El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella les ratificó este jueves a las autoridades de la Mesa de Enlace la intención del gobierno de elevar las retenciones hasta un 15 por ciento para el conjunto de los complejos exportadores, entre ellos los del agro, lo que motivó el rechazó de los empresarios del campo.

Si la medida se oficializa, el maíz y el trigo pasarán a pagar tres puntos porcentuales más de derechos de exportación, mientras que la carne vacuna aumentará su contribución en 6 puntos y la mayoría de las economías regionales en 15 puntos. En el caso de la soja, el cultivo que más dólares trae al país, se mantendrá en 33 por ciento.

“Como representantes del sector dijimos que la medida no nos satisface. No estamos de acuerdo con la medida “, aseguró Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural. Pino aseguró además que los funcionarios le adelantaron que se eliminarán las restricciones y cuotificaciones, como la imposibilidad de exportar determinados cortes vacunos o los volúmenes de equilibrio que determinan el saldo exportable de algunos granos.

Por su parte, el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, que acompañó a Pino y a sus pares de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, y de Coninagro, Elbio Laucirica, detalló que “ante la intención de aumentar las retenciones a un 15 por ciento, hemos acordado analizar cadena por cadena y producto por producto, porque entendemos que hay muchas producciones que no resisten ningún tipo de presión”.

“Fue una reunión en la que pudimos seguir trabajando y tenemos que seguir en esa línea. Hay muchas economías regionales o producciones como la lechería que no resisten ninguna presión más allá de la mejora del tipo de cambio”, resumió Achetoni también en diálogo con la prensa y concluyó: “cada vez que nos pidieron un esfuerzo lo hicimos y nunca más se sacaron (las retenciones)”. Asimismo, remarcó que una eventual suba de las retenciones “tiene que pasar por el Congreso”. “Lo que vamos a tener es una discusión previa con los equipos técnicos del gobierno para saber si podemos consensuar”, agregó.

Por su parte, Castagnani manifestó que “siempre estaremos en contra de las retenciones, si bien entendemos el momento de la emergencia del país”, al mismo tiempo que subrayó que “hay costos que estudiar que generalmente nos preocupan y no podemos ser irresponsables hasta que no tengamos bien los números que cambian día a día”. Además, hizo especial énfasis en descartar medidas de fuerza en protesta por la suba de la alícuota ya que plantear “esto a dos días de que asuma un gobierno es una irresponsabilidad. Hoy no hay pedidos de nuestras bases para ir a una medida”.

Laucirica dijo que en estos momentos se está “ante un sinceramiento de la economía y esto hace que haya muchos perjudicados, como algunos sectores de las economías regionales, porque los beneficios de una devaluación no lo tienen, ya que venden en el mercado interno”. “Esto hace que el precio que reciban por su producción va a depender de la capacidad de pago del bolsillo de la gente y los costos internos. Es una situación en la que tenemos que estar con gran cautela”, finalizó.

“Fue una reunión muy positiva, donde se pudo generar una mesa de diálogo. Hay objetivos de largo plazo en conjunto y vale destacar que Vilella coincide con la Mesa de Enlace en la preocupación de este aumento al 15 por ciento de los derechos de exportación, como así también en el concepto de que es el peor impuesto para el sector productivo”, dijo la vocera de titular de la cartera agropecuaria, Jorgelina Traut, en una conferencia brindada horas después de la reunión.

Según aseguró Traut, desde Bioeconomía consideran que el 80 por ciento de las producciones “se van a encontrar en mejores condiciones que hasta hace una semana” por la devaluación, pero que “hay una preocupación puntual por economías regionales y lechería”. “En este punto vale destacar que hay un compromiso con las entidades de trabajar en conjunto en una mesa técnica para evaluar caso por caso qué sucede y con el objetivo de crear un mecanismo para modificar en aquel caso que lo amerite”, aunque no especificó en qué consistiría ese mecanismo o cuáles serían las herramientas a adoptarse.



Fuente-Página/12