La economía argentina se contraerá 1 por ciento en 2024 y el éxito de las medidas impulsadas por el gobierno dependerá “de la reacción de los diferentes actores de la economía”, señaló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe difundido el jueves. Argentina se despega del resto de los países de la región, para los que Cepal espera números positivos aunque con menor dinamismo.
La región registrará un bajo crecimiento del 1,9 por ciento en 2024, por debajo del 2,2 por ciento de 2023, en el marco de una desaceleración generalizada y un bajo dinamismo del crecimiento global. Argentina caerá 1 por ciento en 2024, mientras para los países vecinos se prevé un crecimiento de 1,6 por ciento en Brasil (versus 3 en 2023), 1,9 por ciento en Chile (versus 0,1 en 2023) y 3,2 por ciento en Uruguay (contra 1 este año). La entidad prevé que Argentina retrocederá 2,5 por ciento este año, luego de un crecimiento del 5 por ciento en 2022.
Cepal indicó que “estas proyecciones reflejan, por una parte, el bajo dinamismo del crecimiento económico y comercio global, lo que se traduce en un limitado impulso desde la economía mundial”.
Consultado sobre las medidas del actual gobierno nacional, José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario Ejecutivo de la Cepal, señaló que “Argentina se encuentra en una situación económica de muy elevada vulnerabilidad”, y que el efecto de las medidas dependerá “de la reacción de los diferentes actores de la economía”. “Si resultan exitosas pueden sentar las bases para bajar los elevados niveles de inflación en una etapa posterior”, consideró.
Salazar-Xirinachs dijo que “se prevé un efecto inflacionario inicial que va a tener impacto en todos los sectores sociales, pero en particular los más vulnerables”, y que el gobierno lanzó “políticas de compensación de ingresos previendo este efecto negativo”, aunque no brindó especificaciones al respecto.