normalidad en las uñas de los pies es confirmar que uno tiene hongos. Algunos signos reveladores son uñas engrosadas, descoloridas, agrietadas, deformes y, en ocasiones, dolorosas u olorosas.
Sin embargo, según Elewski, los hongos sólo son responsables de la mitad de las uñas de aspecto anormal. Los traumatismos en las uñas de los pies, ya sean lesiones puntuales o actividades repetitivas con calzado demasiado apretado, también pueden provocar uñas descoloridas o gruesas. “La vista por sí sola no basta para estar seguros de que se trata de onicomicosis”, dijo.
Según Lipner, los médicos suelen confirmar la presencia de hongos en las uñas de los pies examinando un preparado con el microscopio.
También pueden realizar una prueba PCR o un cultivo fúngico para determinar qué especie de hongo infectó la uña. Pero estas pruebas no siempre son necesarias porque la mayoría de la gente tiene un tipo de hongo llamado Trichophyton rubrum, según Lipner.
Sin embargo, si el tratamiento no funciona, es posible que el dermatólogo quiera saber más sobre el organismo que vive bajo la uña.
Los antimicóticos de venta con receta suelen resolver el problema, pero es mala idea tomarlos sin confirmar antes que se tiene el hongo, explica Elewski. El uso innecesario de antimicóticos puede hacer que estos fármacos pierdan eficacia con el tiempo, contribuyendo a un problema creciente denominado resistencia a los antimicóticos.
¿Qué antimicóticos funcionan mejor?
Aunque algunas farmacias dedican góndolas enteras a los ungüentos antimicóticos de venta libre, Elewski afirma que lo mejor que puede hacer un tratamiento sin receta o un remedio casero es mejorar el aspecto de las uñas.
Si lo que se quiere es acabar realmente con los hongos, “la única opción es un antimicótico de venta bajo receta”, afirma Antonella Tosti, dermatóloga que trata los trastornos de las uñas en la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
Los hay de prescripción tópica, como cremas, pomadas o soluciones similares al suero, y antimicóticos orales, es decir, pastillas.
Los antimicóticos tópicos pueden ser útiles en los casos más leves, que afectan sólo a una o dos uñas del pie, destaca Lipner. Pero uno de los inconvenientes es que es posible que haya que aplicar la medicación durante aproximadamente un año antes de que el hongo desaparezca por completo.
Si hay hongos en varias uñas, o si las uñas de los pies son muy gruesas, Lipner dice que normalmente opta por recetas orales.
Estas pastillas, terbinafina o itraconazol, pueden eliminar los hongos de las uñas de los pies en unos tres meses. Sin embargo, incluso después de que las pastillas eliminen los hongos, la uña puede tener un aspecto extraño durante un año, mientras crece la nueva uña no infectada.
Mientras tanto, algunos remedios de venta libre podrían mejorar el aspecto de la uña al aliviar la piel circundante o adelgazar la uña, indica Elewski.
Por lo general, no hay problema en utilizar esmalte de uñas en la uña infectada mientras se toman antimicóticos orales, destaca Lipner. Pero no lo haga si usa medicamentos tópicos.
Tanto si te recetan un antimicótico tópico como oral, Tosti dijo que es importante seguir el tratamiento todos los días. “Esto no es algo que se pueda curar en unas pocas semanas”, dijo. “El cumplimiento es muy importante”.
¿Cómo puedo evitar que se repitan las infecciones?
Eliminar con éxito los hongos de las uñas de los pies no significa que no puedan volver a aparecer, advierten los expertos. De hecho, se calcula que el 25% de las personas contraen infecciones a repetición.
Lipner recomienda lavar a fondo las medias u otras prendas que hayan estado en contacto con la primera infección y desecharlas o utilizar un spray desinfectante en los zapatos que se usaban con frecuencia cuando se tenían hongos en las uñas de los pies.
Para evitar los hongos en las uñas de los pies en general, mantené las uñas de los pies recortadas y evitá caminar descalzo por los vestuarios de los gimnasios o alrededor de las piscinas, aconseja Lipner.
Si transpirás habitualmente con los zapatos cerrados, usá medias que absorban la humedad y ponete zapatos secos en lo posible.
Si la piel del pie se reseca, pica, se descama o se inflama, es posible que tengas pie de atleta, causado por el mismo hongo que afecta a las uñas. Por eso es importante tratarlo de inmediato.
A diferencia de lo que ocurre con los hongos de las uñas de los pies, algunos medicamentos de venta libre pueden ayudar con el pie de atleta.
“Pero no te trates a ciegas”, enfatiza Lipner. “Confirmá con un dermatólogo que estés usando el tratamiento correcto”.
Traducción: Patricia Sar
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