El gobierno de Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel en respuesta a lo que considera como una “agresiva y desproporcionada ofensiva militar” en contra del pueblo palestino en la Franja de Gaza. El gobierno de Luis Arce, el primero en Latinoamérica en cortar vínculos con Israel desde que estalló el conflicto que deja miles de muertos, anunció que enviará ayuda humanitaria a Gaza debido a que atraviesan una grave crisis sanitaria que amenaza a la vida de miles de personas.
“Hay que evitar un genocidio”
El vicecanciller de Bolivia, Freddy Mamani Machaca, indicó que el gobierno “ha tomado la determinación de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza”. El anuncio fue emitido por Mamani Machaca desde la casa de gobierno en La Paz, junto a la ministra de la presidencia y canciller interina, María Nela Prada.
Bolivia exige “el cese de los ataques contra el pueblo palestino” y rechaza “el hostil” trato de Israel hacia los responsables de las organizaciones internacionales encargadas de otorgar la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, señaló el vicecanciller. Por su parte Prada hizo un llamado “al diálogo y a las soluciones estructurales” para evitar “una mayor escalada del conflicto a nivel mundial”.
La canciller interina convocó a los “países hermanos” y de los procesos de integración en los que participa Bolivia a “producir una acción colectiva” para lograr la pacificación en la región y “evitar un genocidio”. Con ese fin llamó a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA), entre otras, a encontrar “soluciones estructurales a los conflictos”.
Prada mencionó que Bolivia enviará ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y que la Embajada boliviana en los Países Bajos asumirá la función concurrente con Palestina. Demandó el cese de los ataques en la Franja y rechazó “el hostil tratamiento israelí hacia los responsables internacionales de brindar ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, a quienes se les está impidiendo el visado para el trabajo que la comunidad internacional les ha delegado.
Ante esa agresión Prada reafirmó la postura del Estado Plurinacional de Bolivia de condenar “las violaciones claras al derecho internacional humanitario”, como lo denunció el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el Consejo de Seguridad, y su llamado al alto al fuego en Gaza. “Consecuente con nuestra política pacifista, que está enmarcada en el artículo 10 de la Constitución Política del Estado (…) llamamos al diálogo y a las soluciones estructurales que respeten la vida y así evitar una mayor escalada del conflicto a nivel mundial”, indicó la funcionaria boliviana.
Bolivia dijo este martes en la ONU que al romper relaciones diplomáticas con Israel “está en el lado correcto de la historia, en el lado de los derechos del pueblo palestino”, de acuerdo con la intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas del embajador de ese país, Diego Pary. El embajador calificó a Israel de “Estado irrespetuoso de la vida, de los pueblos, del derecho internacional y del derecho internacional humanitario”.
“¿Cómo es posible que el agresor que apela al derecho a la defensa, se ponga como víctima? No se puede tapar el sol con un dedo, la potencia ocupante, el agresor, el genocida es Israel”, disparó Pary frente a los representantes de decenas de países que participan de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En un comunicado Hamas saludó el anuncio de Bolivia expresando su “gran estima” por la decisión que tomó frente al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, e instó “a los países árabes que han normalizado sus relaciones” con Israel a hacer lo mismo. El gobierno israelí no se había pronunciado al cierre de esta edición.
Una relación tirante
En su declaración las autoridades bolivianas no mencionan la incursión de Hamas en Israel, en la que sus combatientes tomaron como rehenes a unas 240 personas. La decisión es consistente con las posiciones críticas que viene sosteniendo el gobierno de Luis Arce. Este lunes el presidente se reunió con el embajador de Palestina, Mahmoud Elalwani, y le expresó su rechazo a los “crímenes de guerra en la Franja de Gaza” por los que murieron más de ocho mil personas.
Luego del encuentro Arce hizo un llamado para que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas “allane una solución definitiva para que Palestina ejerza su derecho a la autodeterminación, a su territorio sin ocupaciones ilegales y consolide su propio Estado libre e independiente”. Días atrás el mandatario había condenado el bombardeo contra un hospital en Gaza del que dijo que era “un crimen de guerra” y llamó al cese inmediato del fuego que viola los derechos humanos.
En el pasado Bolivia ya había roto las relaciones diplomáticas con Israel, que datan desde 1969. En 2009 el gobierno de Evo Morales tomó la misma determinación por un ataque israelí en la Franja de Gaza. Bolivia retomó las relaciones una década después por orden de Jeanine Áñez, quien sustituyó a Morales en el poder luego del golpe de 2019.
Desde los ataques del movimiento islamista palestino en Israel, que dejaron más de 1.400 muertos, la respuesta militar israelí en la Franja de Gaza dejó más 8.500 fallecidos, muchos de ellos niños según las autoridades sanitarias del territorio palestino.