La “histórica” visita del presidente de EE.UU. Joe Biden a Hanoi concluyó este lunes con reuniones empresariales, advertencias a China y un homenaje a John McCain, un senador republicano y héroe de la guerra de Vietnam. Biden, que pasó un total de 24 horas en la capital vietnamita, anunció un contrato lucrativo para el gigante estadounidense Boeing por 7.800 millones de dólares para fabricar 50 aviones de tipo 737.
El viaje del mandatario estadounidense a este país fronterizo con China tuvo como objetivo profundizar la cooperación bilateral entre ambas naciones frente a las crecientes ambiciones de China en la región. En un mensaje implícito al gigante asiático, Vietnam y Estados Unidos advirtieron contra “las amenazas o el uso de la fuerza” en el disputado mar de China Meridional.
Hanoi es más reservado que Estados Unidos sobre China, su vecino del norte y también socio económico clave, pero comparte la preocupación de Washington por las reivindicaciones de Beijing en el disputado mar de China Meridional. “Este es solo el principio. Se trata de crear un Indopacífico libre y abierto para todos nosotros”, recalcó Biden al término de su encuentro con el presidente vietnamita Vo Van Thuong.
Biden llegó a Vietnam desde India, donde este fin de semana se celebró la cumbre del G20. Luego de su llegada a la capital vietnamita, el presidente demócrata se reunió con su par Vo Van Thuong y con el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong. También participó junto al primer ministro Pham Minh Chinh en una reunión de dirigentes empresariales de ambos países.
Acuerdo por semiconductores
Vietnam y Estados Unidos firmaron el domingo un acuerdo de asociación estratégica reforzada, con un fuerte enfoque en lo económico y tecnológico. Ambos países tienen la intención de trabajar juntos, en particular en el ámbito de los semiconductores. Las relaciones bilaterales se fortalecieron en los últimos años, incluso en el ámbito militar y económico: los dos Estados se reconciliaron a pesar del conflicto que se desarrolló entre 1955 y 1975 en un país por entonces dividido.
EE.UU. y Vietnam, un productor industrial importante, mantienen relaciones comerciales cada vez más estrechas. Washington considera a Hanoi como un socio importante en su estrategia de reducir su dependencia de China, luego de años de desordenes en las cadenas de suministro.
En un comunicado emitido el domingo, EE.UU. elogió “la capacidad (de Vietnam) para desempeñar un papel fundamental en la creación de sólidas cadenas de suministro de semiconductores”. El acuerdo, que busca ser beneficioso para ambas partes, debe garantizarle a Washington un suministro de componentes electrónicos esenciales.
Vietnam espera el respaldo de Estados Unidos para desarrollar sus capacidades de producción, que están actualmente saturadas, y avanzar en el campo de la tecnología, en particular a través de la capacitación de su fuerza laboral. Biden reiteró el domingo que no tenía la intención de “aislar ni contener” a China, y mucho menos iniciar una “guerra fría.
El recuerdo de la guerra
Biden concluyó su visita a Vietnam con la visita a un monumento conmemorativo de la guerra que señala el lugar donde fue derribado el avión de John McCain el 26 de octubre de 1967. El piloto de combate, gravemente herido, fue capturado, pasó cinco años en prisión y fue sometido a torturas.
McCain se convirtió en una figura destacada del partido republicano. Antes de fallecer en 2018 a causa de un cáncer cerebral, trabajó para sanar las heridas entre Vietnam y Estados Unidos. Lo mismo hizo John Kerry, otro excombatiente. A su retorno de Vietnam, Kerry se convirtió en un férreo opositor al conflicto y en 2004 formó parte de la delegación estadounidense en Hanoi.
Biden había permanecido ajeno a ese conflicto tan significativo para su generación. No combatió (estuvo exento por razones académicas y de salud) y tampoco participó en manifestaciones contra la guerra.