De cara al arco era temible. Su vista clavada en la pelota, calculaba donde iba a patear y la potencia de sus disparos dejaban sin chances a cualquier arquero. Lo llamaron “Gordo”, “Gringo”, “Batigol”, “Rey León” y en Italia, Cappocanonieri. Gabriel Omar Batistuta fue el delantero que marcó a fuego la historia del fútbol argentino y consciente de sus cualidades, donde la palabra “genio” no era de las elegidas para definirlo, se abrió las puertas de la gloria a base de goles.

“No nací como un dotado. Siempre tuve pocas cualidades, mucha fibra y fuerza fuera de lo común; del resto, poco. Por suerte lo entendí apenas empecé a jugar y supe que tenía que progresar mucho. Sé que se valora mucho el esfuerzo, que el trabajo paga. Y por eso trabajo siempre, cada vez más”, supo describirse hace 22 años atrás.

El exjugador de Reconquista (Santa Fe), hace 28 años vestía la camiseta de la Fiorentina, llegaba a su gol 113 y de esa manera se convertía en el máximo goleador extranjero de la Serie A. Eso ocurrió un 26 de septiembre de 1998 y quien sufrió sus tres tantos fue el Milan. Cuando todos desconfiaban de la plata que se había pagado por ese joven argentino que tardó tres meses en empezar a meter la pelota dentro de la red, la contundencia de sus goles no dejó dudas de su poderío como dueño del área rival.

Con la Selección Argentina tuvo su reputación de goleador histórico con 56 goles en 78 encuentros, hasta que Lionel Messi –”Un marciano”, como supo definirlo– se lo arrebató. La estrella de Inter Miami suma 104 tantos con la albiceleste en 176 partidos. Pero lo cierto es que Batistuta se tuvo que retirar antes de lo esperado. Jugó hasta que sus tobillos lo dejaron y cargó a cuestas lesiones en sus rodillas que lo hicieron visitar a los médicos cada vez con más frecuencia.

Llegó a pedirle a un doctor que le cortaran las piernas porque no podía caminar más. Aquel calvario fue tan marcado que en su momento confesó que una vez se orinó en la cama para no tener que levantarse al baño y tener que caminar. El goleador temible, también llegó a decir que de chico nunca se sintió demasiado futbolero, que su sueño era ser médico y al igual que su padre, quien disfrutaba de la naturaleza, su momento de mayor alegría no solo era cuando veía entrar la pelota en el arco, sino también cuando iba a pescar al medio del Paraná.

“Yo hubiera querido ser como Batistuta: centrofóbal”, contestó alguna vez Osvaldo Soriano, allá por mediados de los ’90, cuando era el escritor mejor pago del país y algunos comparaban su presente consultándole si luego de arreglar sus contratos no se sentía como Batistuta. El exjugador de Reconquista fue una figura relevante para el fútbol local e internacional y todavía mantiene su peso en la vitrina de los nueve inolvidables.

En la actualidad, los delanteros (o tal vez, los nueve) de mayor renombre en la Selección y en el mundo se podría decir que son Lautaro Martínez, “El Toro”, actual jugador de Inter de Italia, y Julián Álvarez, “La Araña de Calchín”, quien está bajo las órdenes de Pep Guardiola en Manchester City. En el área de los rivales se han vuelto implacables y eso le ha generado un dilema a Lionel Scaloni, a la hora de pensar en uno de los dos para ser titulares.

Tanto Martínez, como Álvarez, son parte de este fútbol evolucionado del que tanto se habla, pero ambos guardan en su forma de juego, la picardía, el atosigamiento y la voracidad por encontrar el gol. Pero el ex River, quizás sea el que más se separe del espectro de Batistuta por su sociedad con la mitad de cancha y su estilo polifuncional, que lo vuelven un todoterreno en labores ofensivas como defensivas.

En cambio, el ex Racing es de ir más hacia adelante, con una verticalidad que lo lleva a querer estar siempre dentro del área, con el objetivo de lograr resolver las jugadas que crean sus compañeros. En la actualidad viste la camiseta de Inter y desde su llegada hasta acá, se hizo un lugar importante en el corazón de los hinchas Nerazzurri, Desde su arribó en la temporada 2018/19, convirtió 114 goles, ganó cinco títulos locales y hoy lleva la capitanía del equipo. Es el que más se perfila al ecosistema del Batigol.

“Lautaro va en un camino muy parecido al de Batistuta. En el mano a mano, en la velocidad, en el remate de cabeza, en su potencia física, son jugadores muy parecidos. Lautaro tiene muchas cosas de Bati, pero es además más técnico. Con la pelota es incluso mejor”, le dijo Fernando “Bocha” Batista al medio español Mundo Deportivo, acerca de las condiciones de este nueve que brilla en la Serie A y a quien tuvo en las categorías inferiores de la Albiceleste.



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