Una exhibición aérea que se desarrollaba este fin de semana en la localidad santafesina de Villa Cañás terminó en tragedia, cuando una de las aeronaves que participaba del evento se precipitó a la tierra. El piloto y su acompañante que iban en la nave – un avión militar L-29 Delfin – fallecieron en el acto.
La información del incidente fue confirmada por fuentes municipales, de bomberos y del aeroclub local que se mostraron costernados por lo ocurrido en la ciudad, que está situada a 180 kilómetros de Rosario y a 370 de la capital provincial.
“Este hecho enluta a toda la región. Fue un golpe duro para toda la comunidad del aeroclub de Villa Cañás”, dijo el intendente Norberto Gizzi.
Ante la consulta de cómo habría ocurrido el incidente, fuentes del aeroclub explicaron: “El avión hizo un vuelo rasante sobre la posta y cuando se retiraba, al hacer un giro, se clavó de punta. Dos personas estaban a bordo del avión, que es una aeronave tipo de guerra. Es un avión ruso con un piloto y un pasajero atrás”.
El L-29 Delfin era una de las principales atracciones del festival aéreo que promocionaban sus organizadores. Este modelo es un avión de entrenamiento militar diseñado en los años 60, en plena Guerra Fría. Fue el primero que se fabricó en Checoslovaquia que usó el Bloque del Este tras el Pacto de Varsovia.
Volaron desde 1966 hasta 1977, y cuando se dejaron de usar como entrenadores pasaron a formar parte de diversas fuerzas aéreas. Luego se volvieron obsoletos y pasaron a manos privadas.
En el mundo quedan unos 50 aviones L-29 y éste que se estrelló este domingo en la provincia de Santa Fe era el único en Sudamérica. Lo había comprado una empresario de Carlos Casares (provincia de Buenos Aires) en California, Estados Unidos, y lo trajo a la Argentina.