La estadounidense Coco Gauff confirmó todos los elogios que recibió desde que irrumpió en el circuito como niña prodigio y celebró su primer título de Grand Slam al ganarle 2-6, 6-3, 6-2 a la bielorrusa Aryna Sabalenka en la final del US Open. En la pista Arthur Ashe, la jugadora de 19 años festejó ante la futura número uno del mundo y se transformó en la estadounidense más joven en ganar el Abierto desde que Serena Williams lo hiciera en 1999 con 17 años. Además, desde el lunes aparecerá tercera en el ranking, su mejor posición história.
Dos horas y seis minutos le demandó a Gauff superar a Sabalenka, que a partir del lunes será la número uno del mundo y que comenzó el duelo de manera avasallante. Por eso, con tres quiebres de saque y apenas 40 minutos de juego, la bielorrusa se adelantó en la final en la que iba por su segundo titulo de Grand Slam tras el logrado en Australia 2023.
Sin embargo, Gauff afinó los porcentajes con su servicio y levantó su producción para emparejar el duelo. Por eso, cuando tuvo su chance en el cuarto juego, no la dejó pasar. Ese quiebre fue suficiente para adelantarse en el parcial y cerrarlo sin sobresaltos. Y partir de ahí, la estadounidense aceleró ante una Sabalenka que ya no hacía pie en el juego. De esa forma, dos quiebres consecutivos encaminaron el partido para que la exniña prodigio se perfilara para su primer grande. Más allá de una duda en el sexto juego, la nacida en Delray Beach no perdió el foco y completó la faena en dos horas y seis minutos.
Cuando Gauff festejó su primer torneo en Linz durante 2019 con apenas 15 años, el mundo del tenis vaticinó que estaba ante una futura gran campeona y se la consideraba la sucesora natural de las hermanas Williams. Sin embargo, esa presión a tan corta edad conspiró contra la evolución lógica de su talento. Llegó un bajón pronunciado, las victorias pronosticadas ya no llegaban como se esperaba y su carrera posó sobre una meseta de la que no podía salir. “Estaba perdida”, reconoció en una entrevista. “Durante aproximadamente un año estuve muy deprimida”, amplió.
Con esas dudas arrancó el 2023, pero empezó a disiparlas con el título de Auckland, aunque se quedó en cuarta ronda en Australia. La decepción de Wimbledon, cuando quedó eliminada en la primera ronda, la llevó a buscar nuevos ajustes. Así encadenó los títulos de Washington y Cincinnati y llegó de la mejor manera al US Open. “Desde Wimbledon estoy muy contenta con la forma en que pude ejecutar esos ajustes. Está dando sus frutos en los resultados”, dijo antes del torneo. Y vaya que los frutos llegaron.