Por primera vez, se celebra en la ciudad el FeTeMu, primer Festival de Teatro Musical. Será del 20 al 26 de noviembre con una nutrida programación que se desarrollará en diversas salas como el Teatro Border (Godoy Cruz 1838), Teatro Ópalo (Junín 380), Teatro del Pueblo (Lavalle 3636) y la Usina del Arte (Caffarena 1). Con el objetivo de mostrar lo mejor del teatro musical, no sólo de la Argentina, sino también de la región y otros países del mundo, el evento contará con la participación de compañías de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Mendoza, Córdoba, San Miguel de Tucumán y La Plata, y exponentes del género provenientes de Santiago (Chile) y Lima (Perú).
La inauguración tendrá lugar el mismo lunes 20, de 17 a 19, en el Distrito Arcos, con entrada libre y gratuita, y en ese marco se podrá ver a destacados artistas y elencos de varias obras de teatro musical, como Matilda, Querido Evan, Como todos los días, Avenida Q, entre otras. La agenda continuará con charlas, encuentros, debates, talleres, mini recitales, eventos performáticos y callejeros, y clases magistrales dictadas por los principales referentes del género como Ricky Pashkus y Pepe Cibrián Campoy. Las entradas se adquieren en alternativateatral.com/evento2584-primer-festival-de-teatro-musical.
“La finalidad del festival es la de visibilizar cada vez más el género”, apunta Pablo Gorlero, director teatral, periodista y promotor de la iniciativa junto a un equipo de producción integrado por Vanina Fabrica, Daniela Schwarzstein, Nicolás Hemsy, Marcelo Lombardo, Rogelio Fuentes, Agustín Iannone, Alejandro Zárate y Sofía Almuina. “Esta es una idea que tengo desde hace más de quince años. Finalmente, me decidí a llevarla a cabo en 2020 pero me sorprendió la pandemia, como a todos. Y entre idas y vueltas, subsidios, plazos fijos y el armado del equipo de producción ideal, se pudo concretar este año. Para eso, tuvimos el apoyo de Mecenazgo Cultural y de una empresa privada como IRSA. Sin esos apoyos económicos hubiera sido imposible”, agrega acerca del proceso de trabajo que incluyó la selección de obras que podrán verse.
Entre los títulos, se encuentran El funeral de los objetos; Las olvidadas de Jack; A.K.A. (Also Known As), también conocido como…; Christiane: Un Bio-Musical Científico; Tin Pan Alley, noches de Broadway y Al bárbaro le doy paz (Buenos Aires); Mucho bardo y pocas nueces (Mar del Plata); Anarquía marítima, el mundo perdido en un juego de azar (Bahía Blanca); En la vía (Córdoba); Los monstruos (Mendoza); y Quisiera no tener corazón (San Miguel de Tucumán), entre otras.
“Quería traer el mejor teatro musical del país a Buenos Aires y por eso vienen obras de distintas ciudades. No nos alcanzó para traer obras extranjeras, pero sí nos visitan creativos de Chile, Perú y Estados Unidos, que participarán en charlas, mesas redondas o clases magistrales”, anticipa Gorlero.
El musical es un género en expansión, pero no siempre fue así y en otros tiempos fue un movimiento subestimado, según las propias palabras del director. “El musical solía ser considerado como mero entretenimiento, un prejuicio erróneo porque, desde los musicales sórdidos de Enrique Santos Discépolo, en los años ’30, hasta los dramones históricos de esa década y los años ’40, el género ha dado una dramaturgia muy interesante que los historiadores teatrales, en su mayoría, decidieron omitir. Pero hace ya mucho tiempo, los talentos, la buena dramaturgia y los grupos emergentes de teatro musical, así como las buenas realizaciones comerciales, han logrado que el público se libere de esos prejuicios”.
Y es que el musical, como argumentan sus realizadores, es un género teatral al igual que el drama, la comedia o el grotesco. Y hoy la actividad vive un momento inmejorable. “Atendiendo el contexto económico podemos decir que el presente es muy bueno. Un musical es mucho más costoso que una obra de texto, porque tiene más componentes. Pero este año fue muy favorable para las grandes producciones comerciales así como también para las independientes. Hoy cuesta conseguir entradas para Las olvidadas de Jack en el Teatro del Pueblo y yo mismo tengo un music hall como Tin Pan Alley, con el cual agotamos entradas en casi todas las funciones. En la medida que haya verdad sobre el escenario, el musical será cada vez más convocante. Porque no andamos por la vida cantando y bailando, pero si entramos en esa convención con verosimilitud es gracias a los talentos locales”.
En este punto, el desafío mayor, según Gorlero, es conseguir que el público continue confiando en esta forma de expresión artística. “¿Qué es lo que legitima al musical? El sentimiento interno del personaje. Cuando no le alcanzan las palabras para expresar sus emociones, lo hace a través de la música o, si eso tampoco es suficiente, apela al movimiento corporal. Si eso está hecho de manera verdadera, auténtica, donde el paso de la palabra hablada a la palabra cantada es lógico, el musical puede ser algo sublime”.
Para más información: http://fetemu.com.ar/